Redacción Farmacosalud.com
Aunque a menudo permanezcan ‘silenciosos’ -o ‘agazapados’, si quiere decirse así-, están ahí… y con una frecuencia más que destacable. Números cantan: los miomas uterinos (tumores benignos del útero), están presentes en una de cada dos mujeres que han rebasado la barrera de los 40 años de edad. Y también pueden aparecer, aunque con una prevalencia mucho menor, a edades más tempranas. El acetato de ulipristal es un tratamiento que ha demostrado su efectividad contra los miomas. Ahora bien, al ser un fármaco que también se usa como anticonceptivo de emergencia, es lógico preguntarse si es recomendable que una mujer con miomas que busque quedarse embarazada se someta a dicha terapia. Para despejar las dudas, de entrada cabe decir que los mecanismos de acción y las dosis de acetato de ulipristal son diferentes en cada una de las dos indicaciones. Como consecuencia de ello, cuando el fármaco se aplica para tratar los miomas “no afecta a embarazos futuros, puesto que ya hay evidencia de recién nacidos, todos sanos, tras la toma de este tratamiento”, asegura el ginecólogo Francisco Vázquez, uno de los fundadores y actualmente codirector de la Clínica CEOGA de Lugo.
Aparte de valorar la base genética de los miomas, no existen métodos de prevención para estas lesiones. En muchos casos, los miomas uterinos pueden no presentar síntomas y pasar inadvertidos. El problema surge cuando dichos tumores benignos se manifiestan: “Los miomas sintomáticos necesitan tratamiento porque la calidad de vida de las mujeres está muy deteriorada; son mujeres que tienen dificultad en el trabajo, en sus relaciones personales y en sus relaciones sociales porque el sangrado excesivo le impide llevar una vida normal. En algunos casos pueden ser causa de esterilidad y hay que tratarlos”, señala el doctor Vázquez. Asimismo, los miomas sintomáticos presentan anemia, dolor pélvico, presión pélvica, dolor menstrual y aumento de la frecuencia urinaria. En cuanto al diagnóstico, además de la sintomatología y la exploración ginecológica se realizan pruebas complementarias como la ecografía, lo que permite hacer un diagnóstico diferencial con respecto a otras patologías uterinas. “Si existen dudas muy razonables, la Resonancia Nuclear Magnética es muy eficaz para el estudio de los miomas”, comenta el ginecólogo.
Los miomas pueden causar problemas durante el embarazo, parto y puerperio
En cualquier caso, la detección de esas lesiones se basa fundamentalmente en la clínica y en la ecografía. No obstante, “con la ecografía vaginal pueden no verse todos los miomas”, mientras que “en pacientes obesas la exploración ecográfica es más dificultosa”, refiere el doctor Vázquez. Es entonces cuando procede recurrir a las “otras posibilidades de diagnóstico” existentes, destaca el doctor, quien añade que “la exploración manual también está dificultada en las mujeres obesas”.
Capítulo aparte merece la presencia de los miomas uterinos durante la gestación: “Si bien muchas mujeres con mioma pueden tener un embarazo y un parto normal, algunos miomas pueden ocasionar patología tanto durante el embarazo, como durante el parto y puerperio*. Hay aumento de prematuros, placenta previa, hemorragia y cesáreas”, explica el médico.
Un fármaco seguro “seguro y muy bien tolerado”: el acetato de ulipristal
El acetato de ulipristal es una de las indicaciones para tratar los miomas uterinos. “El acetato de ulipristal -apunta Vázquez- es eficaz para controlar de manera rápida (primera semana de tratamiento) el sangrado excesivo, reducir el volumen de los miomas y mejorar la calidad de vida de las pacientes, siendo además seguro y muy bien tolerado. Este modulador selectivo de los receptores de progesterona tiene una actividad antagonista de la progesterona, reduce parcialmente los niveles de estrógenos al inhibir FSH y LH y, al actuar sobre los receptores de progesterona en el endometrio, induce amenorrea** en la mayoría de las pacientes. También actúa sobre las células miomatosas modulando el crecimiento celular y la apoptosis***”.
Tal y como se ha señalado anteriormente, el acetato de ulipristal también se usa como anticonceptivo de emergencia. A pesar de ello, no hay contraindicación entre la administración del fármaco para tratar los miomas y un futuro embarazo. “Las dosis y el mecanismo de acción que se utiliza en contracepción de emergencia nada tienen que ver con la dosis de 5 mg de acetato de ulipristal, que se utiliza en ciclos de 3 meses con descanso de dos meses entre cada ciclo. Este tratamiento intermitente no afecta a embarazos futuros, puesto que ya hay evidencia de recién nacidos, todos sanos, tras la toma de este tratamiento”, aclara el ginecólogo. Por otro lado, mientras se tratan los miomas con ESMYA® (acetato de ulipristal 5 mg) la paciente no debe usar la píldora anticonceptiva, dado que “no se puede asociar al tratamiento”, especifica.
Tras recibir el acetato de ulipristal, pocas mujeres requieren cirugía
La eficacia de ESMYA® ha ido revalorizándose con el paso del tiempo. En un principio, alrededor del 50% de las mujeres tratadas con acetato de ulipristal rechazaban la cirugía para los miomas al finalizar el tratamiento. Es decir, el 50% restante de mujeres eran candidatas a ser operadas pese haberse tratado con dicho fármaco. Según el facultativo, “esos datos proceden de los estudios Fase III publicados en ‘New England Journal of Medicine’ (Feb 2012), que eran estudios de pacientes programadas para cirugía que sólo recibieron un ciclo de tres meses de tratamiento. Posteriormente, se realizaron estudios a largo plazo publicados en ‘Fertility and Sterility’ (Mar 2014 y 2015) y las pacientes que precisaban cirugía eran pocas”. Así pues, “en estos últimos ensayos clínicos quedó demostrada la eficacia y seguridad de los ciclos repetidos de acetato de ulipristal”, afirma con contundencia el doctor Vázquez.
* Puerperio: período que sigue al parto (dura unas semanas, hasta que el organismo de la mujer vuelva al estado anterior al de la gestación)
** Amenorrea: ausencia de menstruación
*** Apoptosis: muerte celular programada que busca eliminar células dañadas