Redacción Farmacosalud.com
El dolor lumbar crónico (DLC) afecta a más de 500 millones de personas en todo el mundo. Los tratamientos farmacológicos actuales ofrecen una eficacia limitada y conllevan riesgos considerables, lo que justifica el desarrollo de alternativas seguras y eficaces, según se indica en un estudio publicado en ‘Nature Medicine’. Así las cosas, un ensayo clínico multicéntrico ha evaluado la eficacia y la seguridad de VER-01, un extracto del cánnabis sativa que logra reducir el dolor en estos pacientes y sin que aparezcan signos de dependencia terapéutica, de ahí que VER-01 haya mostrado su ‘potencial como un tratamiento nuevo, seguro y eficaz para el dolor lumbar crónico’, se lee en el artículo.

Autor/a: HayDmitriy
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De acuerdo con las cifras del ensayo, fueron 820 los adultos que decidieron participar en las pruebas asociadas a esta terapia. El estudio cumplió con su criterio de valoración principal en la fase A, con una reducción media del dolor de -1,9 puntos NRS (escala de calificación numérica) en el grupo VER-01 (diferencia de medias (DM) frente a placebo = −0,6, intervalo de confianza (IC) del 95% = −0,9 a −0,3; P < 0,001).
En la fase A, la incidencia de acontecimientos adversos (en su mayoría de leves a moderados y transitorios) fue mayor con VER-01 que con placebo (83,3% frente a 67,3%; P < 0,001).
La Reumatología intervencionista, una eficaz aliada contra el dolor
Por otro lado, cabe destacar que en los últimos años se ha registrado un gran avance en el intervencionismo dentro de la Reumatología. Gracias al desarrollo tecnológico y especialmente al uso de la ecografía musculoesquelética, se puede diagnosticar y tratar el dolor secundario a patologías reumáticas inflamatorias (artritis reumatoide o espondiloartritis) o la sintomatología subyacente a afecciones degenerativas o mecánicas. Y, además, puede hacerse de manera más eficaz con el apoyo de la imagen, aplicando técnicas ecoguiadas o con fluoroscopia, lo que permite mejorar los resultados en salud y reducir el riesgo de complicaciones.
“Por consiguiente, se han consolidado nuevas opciones terapéuticas como la radiofrecuencia para el tratamiento del dolor crónico refractario y la toxina botulínica en el fenómeno de Raynaud, así como el auge de la terapia regenerativa, con el uso de ácido hialurónico, plasma rico en plaquetas (PRP) y otros tratamientos biológicos, que buscan no sólo aliviar el dolor, sino también favorecer la reparación tisular y mejorar la evolución a medio y largo plazo”, manifiesta el Dr. David Castro, miembro del Servicio de Reumatología del Hospital General Universitario de Ciudad Real y uno de los coordinadores de la Escuela ‘SER-Javier Vidal’ de habilidades en procedimientos intervencionistas, evento organizado por la Sociedad Española de Reumatología con la colaboración de Nordic Pharma.

Escuela ‘SER-Javier Vidal’
Fuente: Fundación Española de Reumatología / Sociedad Española de Reumatología (SER-Reumatología)
Artrosis, bursitis, tendinopatías…
Los procedimientos intervencionistas están indicados tanto en enfermedades inmunomediadas como en patología musculoesquelética mecánica y degenerativa. Pacientes con artritis reumatoide, enfermedad psoriásica, espondiloartritis axial con sacroilitis y otras dolencias inmunomediadas, además de afectados por artrosis, bursitis, tendinopatías o síndromes miofasciales, pueden beneficiarse de infiltraciones, bloqueos nerviosos, plasma rico en plaquetas, viscosuplementación, toxina botulínica o radiofrecuencia.
En definitiva, cualquier persona en la que el dolor limita su funcionalidad y no responde adecuadamente al tratamiento convencional puede encontrar en el intervencionismo una terapia más que puede ser eficaz. “Un gran porcentaje de pacientes experimentan, gracias a estos tratamientos, menos dolor, mejor movilidad y, en algunos casos, curación de sus lesiones”, añade la Dra. Lola Bursón, facultativa del Servicio de Reumatología del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa (Sevilla).
En opinión de la especialista, “la gran ventaja de este tipo de procedimientos es la precisión, junto con el resto de beneficios que aportan respecto a otras alternativas más invasivas. Además, los riesgos son mínimos al emplear las medidas adecuadas. Lo más habitual es sentir molestias o hinchazón o en los primeros días tras el procedimiento, y es muy raro que suceda una infección".

Dra. Lola Bursón
Fuente: Fundación Española de Reumatología / Sociedad Española de Reumatología (SER-Reumatología)