Redacción Farmacosalud.com
Para el doctor Ramon Grimalt, ha llegado algo así como el ‘colocón solar’. Todo muy súbito y en grandes cantidades para conseguir un efecto inmediato, como si de una borrachera rápida se tratara, al estilo de lo que practican algunos jóvenes que beben alcohol. Se trata de la nueva moda del Sunburn Art, o ‘arte’ realizado mediante quemaduras causadas por los rayos solares. O sea, como si fueran tatuajes, pero sin tinta. El Sunburn Art consiste en colocar algún objeto (una pegatina, por ejemplo) sobre la piel a modo de plantilla del dibujo y la superficie cutánea que queda alrededor -la superficie no tapada por el objeto- es la que recibe los rayos solares y la que se broncea exageradamente o se quema. Cuando se retira el objeto, la zona de piel que estaba debajo no resulta bronceada o ‘quemada’, por lo que su perfil contrasta con la superficie que sí ha recibido los efectos del sol y entonces ya se puede visualizar un dibujo. “Es un disparate como ocurre con casi todas las modas que buscan un efecto muy llamativo en poco tiempo. En el caso del Sunburn Art, para conseguir este efecto y para que el contraste sea mucho mayor, los practicantes deben exponerse de forma muy rápida y muy intensa al sol sin preparar la piel previamente. Si uno ha hecho lo que toca, que es recibir el sol de forma cuidadosa, paulatina y progresiva para curtir la piel, nunca va a conseguir estos resultados”, sostiene Grimalt, profesor de Dermatología en la Universidad Internacional de Catalunya y bloguero en www.grimalt.net.
“Por lo tanto -prosigue el doctor-, estos resultados sólo se obtienen tomando el sol de forma abrupta e incorrecta... sería comparable a la moda que tienen algunos jóvenes de beber alcohol de forma muy rápida y descontrolada para conseguir un efecto de borrachera inmediata. Pueden ingerir dos vasos de ginebra en 30 segundos casi sin que la bebida pase por el cuello. O la moda del pasado año en Mallorca: aspirar alcohol en forma de vapor para conseguir un ‘colocón’ inmediato”.
¿Sunburn Art no perjudicial si se realiza de manera progresiva?
Ahora bien… ¿y si el Sunburn Art se practica progresivamente, aplicándose protector solar en las zonas expuestas al sol con el fin de broncearse poco a poco y evitar quemaduras? “Si se hiciera así no tendría muchos riesgos. Sería comparable a la marca que tenemos en el bañador tras unos días de vacaciones”, admite Grimalt. No obstante, a continuación puntualiza lo siguiente: “Lo del Sunburn Art ‘progresivo’ es difícil de cumplir porque normalmente se cubre con pegatinas la zona de la piel que no se va a irradiar; es improbable que en un período estival consigas mantener la pegatina pegada en la piel durante varios días para buscar este efecto... es improbable que alguien lo haga de este modo porque es muy fácil que la pegatina se mueva un poco. O en el caso de ponerse crema solar para marcar el futuro dibujo, por ejemplo una estrellita: si lo haces de un día para otro es casi imposible que, cada vez, la crema quede aplicada exactamente igual que en la vez anterior, por lo que la estrellita podría quedar difuminada. Los del Sunburn Art buscan algo muy llamativo y lo máximo de nítido… esto normalmente se consigue con pegatinas, ropa o papel sobre la piel”.
Una cosa está clara: el Sunburn Art es una práctica efímera, dado que cuando la quemadura solar desaparece el dibujo muere. Otro tema son las consecuencias, que pueden ser mucho más duraderas, como por ejemplo la aparición de un cáncer de piel, en el peor de los casos. “Para conseguir un caballito de mar de 3 centímetros en mi espalda voy a hacer una quemadura en toda la espalda. El daño no sólo va a ser duradero sino mucho más extenso que lo que sería la zona del dibujo, cosa que no ocurre con los tatuajes convencionales, en los que si me hago un tatuaje de 2 centímetros, el riesgo sólo está en esos 2 centímetros”, comenta el prestigioso dermatólogo. A grosso modo, hay tres clases de cánceres cutáneos: el melanoma, el carcinoma basocelular y el carcinoma espinocelular. Estos dos últimos se relacionan con la acumulación de sol (albañiles, agricultores, pescadores, personas expuestas al sol normalmente por motivos laborales) y no son los más graves. El melanoma, por el contrario, es el tumor más grave y dañino: suele aparecer en bañistas y turistas que se exponen de forma súbita y de manera intermitente al sol, por lo que es muy raro que se declare en personas que trabajan al aire libre. Según el experto, el melanoma “es uno de los tumores del organismo con más malignidad (incluyendo los cánceres de cerebro, páncreas, estómago), ya que, a diferencia del carcinoma basocelular, el melanoma tiende a pasar muy rápidamente a la sangre, lo que implica que tenga capacidad de hacer metástasis; aunque uno extirpe el melanoma en la piel, muchas veces el tumor ya se ha extendido a otras zonas del organismo”.
Una de cada cinco personas desarrollará un tumor cutáneo
La Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), que también ha alertado de los peligros que entraña el Sunburn Art, recuerda que el cáncer de piel es actualmente el cáncer más frecuente en España y el que más crece cada año. Una de cada cinco personas desarrollará un tumor cutáneo a lo largo de su vida. De hecho, al melanoma, que puede aparecer a cualquier edad, se le considera actualmente una "epidemia. Su incidencia aumenta un 10% anual, lo que supone que desde el 2010 el crecimiento ha sido de un 50%”, se recoge en un comunicado de la AEDV.
Y no será que no se lleven a cabo campañas informativas sobre los efectos nocivos que puede suponer una exposición incorrecta al sol. A juicio de Grimalt, con esto ocurre como con el tabaco: “Todo el mundo tiene claro que el tabaco perjudica. No existe nadie que no sepa que fumar aumenta el riesgo de padecer cáncer de pulmón. Y a pesar de ello, mucha gente sigue fumando”. Por ahora parece que la práctica del Sunburn Art no está extendida. De hecho, sólo se sabe a ciencia cierta que la han popularizado algunos jóvenes mediante fotos colgadas en las redes sociales. “Cuanto más joven es la persona, más tiende a pensar que a él no le va a tocar. Un poco es la sensación de ser inmune, como ocurre cuando se piensa que a pesar de haber bebido mucho (alcohol) no se va a sufrir un accidente de tráfico”, señala Grimalt. Con respecto a los orígenes del Sunburn Art, el doctor “había visto alguna cosa en años anteriores”, es decir, se había hablado de algún caso muy aislado, “pero lo de ahora no lo había visto nunca”.