Redacción Farmacosalud.com
Los tipos más frecuentes de cáncer infantil son las patologías hematológicas (leucemias y linfomas), seguidas de los tumores sólidos. Entre estos últimos se encuentran los sarcomas de partes blandas, que representan el 6% de los tumores pediátricos. Cada año, en España se diagnostican entre 65 y 70 sarcomas de partes blandas en niños, de los cuales la mitad son rabdomiosarcomas (RMS), un cáncer infantil agresivo que afecta los músculos. Más de un tercio de estos sarcomas se localizan en la vejiga, la vagina o el útero, afectando principalmente a menores de entre 3 y 5 años. Hasta ahora, las opciones de tratamiento pasaban por cirugías radicales altamente mutilantes o radioterapia externa, con efectos secundarios que comprometían la calidad de vida de los pacientes.
Ante esta situación, se derivaba a los pacientes a Francia, donde los hospitales Bicêtre y Gustave Roussy han desarrollado un innovador tratamiento mínimamente invasivo basado en la braquiterapia. Pero, ahora, un equipo de profesionales del Hospital Universitario Vall d’Hebron (Barcelona), liderado por la Dra. Gabriela Guillén, miembro del Servicio de Cirugía Pediátrica, se ha formado en estos centros para implementar dicha técnica en España y garantizar su disponibilidad en todo el territorio mediante las redes de referencia CSUR. La Dra. Marta Martos, adjunta de Cirugía Pediátrica, aprovechó una de sus estancias formativas en centros internacionales para aprender el nuevo procedimiento en el hospital Bicêtre de París.

Imagen relativa a la braquiterapia
Fuente: Cortesía del VHIR (Vall d’Hebron Instituto de Investigación)
Implantación quirúrgica de cánulas muy finas
La braquiterapia consiste en la implantación quirúrgica de cánulas muy finas dentro del tumor, a través de las cuales se administra la radiación de manera localizada, minimizando el daño a los tejidos sanos, informa el centro hospitalario barcelonés mediante un comunicado. “Esta técnica ha demostrado ser más eficaz que otras formas de radioterapia en estas localizaciones anatómicas tan especiales, incluida la protonterapia, y ofrece excelentes tasas de curación con menos secuelas”, destaca la Dra. Guillén.
La braquiterapia reduce la exposición de los tejidos sanos a la radiación, un aspecto fundamental en niños en crecimiento. “Además, permite aplicar una dosis localizada más alta y disminuye significativamente el riesgo de desarrollar tumores malignos secundarios inducidos por la radiación”, precisa.
Un trabajo en red para un tratamiento de alta precisión
Para poder aplicar el nuevo procedimiento, el Hospital Universitario Vall d’Hebron y el ICO (Instituto Catalán de Oncología) han establecido un protocolo conjunto de braquiterapia pediátrica, que funciona como un modelo de referencia para toda España. “Cuando un hospital del país diagnostica a un niño candidato a este tratamiento, un comité multidisciplinario evalúa el caso junto con los especialistas del centro de origen. Si se confirma que la braquiterapia es la mejor opción, el paciente es derivado al Vall d’Hebron, centro de referencia estatal (CSUR) en sarcomas pediátricos”, explica Guillén.
El proceso se realiza en dos fases: primero, los cirujanos pediátricos de Vall d’Hebron intervienen al paciente y revisan el tumor, y el equipo de braquiterapia del ICO implanta los tubos o aplicadores en la zona crítica. Para recibir la radiación a través de estos tubos de manera controlada y precisa, el paciente es trasladado al ICO, en su sede de Hospitalet de Llobregat. Durante unos cinco días, el niño se desplaza entre los dos hospitales en ambulancia acompañado de su familia y de un profesional sanitario para completar el tratamiento, que se realiza en dos sesiones diarias separadas por seis horas. Finalizado el procedimiento, el niño regresa a su hospital de origen para continuar con el seguimiento.
Este protocolo permite que niños de toda España accedan a la braquiterapia con las máximas garantías de seguridad. La centralización de este tipo de tratamientos es clave, ya que la evidencia científica demuestra que los mejores resultados se obtienen en centros de alta especialización como Vall d’Hebron y el ICO. Además del rabdomiosarcoma genitourinario, la braquiterapia también podrá aplicarse en otros sarcomas de partes blandas, tumores perineales/perianales y algunos tumores germinales malignos, ampliando así el abanico de pacientes que pueden beneficiarse de esta innovación.