Redacción Farmacosalud.com
La Asociación Española de Urología (AEU) está desarrollando, con ayuda de la Inteligencia Artificial (IA) generativa, unas guías uro-oncológicas de práctica clínica para el abordaje de los cánceres de vejiga musculo-invasivo, no musculo-invasivo y urotelial, de riñón, de próstata, testículo y pene. Lo ha apuntado el Dr. José Luis Álvarez-Ossorio, presidente de la AEU, en el marco de la XXXVIII Reunión Nacional del Grupo de Urología Oncológica (GUO) de dicha Asociación, evento celebrado recientemente en Gijón (Asturias).

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Según el Dr. Álvarez-Ossorio, la IA ha irrumpido también en la esfera de la Urología, de tal modo que su uso “va a imprimir un cambio en la práctica clínica”. Así, la aplicación de esta supertecnología avanzada optimizará la vigilancia activa en el ámbito del tumor prostático maligno y permitirá establecer nuevos modelos analíticos de imágenes, tanto radiológicas como anatomo-patológicas, que mejorarán los diagnósticos y tratamientos uro-oncológicos. Todo ello se traducirá en “una medicina más personalizada”, asegura el presidente de la AEU en declaraciones a www.farmacosalud.com.
Y, si bien hay voces que presagian que el empleo de la Inteligencia Artificial propiciará una “medicina más fría”, Álvarez-Ossorio opina todo lo contrario, ya que cree que la IA “va a mejorar la relación médico-paciente” por cuanto que, por poner un ejemplo, el facultativo tendrá la oportunidad de dedicar más tiempo a los enfermos gracias al hecho de haberse librado de ciertas tareas que habrá desarrollado o estará desarrollando el mencionado ente tecnológico.
Proactividad y multidisciplinariedad
En la Reunión del GUO se ha puesto el acento en el papel proactivo de la Urología en el abordaje integral de la patología oncológica. A este respecto, el experto recuerda que la urología es una especialidad medico-quirúrgica que, en su vertiente uro-oncológica, adopta un modelo integral de atención que contempla la realización de procedimientos de screening, diagnóstico, tratamiento médico y quirúrgico, y seguimiento. “Por supuesto, eso viene recogido dentro de la multidisciplinariedad, o sea, que no solamente vamos a estar los urólogos ahí, pero el urólogo tiene que ser el que defina y lidere la decisión no solamente quirúrgica -muchos piensan que la urología es una especialidad únicamente quirúrgica-, sino también la médica”, apunta.
En el video que puede clicarse a continuación, el Dr. Álvarez-Ossorio da más argumentos que refuerzan el papel proactivo de los profesionales de la urología oncológica:
Los biosimilares, uno de los estandartes de la medicina económicamente sostenible
“La uro-oncología tiene un alto impacto clínico, científico y económico. Dentro de los 10 tumores más frecuentes, tenemos tres genitourinarios, que son el de próstata, vejiga y riñón. Eso supone una alta carga de trabajo y también, por supuesto, económica”, advierte el presidente de la AEU. Es cierto que los nuevos tratamientos que van apareciendo mejoran los índices de supervivencia y, además, lo consiguen sin empeorar la calidad de vida de los pacientes, “pero eso tiene un coste económico”, insiste el facultativo, quien a renglón seguido destaca la importancia de no alejarse del concepto de “medicina sostenible”.
Ahí es donde los biosimilares juegan con ventaja, por su menor coste. Cabe recordar que un fármaco biosimilar es un medicamento biológico equivalente en calidad, eficacia y seguridad a un medicamento biológico original, llamado producto de referencia. Para Álvarez-Ossorio, el uso de biosimilares puede “acomodar” presupuestos sanitarios y, con ello, facilitar una mayor equidad y acceso a los medicamentos entre la población general.