Redacción Farmacosalud.com
Juanete… Un nombre simpático con consecuencias que no son, ni mucho menos, simpáticas, sino todo lo contrario. El ‘juanete’ puede provocar dolor en el pie y dificultades a la hora de caminar, por lo que hay que tomárselo muy en serio. Los juanetes (conocidos también como hallux valgus) son más comunes en mujeres que en hombres por el uso de calzado inadecuado, tacón alto y punta estrecha. Y, aunque por norma general los niños no sufren esta deformidad, “hay casos en que el juanete es hereditario y se puede presentar en edad infantil”, afirma el doctor Lluís Castillo, podólogo y director de Pododent Estetic y presidente de AEMIS (Asociación Española de Cirugía de Mínima Incisión del Pie).
El Hallux Valgus, popularmente llamado juanete, es la deformidad y crecimiento del 1º metatarsiano con la desviación del 1º dedo hacia el 2º, cursando con dolor de la 1ª articulación metatarso-falángica. Es tan característico que “no puede confundirse con otra alteración del pie en el 1º dedo”, explica el doctor Castillo. Los juanetes, aparte de tener un nombre campechano, tienen también una amplia gama de manifestaciones. Los hay leves, moderados o severos dependiendo de la deformidad existente, mientras que unos juanetes producen dolor y otros no. “Además, existe un tipo muy específico de juanete llamado Hallux Rigidus, que cursa con menor deformidad que el juanete normal, pero con más dolor debido a que se produce una degeneración de la articulación con la consiguiente pérdida de movilidad del 1º dedo”, precisa el podólogo.
Cirugía de mínima incisión: prácticamente sin dolor en el posquirúrgico
El hallux valgus puede producir dolor importante en el 1º dedo del pie, en reposo o durante la deambulación, además de la deformidad de los dedos contiguos posicionándolos en garra o martillo por la presión de este 1º dedo. Este hecho dificulta enormemente la utilización de calzado normal por el roce que dicho calzado produce sobre la deformidad, con la consiguiente dificultad a la hora de caminar.
Para los juanetes hay tratamientos conservadores como son los soportes plantares y los correctores de silicona. Asimismo, para la corrección definitiva de la deformidad existen tratamientos quirúrgicos como son la cirugía abierta o tradicional “y la cirugía de mínima incisión o mal llamada ‘cirugía percutánea’”, opina Castillo. A su criterio, esta técnica debería denominarse ‘cirugía de mínima incisión del pie’ (o cirugía MIS, por las siglas en inglés de ‘minimal incision surgery’). En cualquier caso, dicho procedimiento quirúrgico consiste en la realización de unas pequeñas incisiones, acompañadas de un solo punto de sutura, y la aplicación de anestesia local. Según el experto, prácticamente no hay dolor en el posquirúrgico y existe un “mínimo riesgo de infección”, permitiendo todo ello una “deambulación inmediata con una rápida reincorporación al mundo laboral” del paciente. “El podólogo es el especialista natural en el tratamiento quirúrgico de las deformidades del pie”, asevera Castillo, quien añade que “la cirugía de mínima incisión del pie fue desarrollada por podiatras*” de Estados Unidos, para ser posteriormente importada por podólogos españoles. Todo esto viene a cuento por el hecho de que el paciente no suele tener muy claro a quién recurrir cuando padece una alteración de este tipo en el pie, por lo que puede dudar si acudir a un podólogo o a un traumatólogo. El presidente de AEMIS nos saca de dudas: “El podólogo es el especialista natural del pie y por lo tanto es normal que sea el primer especialista al que deba dirigirse el paciente con afección de sus pies. Con todo, el paciente se puede dirigir también al traumatólogo, pero siempre teniendo en cuenta que el podólogo sólo se dedica a ver patología de los pies durante todos los días, y el traumatólogo no”.
Tras la MIS, hay que llevar un calzado posquirúrgico durante 4 semanas
Tras la intervención mediante el método MIS el paciente debe llevar un calzado posquirúrgico durante 4 semanas, aproximadamente. “Si la cirugía se ha realizado correctamente y el paciente ha hecho caso de todos los consejos posquirúrgicos”, no hay posibilidad de que el juanete reaparezca al cabo de un tiempo de haberse procedido a la intervención, recalca el doctor. Por otra parte, la cirugía de mínima incisión se utiliza en muchas otras patologías del pie como son los dedos en martillo, espolones de calcáneo, callosidades interdigitales, sobrecargas metatarsales, neuromas, etc.
*Podiatra: podólogo, según el RAE