Redacción Farmacosalud.com
El desarrollo del páncreas artificial, uno de los últimos avances tecnológicos aplicados a la salud, ha avanzado con rapidez especialmente en los últimos cinco años al tiempo que el número de publicaciones de estudios clínicos ha crecido de forma exponencial. Existen a día de hoy 74 publicaciones de estudios de validación clínica, de los cuales un 22 por ciento son estudios fuera del hospital (hotel, campo diabético o el domicilio del paciente) de varios días o incluso de un mes de uso continuado.
Los mencionados estudios, que se centran principalmente en el control nocturno, en las que las hipoglucemias pueden presentar un serio riesgo para el paciente diabético, han demostrado, mediante diferentes prototipos, que “el páncreas artificial permite aumentar el porcentaje de tiempo en que la glucemia permanece en rango de objetivo y disminuir la glucemia media con una incidencia inferior o igual de hipoglucemias. Queda todavía margen de mejora para el control tras la ingesta, pero el páncreas artificial ya es, a día de hoy, una realidad”, según explicó Jorge Bondia, investigador del Instituto de Automática e Informática Industrial de la Universidad Politècnica de València (UPV), que ha participado en la mesa redonda Impacto de las nuevas tecnologías en la diabetes durante el XXVI Congreso Nacional de la Sociedad Española de Diabetes (SED).
Deben introducirse mejoras en los algoritmos de control
Precisamente, Jorge Bondia es coinvestigador principal, junto con Josep Vehí, de la Escola Politècnica Superior de la Universitat de Girona (UdG), de un ensayo clínico, pionero en España, para estudiar la eficacia de un páncreas artificial. En la investigación participan 20 pacientes del Hospital Clínico Universitario de Valencia y del Hospital Clínic de Barcelona. El ensayo clínico está dirigido por el Dr. Francisco Javier Ampudia-Blasco, del Servicio de Endocrinología y Nutrición del hospital valenciano, en colaboración con el Dr. Paolo Rossetti, del Hospital Sant Francesc de Borja de Gandía (Valencia) e investigador del Instituto de Investigación Sanitaria (INCLIVA) del Hospital Clínico Universitario de Valencia, y los Drs. Ignacio Conget, Marga Giménez y Carmen Quirós, del Hospital Clínic de Barcelona.
A este respecto, el Dr. Paolo Rossetti explicó que “se trata de una tecnología muy innovadora aún en desarrollo en la que todavía se deben introducir mejoras en los algoritmos de control para ayudar a la personas con diabetes a controlar automáticamente sus niveles de glucosa en la sangre, proporcionándoles un substituto endócrino con las funciones de un saludable páncreas”.
Las microRNAs, foco de atención
El presidente del Comité Organizador del XXVI Congreso de la SED y jefe del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Clínico Universitario de Valencia, el Dr. Juan F. Ascaso, destacó que “el páncreas artificial debe dar autonomía y seguridad a los pacientes, permitiéndoles vivir la enfermedad sin obsesiones, además de evitar complicaciones derivadas de los descensos de glucemia. Se trata de acercarnos a tratamientos a la medida del paciente reduciendo los problemas derivados del tratamiento y los costes”. El Dr. Juan F. Ascaso destacó “la importancia del impacto de las nuevas tecnologías en el control y tratamiento de la diabetes así como de los nuevos métodos para el análisis sistemáticos de las glucemias capilares y el uso de la monitorización continua de glucosa como herramienta muy útil en el seguimiento del paciente con diabetes”.
Además, el XXVI Congreso Nacional de la SED también incluye “una amplia cobertura de los aspectos básicos o de investigación sanitaria, que son la base del desarrollo de nuevos conocimientos para su aplicación posterior a la clínica, y que hoy se conoce como investigación traslacional”, indicó Ascaso. Así, en una mesa sobre comunicación entre los tejidos diana se hablará de microRNAs, pequeñas moléculas de RNA con un papel regulador y con un importante papel en muchas enfermedades, también en la diabetes, y con potencial de poder convertirse en nuevas dianas terapéuticas en el tratamiento de la patología diabética, han apuntado desde la SED.