Redacción Farmacosalud.com
El Hospital Universitario Ramón y Cajal (Madrid) ha utilizado por primera vez en España la ecografía en imagen en 4D intracardiaca para implantar un dispositivo diseñado para sustituir la válvula tricúspide nativa -una de las cuatro válvulas que controlan el flujo de la sangre a través del corazón- sin necesidad de recurrir a la cirugía a corazón abierto. Gracias a esta novedosa intervención, prácticamente no existe dolor ni postoperatorio, con lo cual la recuperación y la vuelta a la vida cotidiana es rápida. Así, el paciente puede deambular antes de 48 horas, recibe el alta hospitalaria en 2-3 días y, en menos de una semana, ya puede hacer vida normal, aunque tomando las debidas precauciones en vista de la gravedad de la afección que sufre.
“Al ser una intervención menos invasiva, los pacientes tienen una recuperación más rápida que en una operación por vía convencional. Una vez dados de alta, normalmente en menos de 1 semana ya pueden hacer una vida normal, evitando esfuerzos y adoptando unas precauciones mínimas en la zona de punción. No obstante, no debemos olvidar que se trata de personas que, además de tener una patología grave que presenta estadios avanzados, padecen enfermedades asociadas que ya de por sí condicionan una situación de fragilidad ante cualquier intervención”, puntualiza desde www.farmacosalud.com la Dra. Covadonga Fernández-Golfín, jefa de Sección de Imagen Cardiovascular de Cardiología del centro hospitalario madrileño.

Dra. Covadonga Fernández-Golfín
Fuente: Hospital Ramón y Cajal
La evolución del individuo operado “es mucho mejor en el sentido de que la intervención es menos agresiva, con lo cual se posibilita una recuperación más rápida”, agrega por su parte la Dra. Ariana González-Gómez, directora de la Clínica Valvular del Servicio de Cardiología del Ramón y Cajal.
Visualización de las estructuras cardiacas en movimiento en tiempo real
Hasta la fecha, 13 pacientes han sido operados bajo los parámetros de esta novedosa técnica. El proceso guiado mediante la imagen en 4D supone un hito en la dispensación de tratamientos y cuidados innovadores. Actualmente, el Ramón y Cajal es también el hospital español que realiza más implantes de esta nueva prótesis percutánea. La ecocardiografía 4D añade el factor tiempo a las tres dimensiones de la ecocardiografía 3D y, por tanto, “permite visualizar las estructuras cardiacas en movimiento en tiempo real y con una adecuada resolución temporal”, especifica la Dra. Fernández-Golfín.
Según la experta, la ecocardiografía intracardiaca 4D aúna dos características que la hacen especialmente útil en este tipo de intervenciones:
• la primera es que, al ser una ecocardiografía intracardiaca (es decir, que se realiza mediante una sonda que se introduce directamente en el interior de las cavidades cardiacas), posibilita una mejor visualización de la válvula tricúspide al haber una mejor calidad de imagen
• La segunda reside en el hecho de que, al emplear tecnología 4D, pueden obtenerse imágenes tridimensionales en tiempo real y en movimiento del corazón y de las distintas estructuras cardiacas, y de este modo guiar el procedimiento de forma más fiable y segura

Fuente: Hospital Ramón y Cajal
Pacientes candidatos: casos en los que la cirugía convencional suponga un riesgo inasumible
Se pueden beneficiar de la nueva técnica individuos que padecen insuficiencia severa de la válvula tricúspide causada por un cierre incorrecto de dicha válvula, principalmente porque el anillo donde está implantada está dilatado. Son, por tanto, pacientes que presentan problemas complejos en las válvulas de corazón y que, además de correr un alto riesgo al someterse a una cirugía, no pueden ser tratados con métodos menos invasivos como sería el implante de un anillo percutáneo o ‘clips’ en los velos de la válvula tricúspide. Así pues, actualmente la ecocardiografía intracardiaca 4D para colocación de prótesis se ofrece a sujetos “con insuficiencia grave de la válvula tricúspide en los que, por edad y/o afecciones cardiacas y no cardiacas asociadas, la cirugía convencional suponga un riesgo no asumible”, detalla Fernández-Golfín.
La nueva técnica quirúrgica consiste en el implante percutáneo transcatéter (a través de la ingle) de una válvula biológica en posición tricúspidea. De acuerdo con la jefa de Sección de Imagen Cardiovascular del Servicio de Cardiología del Hospital Ramón y Cajal, todo ello comporta que se esté hablando de un procedimiento mínimamente invasivo: “efectivamente, el procedimiento se realiza a través de una incisión en la ingle del paciente y mediante catéteres que, desde la ingle y a través de la vena femoral, alcanzan el corazón”. No hay, pues -recordémoslo una vez más-, cirugía abierta.

Dr. Ángel Sánchez Recalde
Fuente: Hospital Ramón y Cajal
Sin cicatrices
“No queda ningún tipo de cicatriz”, dado que la aplicación de esta metodología contempla la realización de una “incisión muy pequeña en la ingle”, de modo que “prácticamente no existe dolor ni postoperatorio, con lo cual la recuperación y la vuelta a la vida cotidiana es rápida”, apunta el Dr. Ángel Sánchez Recalde, coordinador de la Sección de Cardiología Intervencionista del mencionado centro hospitalario.
Para llevar a cabo esta operación se emplean dos novedosas herramientas cardiovasculares: un nuevo equipo de ecografía y ultrasonidos y un catéter de ecografía 4D. La calidad de imagen superior y las mediciones avanzadas asistidas por Inteligencia Artificial (IA) mejoran significativamente la precisión diagnóstica y los resultados quirúrgicos. Se trata de un abordaje innovador y exclusivo que, además, permite realizar más procedimientos y de forma más segura, con un menor coste y con mejoras asistenciales y físicas para los pacientes.
“Es esencial disponer de las técnicas de imagen porque somos los ojos del cardiólogo intervencionista. Todo el implante, y todo el control para asegurarnos de que la prótesis está bien colocada, que se va a desplegar bien, que no va a haber ninguna complicación y que va a funcionar correctamente, se tiene que hacer guiado por imagen”, indica a través de un comunicado la Dra. Fernández-Golfín.
“Hay casos en los que la imagen, usando la técnica habitual de ecocardiografía transesofágica, es muy mala por la presencia de prótesis metálicas o marcapasos, de modo que resulta muy difícil visualizar el lugar del implante; por dicho motivo, hay que utilizar métodos más innovadores como la ecografía intracardiaca 4D”, sostiene la Dra. Luisa Salido Tahoces, médica adjunta de la Sección de Cardiología Intervencionista.

Fuente: Hospital Ramón y Cajal