Redacción Farmacosalud.com
En 2013, el principio activo de mayor consumo en España fue omeprazol, un fármaco antiulceroso usado contra la acidez estomacal. A juicio del doctor Manuel Rodríguez-Téllez, médico adjunto de la Unidad de Gestión Clínica de Digestivo del Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla y miembro-portavoz de la Fundación Española de Aparato Digestivo (FEAD), este alto consumo no está justificado: “Si nosotros miramos la prescripción de omeprazol, solamente una proporción pequeña es para la acidez. La gran mayoría de la prescripción se hace para proteger el estómago. Omeprazol es lo que vulgarmente se conoce como un protector gástrico… Entonces, estamos asistiendo a una prescripción excesiva de omeprazol porque se ha prescrito para contrarrestar fármacos que no son gastrolesivos*. Por ejemplo, fármacos para la tensión, fármacos para el ácido úrico, para el colesterol...”
“‘Usted está tomando mucha medicación, vamos a ponerle un protector’”, dice Rodríguez-Téllez a modo de escenificación de lo que puede estar ocurriendo en numerosas consultas. “Realmente, si analizamos uno a uno esos medicamentos, ninguno es gastrolesivo y ese paciente no tiene por qué tomar omeprazol”, afirma el doctor. Y es entonces cuando pagan justos por pecadores, viene a decir el galeno: “Estamos siendo víctimas, los médicos y sobre todo los pacientes, que son los que lo sufren, de ese intento que hay de limitar la prescripción de omeprazol… y claro, entonces en el saco de la limitación de la prescripción entran los pacientes que realmente necesitan este fármaco”. Según el miembro de la Fundación Española de Aparato Digestivo, a “pacientes que están estupendamente desde hace años tomando omeprazol” de repente se les dice: “‘A usted hay que quitarle el omeprazol porque no sé qué, no sé cuántos’… y entonces resulta que dejan de tomarlo y vuelven a tener unos síntomas tremendos. Yo he visto a un paciente de 70 años ingresado por una neumonía aspirativa por suspender el omeprazol cuando él sí que lo necesitaba. Creo que habrá que llegar a un equilibrio de prescripción adecuada; eso tiene que hacerlo un especialista o un médico de familia que esté interesado en el tema”.
La acidez, padecida alguna vez en la vida por el 40% de la población
El viernes 29 de mayo se celebra el Día Mundial de Salud Digestiva, que este año se centra en la acidez de estómago bajo el lema ‘Acidez: una Perspectiva Global’. “Es un tema muy relevante en nuestra especialidad; la acidez es uno de los motivos de consulta más frecuentes y realmente puede estar entre el segundo-tercer lugar de todo el global de pacientes que acuden a nuestra consulta. Además, la acidez la sufre aproximadamente alguna vez en su vida el 40% de la población. Y el reflujo gastroesofágico, que ya sería la acidez establecida en un paciente como enfermedad, lo sufre el 16% de la población”, señala el doctor.
La mejor manera de prevenir la aparición de la acidez estomacal es evitar el sobrepeso y, si una persona ya presenta esta condición, se le recomienda perder quilos. Claro que siempre hay excepciones, porque a una persona delgada que sufra dicha alteración gástrica “no vamos a decirle que pierda peso”, subraya. Rodríguez-Téllez explica que “si en el abdomen hay más presión de forma habitual que en el tórax y no nos funciona bien la válvula que está entre el esófago y el estómago, cualquier aumento de presión mínima que haya en el abdomen va a producir acidez… por eso tienen acidez las embarazadas”. También se recomienda comer pocas cantidades y varias veces al día (si el estómago se llena de comida tarda más tiempo en vaciarse, por lo que el sobrante va ascendiendo hacia arriba en las personas que presentan un defecto en el esfínter esofágico y por tanto padecen acidez). De igual modo, se ha comprobado que “el tabaco no solamente es malo para el pulmón, sino que lo es también para el esófago porque relaja el esfínter esofágico inferior, que en caso de fallo es el culpable de que ascienda el ácido desde el estómago hacia arriba”, remarca el experto.
La menta, entre los alimentos que hay que vigilar
Otras medidas preventivas pasan por evitar el exceso de consumo de grasas, chocolate, alcohol, menta... Asimismo, se puede prevenir el reflujo no acostándose justo después de comer. “Siempre hay que dejar un período que nosotros recomendamos de dos horas…. de esa manera nos aseguramos de que gran parte del contenido del estómago ya se haya vaciado en el momento en que estamos acostados, postura en la que, teóricamente, el contenido gástrico asciende más fácilmente hacia el esófago”, comenta. Por último, “cuando la acidez ya es molesta podemos sobreelevar un poquito la cabecera de la cama. Y, por temas anatómicos o de posición del estómago, es mejor dormir hacia el lado izquierdo”, asegura el especialista.
De acuerdo con FEAD, hasta un 30% de los españoles sufre acidez de estómago una vez a la semana. Cuando este síntoma se padece más de dos días a la semana se considera un síntoma de reflujo gastroesofágico (ERGE). A la hora de determinar quién tiene más números de pasar de tener acidez estomacal a sufrir ERGE se tiene en cuenta la existencia de varios factores asociados: la condición genética, ser hombre (la enfermedad es un poco más prevalente en el sexo masculino) ser obeso, ser fumador y también presentar cualquier alteración anatómica que favorezca la aparición de reflujo, como por ejemplo tener una hernia de hiato de un tamaño considerable.
Más prevalencia de reflujo porque estamos más pendientes de la salud
Así las cosas, la prevalencia de reflujo gastroesofágico está aumentando en todo el mundo. “Hay un aumento de la prevalencia -apunta Rodríguez-Tellez-, pero yo creo que el motivo principal es que estamos más pendientes de nosotros mismos. De hecho, en 1985 una auténtica figura (conocedora) del reflujo gastroesofágico como Donald Castell ya decía que la enfermedad por reflujo es como un iceberg, es decir, lo que se sabe es lo poquito que se asoma… se refería al hecho de que hay muchos pacientes que tienen una enfermedad por reflujo y que no consultan al médico. Nosotros tenemos una prevalencia en España del 16%... pues probablemente la prevalencia sea mayor si ese estudio lo hacemos dentro de 15 años”. En otras palabras, lo que el portavoz de la Fundación Española de Aparato Digestivo trata de decir es que el incremento de la prevalencia del reflujo gastroesofágico se debe, sobre todo, al hecho de que hoy en día la gente está más pendiente de su salud y, por lógica, se consulta más con el médico, lo que habría dado lugar a una mayor detección de casos.
La inmensa mayoría de pacientes con reflujo gastroesofágico responden al tratamiento con fármacos inhibidores de bomba de protones (IBP). El pequeño porcentaje de pacientes que no consiguen una mejora en su estado padecen lo que se llama reflujo gastroesofágico refractario. ¿Así pues, porcentualmente existe también una tendencia al aumento del ERGE refractario? “Nosotros pensamos que esas cifras se mantienen estables”, opina Rodríguez-Téllez. A lo que agrega: “Es muy importante acudir al médico para ver si realmente el diagnóstico es el acertado o no”. O sea, en caso de que un enfermo no responda a IBP, deberá establecerse qué es lo que padece exactamente dicho sujeto (reflujo no ácido, enfermedad no vinculada al reflujo, etc.) mediante las pruebas diagnósticas pertinentes con el fin de buscar alternativas terapéuticas.
Atención al paciente que tenga reflujo y se atragante
Algo que debe tener muy presente el afectado de reflujo gastroesofágico es que esta alteración gástrica está asociada a un mayor riesgo de padecer esófago de Barrett, una condición premaligna que puede progresar a un cáncer esofágico. “Por lo general, es un tumor que cuando se diagnostica ya es tarde”, afirma el médico, por lo que “es muy importante estar atento” a una serie de factores. “Cuando una persona tenga más acidez de lo que se considera habitual, que puede ser una vez cada dos semanas, ese paciente tiene que estar un poco atento y en vez de tomar antiácidos o omeprazol por su cuenta debe consultarnos porque somos capaces de identificar algunos signos pequeños o síntomas de alarma, como es el atragantamiento: un paciente que tenga reflujo y se atragante tenemos que verlo muy bien… hay que hacerle una endoscopia. Y a un paciente que tenga más de 5 años de evolución de reflujo tenemos que prestarle más atención si no ha sido nunca tratado ni diagnosticado previamente”, comenta.
* Gastrolesivo: que causa daños en los órganos gástricos