Redacción Farmacosalud.com
En las Unidades de Cuidados Intensivos (UCIs) los extremos no son extremos… por la sencilla razón de que no hay extremos, porque todo es extremo. Allí, la vida y la muerte se enzarzan en un dramático pulso sin que haya lugar para las concesiones. Los profesionales de Enfermería que desarrollan su tarea en esos espacios se zambullen cada día en un magma de situaciones desesperadas, pacientes críticos, nervios a flor de piel y emociones desbordadas, con la esperanza de que la erupción de aquel volcán de alta actividad escupa vida a todas horas. Pero no siempre es así… el 20% de las muertes en Occidente se producen en las UCIs o poco después de recibir el alta médica de Cuidados Intensivos. Teniendo en cuenta todo lo que se experimenta en dichas unidades, “habría que mejorar el espacio físico dedicado a las familias (salas de espera), la flexibilización horaria de las visitas e ir hacia las UCIs de puertas abiertas”, opina Gemma Martínez Estalella, presidenta de la Sociedad Española de Enfermería Intensiva y Unidades Coronarias (SEEIUC).
Estos profesionales sanitarios “padecen sobre todo lesiones osteomusculares, sobre todo de espalda”, pero eso no les resta energía a la hora de cavilar continuamente cómo pueden “mejorar la calidad” de los servicios prestados, indica Martínez. “En las unidades de cuidados intensivos se trabaja con pacientes complejos, sometidos a tratamientos muy invasivos y soportados por alta tecnología; esto, unido a la concentración de profesionales en las unidades, hace que el poder de creación de ideas e innovación sea importante. Muchos productos comerciales se han desarrollado o mejorado en estas unidades gracias a las aportaciones de las enfermeras”, aduce la presidenta de SEEIUC. Por supuesto, en lugares tan trascendentales como las UCI’s las anécdotas no faltan. Martínez prefiere detallar algunas de las más agradables: “Es bonito cuando los pacientes se recuperan (muchos de ellos no recuerdan su estancia en la UCI) y te vienen a ver para que los veas como andan… Recuerdo cuando una paciente con una leucemia me vino a decir que había aprobado su carrera de ciencias políticas. Otra cosa muy bonita que me sucedió: hubo un verano en que me tuvieron que operar de un tema importante y cuando estaba en planta tuve la visita del marido de una paciente para darme ánimos… también vino a decirme que su mujer ya había salido de la UCI, que él había venido a la unidad para darme las gracias por las palabras de confort que le había dicho el día que ella entró (en estado muy crítico); como no me encontró en la unidad los compañeros le dijeron que me habían operado y no paró hasta localizarme”.
-En el XLI Congreso Nacional de la SEEIUC se ha solicitado más ayuda de la Industria y de las Administraciones Públicas a la hora de financiar las patentes que cada año se presentan en la Oficina Española de Patentes y Marcas. ¿De qué innovaciones estamos hablando, pueden aportarnos casos concretos?
La enfermería que desarrolla sus funciones en la atención al paciente crítico tiene un gran potencial de innovación, siempre con el objetivo de mejorar la calidad en los cuidados que realiza. En una mesa redonda del congreso diferentes participantes compartieron sus ideas, algunas de ellas ya con la patente o modelo de uso reconocido, pero que en estos momentos se encuentran en la fase de localizar empresas comerciales que quieran apostar por lo productos que hay creados. En concreto, hubo el proyecto presentado por Rosa Sola sobre una nueva sonda nasogástrica con sujeción que sería de gran interés.
-¿Se innova más en Enfermería de Cuidados Intensivos que en otros ámbitos médico-sanitarios?
No tengo datos concretos que puedan confirmar o negar la pregunta, pero lo que sí es cierto es que en las unidades de cuidados intensivos se trabaja con pacientes complejos, sometidos a tratamientos muy invasivos y soportados por alta tecnología; esto, unido a la concentración de profesionales en las unidades, hace que el poder de creación de ideas e innovación sea importante. Muchos productos comerciales se han desarrollado o mejorado en estas unidades gracias a las aportaciones de las enfermeras.
-¿Qué otros aspectos quisiera destacar del Congreso de la SEEIUC?
Al finalizar el congreso siempre se hace una reflexión por parte de todos los miembros, tanto de la Junta Directiva como del Comité Científico del mismo. Cuando uno organiza un evento de esta envergadura y complejidad siempre existe el nerviosismo de que todo vaya bien y que se dé cobertura a todos aquellos aspectos científicos que, para los asistentes al congreso, impliquen una actualización. La verdad es que el congreso ha ido bien y se han tratado temas de interés como son la Humanización de los cuidados, aportando ponentes nacionales y extranjeros su visión; también se han tratado temas de interés como son los programas de ‘Resistencia Zero’ y ‘Manejo de la Sepsis’. Otros temas en los que se han presentado las innovaciones al respecto son actualización en Ventilación mecánica, actuación ante el paciente lesionado medular traumático… También hemos destinado un tiempo a intentar mejorar el ‘impact factor’ de nuestra revista y las estrategias de potenciación de la misma, así como la mesa de innovación. Podemos decir que se han tratado temas en diferentes vertientes que se complementan a la hora de potenciar la imagen y la profesionalidad de las enfermeras que se dedican a la atención del paciente crítico.
-El 20% de las muertes en Occidente se producen en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCIs) o poco después de recibir el alta médica de Cuidados Intensivos. ¿Cómo podría reducirse esa cifra, si es que hay margen para ello?
La realidad es que cada vez se mejora más tanto en la atención del paciente agudo crítico como en el cuidado posterior del mismo al salir de las unidades de cuidados intensivos. De hecho, en este congreso ha habido una mesa redonda titulada ‘¿Qué ocurre con nuestros pacientes al alta de la UCI?’. En ella se han tratado diferentes aspectos tanto de recuperación funcional como cognitiva de estos pacientes, y además se ha aportado la experiencia de un paciente que entró en el Hospital después de sufrir una parada cardiorespiratoria por un infarto agudo de miocardio y que, con nuevas tecnologías como la hipotermia inducida, juntamente con los cuidados específicos de su patología, ha conseguido sobrevivir a su enfermedad aportando su testimonio. Es difícil especular sobre cómo se puede reducir la morbimortalidad postcuidados críticos pero sí que puedo decir que la prevención de ella se inicia en la UCI con cuidados de calidad, seguros, previniendo complicaciones... Posteriormente a la UCI debe existir una adaptación de nuevo al medio con una continuidad de cuidados en unidades de cuidados intermedios, continuando los cuidados con calidad y seguridad y aumentando la autonomía del paciente.
-Ustedes están acostumbrados a convivir con la vida y con la muerte ajena. ¿Cómo les afecta en su esfera personal y profesional?
Cada uno de nosotros responde según su forma de ser, su profesionalidad, etc… personalmente, he estado al cargo en el Hospital Universitario de Bellvitge -l’Hospitalet de Llobregat, en Barcelona- de más de 100 enfermeras dedicadas a la atención del paciente crítico y cada una gestiona a su manera el afrontamiento de la vida y la muerte. Como enfermera de críticos, lo que sí que le he de decir es que he tenido la suerte de cuidar pacientes que han sobrevivido a situaciones muy complejas. Pero otros muchos no lo han logrado, a pesar de haber luchado junto con todo el equipo para poder tirarlos hacia adelante. Vivir de forma constante la vida y la muerte te hace ser muy consciente de que todos un día nacemos y vivimos un cierto tiempo, nunca sabemos cuánto ni en qué condiciones, pero lo que sí está claro es que un día hemos de morir, por lo que la muerte es aceptada como la fase final de la vida. Evidentemente, hay muertes tempranas que no nos gustan, pero la vida es así… afrontamos con tranquilidad y serenidad este hecho intentando acompañar a las familias en ese momento. Como persona enriquece mucho saber valorar cada segundo de la vida sabiendo que un día puede ser que no sea así. Como profesionales sabemos gestionar la vida y la muerte como un continuum y aportando aquellos cuidados que se precisan en cada momento, así como gestionando las emociones de los familiares y las nuestras con profesionalidad y generosidad.
-¿Cómo se preparan para atender psicológicamente al entorno de los enfermos?
Nuestra formación curricular ya incluye formación a nivel psicológico para atender a estos pacientes, así como en los procesos de duelo. De todas formas, los programas tanto de Máster en las Universidades como de Formación Continuada en los centros sanitarios refuerzan y actualizan nuestros conocimientos. También es muy importante el consenso y trabajo multidisciplinar dentro de las unidades.
-En su trabajo se conocen anécdotas de todo tipo. ¿Desde el punto de vista del entorno familiar y social de los pacientes -no desde el punto de vista de los pacientes-, qué es lo más bonito que le ha ocurrido en el desempeño de su trabajo, y qué ha sido lo más desagradable?
Después de 27 años, cosas bonitas muchas…. Pero sobre todo es bonito cuando los pacientes se recuperan (muchos de ellos no recuerdan su estancia en la UCI) y te vienen a ver para que los veas como andan… Recuerdo cuando una paciente con una leucemia me vino a decir que había aprobado su carrera de ciencias políticas. Otra cosa muy bonita que me sucedió: hubo un verano en que me tuvieron que operar de un tema importante y cuando estaba en planta tuve la visita del marido de una paciente para darme ánimos… también vino a decirme que su mujer ya había salido de la UCI, que él había venido a la unidad para darme las gracias por las palabras de confort que le había dicho el día que ella entró (en estado muy crítico); como no me encontró en la unidad los compañeros le dijeron que me habían operado y no paró hasta localizarme.
Cosas desagradables también las hay, pero yo diría que más que desagradables tristes... cuando ves entrar pacientes que por haber bebido demasiado... peleas… se te mueren o quedan con secuelas graves; no lo pasas bien, dado que son hechos evitables… la gente tendría que valorar antes de someterse a un riesgo evitable. Es injusto que haya pacientes que tengan que pasar por un proceso crítico y que valoren lo importante que es la vida, y que otros se autodestruyan.
-Teniendo en cuenta que en algunas ocasiones la UCI es la última estación antes de la muerte, ¿qué debería cambiar para que esos espacios fueran más acogedores tanto para los pacientes terminales como para sus allegados?
Actualmente ya hay muchos proyectos que están ayudando a facilitar que el Hospital sea más ‘amigo’, pero habría que mejorar el espacio físico dedicado a las familias (salas de espera), la flexibilización horaria de las visitas e ir hacia las UCIs de puertas abiertas.
-¿Qué ‘salud’ presenta el sector de la Enfermería de las UCIs en España?
¡¡¡Ah¡¡¡ buena pregunta. Depende mucho de cada centro, pero la demanda que hacemos todos no está exenta de la que se hace en otros entornos: respeto a las cargas de trabajo, buena selección de profesionales, reconocimiento de los niveles de experiencia… en fin, necesitamos profesionales para soportar las cargas de trabajo, bien preparados y con motivación para desarrollar su profesión. También necesitamos reconocimiento y ayuda para poder llegar a cabo nuestras investigaciones y nuestros puntos de encuentro, como son los congresos.
-¿Este sector está muy feminizado?¿Cuál es la presencia de los profesionales sanitarios de sexo masculino en este ámbito?
He de decir que aunque a nivel general es cierto que predomina el sexo femenino, en las UCIs y otros tipos de unidades destinadas a la atención del paciente crítico es frecuente ver a personal de sexo masculino. La alta tecnificación de estas unidades les suele atraer… pero bueno, continúa siendo un sector muy feminizado.
-¿Por cierto, las UCIs sufren la presencia de patógenos de igual modo que en otras estancias de los hospitales, con el riesgo de que se declaren las denominadas infecciones nocosomiales o intrahospitalarias?
Sí. De hecho, las UCIs son unidades de alto riesgo en lo que se refiere a la infección nosocomial, por lo que se siguen medidas de prevención y seguimiento muy exhaustivas al respecto. La propia SEEIUC participa en diferentes proyectos para potenciar las prácticas seguras en Cuidados críticos como son: Proyecto Bacteriemia Zero, Resistencia Zero…
-¿Los profesionales de Enfermería de Cuidados Intensivos sufren alguna/s patología/s con más frecuencia o corren más riesgo de padecerla/s?
Sí, padecen sobre todo lesiones osteomusculares, sobre todo de espalda. Por lo demás, no hay una relación de patologías asociadas propiamente a estas unidades.