Redacción Farmacosalud.com
De acuerdo con un estudio internacional en el que ha participado el Hospital Universitario de Bellvitge (l’Hospitalet de Llobregat, en Barcelona), un nuevo fármaco, tenofovir alafenamide, presenta menos efectos negativos a largo plazo que uno de los fármacos más utilizados hasta ahora en el tratamiento contra el VIH. El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) es el agente causante del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida). El innovador compuesto, en una combinación de antirretrovirales, mantiene el 90% de eficacia pero con la ventaja de que no tiene efectos negativos en el riñón y los huesos, como sucedía hasta ahora. Los enfermos con hepatitis B también se podrían beneficiar de estas ventajas, ya que el medicamento al que sustituirá también se utiliza en este tratamiento.
El tenofovir disoproxil fumarate, uno de los fármacos más utilizados en el tratamiento contra el VIH, puede causar a largo plazo efectos tóxicos en el riñón y los huesos en una pequeña proporción de enfermos, daños que se incrementan con el aumento de la edad y de comorbilidades de estos pacientes. Ahora, un estudio(1) publicado en la revista ‘The Lancet’ ha comprobado como un nuevo medicamento tiene la misma eficacia en el tratamiento pero con una gran ventaja: no repercute negativamente en los tejidos de los pacientes, ha informado el centro hospitalario de Bellvitge.
No se metaboliza en la sangre, sino en las células linfoides
El nuevo fármaco, llamado tenofovir alafenamide, no genera toxicidad a largo plazo en los tejidos de los pacientes con VIH, ya que no se metaboliza en la sangre, sino que lo hace directamente en las células linfoides. De esta manera, se evita la posibilidad de que el riñón y los huesos de los enfermos queden dañados y, al mismo tiempo, se mantiene la alta eficacia (del 90%) del fármaco utilizado hasta ahora, que se administra en un comprimido único en combinación con otras moléculas. "Este nuevo fármaco permite la misma eficacia conseguida hasta ahora con una mejor tolerabilidad a largo plazo. Este es un gran avance para una enfermedad crónica como es el VIH, que necesita un tratamiento para toda la vida", explica el Dr. Daniel Podzamczer, jefe de la Unidad de VIH del Hospital Universitario de Bellvitge, único hospital español firmante del estudio internacional.
En la actualidad, el tenofovir disoproxil fumarate se utiliza aproximadamente en el 65% de los tratamientos para el VIH en diferentes combinaciones. Este es un fármaco que se metaboliza directamente en la sangre y puede originar toxicidad tubular, lo que a largo plazo puede ser la causa del desarrollo de alguna enfermedad en el riñón, como la insuficiencia renal, u otras alteraciones óseas, como la osteoporosis o el aumento de las probabilidades de sufrir fracturas. "Es poco frecuente que los enfermos lleguen al extremo de sufrir estas enfermedades, ya que se hacen controles rutinarios para que eso no ocurra. La gran ventaja del nuevo fármaco es que con la misma eficacia se consigue una mejor tolerabilidad y, además, que se puedan reducir los controles de sangre y de orina", indica Podzamczer.
Los resultados podrían beneficiar a enfermos con hepatitis B
El estudio ha comparado el tratamiento con ambos medicamentos, en combinación con otros tres (emtricitabina, elvitegravir y cobicistat) en 1.733 pacientes de 16 países diferentes. "Los resultados han mostrado que los efectos negativos sobre el riñón y los huesos son significativamente más bajos en los pacientes tratados con tenofovir alafenamide, dotándolo así de mayor seguridad para el enfermo", asegura el facultativo. Después de las 48 semanas de seguimiento, los dos fármacos tuvieron un 90% de eficacia virológica. Los resultados no sólo son beneficiosos para personas con VIH, sino que podrían favorecer a enfermos con hepatitis B, ya que el tenofovir disoproxil fumarate también es uno de los compuestos utilizados en el tratamiento de esta enfermedad.
Referencia
1. PAUL E. SAX ET AL. “Tenofovir alafenamide versus tenofovir disoproxil fumarate, coformulated with elvitegravir, cobicistat, and emtricitabine, for initial treatment of HIV-1 infection: two randomised, double-blind, phase 3, non-inferiority trials”. The Lancet [En línea]. Disponible en:
http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S014067361560616X