Redacción Farmacosalud.com
Hasta un 30% de las mujeres con incontinencia urinaria (IU) presentan síntomas de depresión, consecuencia directa de la pérdida de autonomía, el deterioro de la calidad de vida y el estigma social asociado a esta alteración1. Se estima, además, que cerca de tres millones de personas en España conviven con la IU, afectando especialmente a las mujeres mayores institucionalizadas, quienes presentan enfermedades crónicas, polimedicación o movilidad reducida, y en las que la prevalencia de este problema urinario alcanza un 89,5%2. A pesar de estas cifras, la IU continúa siendo una condición altamente infradiagnosticada, infratratada y estigmatizada, lo que obstaculiza gravemente el acceso a una atención adecuada.
Ante este contexto, surge la Alianza contra la Incontinencia Urinaria (ALiNUR), formada por nueve sociedades científicas y asociaciones de pacientes con el apoyo de la compañía de tecnología médica Becton Dickinson, con el objetivo de visibilizar, abordar y mejorar la atención a la incontinencia urinaria en España, un problema de salud pública creciente que debe ocupar un lugar prioritario en la agenda sanitaria.

Fuente: ALiNUR / Cariotipo
Desarrollar un abordaje específico que responda a las múltiples necesidades no cubiertas
Así lo refleja el documento de consenso elaborado por los miembros de la ALiNUR, ‘Retos y propuestas para la mejora de la continencia urinaria femenina en España’, en el que los expertos señalan la necesidad de desarrollar un abordaje específico que responda a las múltiples necesidades no cubiertas de esta patología. Entre ellas, destaca la importancia de implementar programas de formación específica dirigidos a profesionales sanitarios, así como acciones de educación en torno a la afección para pacientes y familiares, de modo que se les capacite para el diagnóstico ágil y el control de la enfermedad.
“Reforzar la preparación de los médicos de familia e impulsar las figuras de la enfermera de enlace o la enfermera gestora de casos resulta fundamental para el manejo de la incontinencia urinaria. No sólo en cuestión de diagnóstico y seguimiento de la enfermedad, sino para mejorar la coordinación entre niveles asistenciales, la continuidad asistencial y la atención de los y las pacientes”, sostiene María Victoria García, miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Enfermería Geriátrica y Gerontológica (SEEGG) y miembro de la Alianza. “El impulso de unidades especializadas en el manejo de incontinencia urinaria facilitarían que cada paciente reciba la atención más adecuada según su situación clínica. Un hecho especialmente relevante para los casos más complejos”, concluye García.
Para alcanzar esta adecuación de la atención de las pacientes y garantizar el acceso rápido y óptimo a tratamiento, ALiNUR reclama que se garantice que las mujeres que padecen esta condición tengan acceso a todas las alternativas terapéuticas disponibles en el mercado nacional, incluyendo las soluciones terapéuticas innovadoras. Por ello, resulta también crucial incentivar la investigación en torno a esta patología en diversas poblaciones.
“Contar con datos actualizados sobre la prevalencia en nuestro país a través de una muestra representativa, facilitaría una mejor comprensión de la magnitud e impacto de la incontinencia urinaria en la salud. La innovación en esta materia contribuiría notablemente al desarrollo de nuevos tratamientos y dispositivos sanitarios que podrían ofrecer soluciones efectivas, seguras y accesibles, especialmente para las pacientes en las que el abordaje es paliativo”, subraya la Dra. Irene Díez Itza, presidenta de la Sección de Suelo Pélvico de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO).
En Europa, la carga económica de la IU supera los 69.000 millones de euros anuales
El abordaje de la IU femenina en territorio español genera un impacto económico tanto en términos de costes directos como indirectos; en Europa se estima que la carga económica supera los 69.000 millones3 de euros anuales. En España, sólo el uso de productos absorbentes representaba el 59% del total de productos sanitarios prescritos en 20224, con su consiguiente repercusión a nivel ambiental, generando más de 172.000 toneladas de residuos anuales derivados de la eliminación de pañales de un solo uso5, cuya degradación completa puede tardar hasta 500 años.

(de izq. a dcha.): María Victoria García, miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Enfermería Geriátrica y Gerontológica (SEEGG); Irene Díez Itza, presidenta de la Sección de Suelo Pélvico de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), y Àngels Roca, paciente y presidenta de la Asociación Incontinencia ASIA
Fuente: ALiNUR / Cariotipo
“Muchas mujeres sentimos vergüenza y temor a ser juzgadas, por lo que no lo compartimos con los profesionales sanitarios, incluso ni siquiera con nuestro propio entorno. Esta situación contribuye al aislamiento social, la disminución del autoestima y problemas emocionales como la depresión”, explica Àngels Roca, presidenta de la Asociación Incontinencia ASIA. “Poner en marcha acciones de sensibilización social contribuiría notablemente a reducir este estigma, así como a fomentar entornos más comprensivos y adaptados a las necesidades de las personas afectadas”, agrega.
El reto de la IU en la paciente geriátrica
La IU afecta a entre el 20% y el 25% de la población geriátrica, con cifras que superan el 50% en residencias para personas mayores. Sin embargo, únicamente una minoría de pacientes consulta al médico, lo que refleja un importante infradiagnóstico y subregistro. A esta situación contribuyen factores como la falta de educación sanitaria, la escasa sensibilización de los profesionales y la percepción errónea de que la IU es una consecuencia inevitable del envejecimiento.
Los expertos señalan que el manejo eficaz de la IU en este grupo requiere un enfoque multidisciplinar, que combine tratamientos farmacológicos y no farmacológicos, sobre todo en aquellas personas en las que el abordaje es paliativo. En entornos institucionalizados, además, la elevada prevalencia plantea retos añadidos en cuanto a recursos, formación del personal y protocolos de atención. “La IU sigue siendo una gran invisibilizada en la atención a las personas mayores. Es fundamental promover intervenciones centradas en la dignidad y la calidad de vida de quienes la padecen”, subraya García.
Referencias
1. Avery, J., & Stocks, N. (2016). Urinary Incontinence, Depression, and Psychosocial Factors – A Review of Population Studies. European Medical Journal, 58-67. https://doi.org/10.33590/emj/10312098
2. Stewart, E. (2018). Assessment and management of urinary incontinence in women. Nursing Standard, 33(2), 75-81. https://doi.org/10.7748/ns.2018.e11148
3. European Association of Urology. (2024). The health, socio-economic and environmental costs of continence problems in the EU. https://d56bochluxqnz.cloudfront.net/media/Socio-economic_report_UrgetoAct.pdf
4. Ministerio de Sanidad. (2023). Informe Anual del Sistema Nacional de Salud 2023. https://www.sanidad.gob.es/estadEstudios/estadisticas/sisInfSanSNS/tablasEstadisticas/InfAnualSNS2023/INFORME_ANUAL_2023.pdf
5. Rising incontinence costs and the environmental crisis lurking in Europe’s waste. (2024). Health News. https://www.healthnews.ie/mens-healthcare/rising-incontinence-costs-and-the-environmental-crisis-lurking-in-europes-waste/