Doctor Manuel Esteban / Redacción Farmacosalud.com
Los tiempos están cambiando y la urología no es una excepción. “La medicina entendida como un arte, donde cada médico hace lo que cree que es mejor, ha cambiado… todo lo que hacemos tiene que estar basado en la mayor evidencia que existe publicada, y la medicina basada en la evidencia es la suma de la mayor evidencia científica disponible”, afirma categóricamente el doctor Manuel Esteban, jefe de Servicio de Urología del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo. Precisamente, el doctor Esteban es uno de los coordinadores de la primera Guía desarrollada en España para el diagnóstico y tratamiento farmacológico del síndrome de la vejiga hiperactiva -hasta ahora los profesionales médicos españoles tenían que consultar guías internacionales a la hora de abordar el manejo de esta afección-, un documento que recoge “la mejor evidencia, pero adaptada al entorno español”, precisa el urólogo.
Así pues, la Guía para la Evaluación y Tratamiento Farmacológico de la Vejiga Hiperactiva está basada en las guías internacionales, pero adaptada al contexto sanitario español. “Es verdad que hay una evidencia científica que abarca todo el mundo, pero no es menos cierto que hay que adaptarla a variaciones o características locales. En el caso de España, lo que hemos pretendido ha sido coger las guías que demuestran la mayor evidencia que hay a nivel europeo y americano en diagnóstico y tratamiento de vejiga hiperactiva y trasladarlas a la realidad de la medicina y urología española”, señala. Según el experto, en el entorno español existen “diferentes variaciones en, por ejemplo, las relaciones entre atención primaria y especializada, la posibilidad de disponer de diferentes medios diagnósticos y terapéuticos o la diferente manera de abordar cada paciente en España respecto a países como Inglaterra, Francia, Suecia o Alemania”, indica el doctor Esteban.
“El paciente, principal beneficiario de que disminuya la variabilidad práctica”
Cierto es que el nuevo documento tiene un enfoque eminentemente práctico y que está dirigido fundamentalmente a los propios urólogos. Pero no menos cierto es que quien se va a beneficiar más de este trabajo es el afectado de vejiga hiperactiva: “El principal beneficiario de que disminuya la variabilidad en la práctica de la medicina y aumente el nivel de evidencia en las medidas diagnósticas y terapéuticas es el paciente”, asegura el jefe de Servicio de Urología del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo.
La Guía recoge cuáles son las pruebas que deben llevarse a cabo, como la elaboración de una historia clínica y de un diario miccional o la realización de determinadas pruebas diagnósticas y de imagen. De igual modo, se incluyen criterios a seguir para profundizar en el diagnóstico de casos que puedan resultar más complejos, como las vejigas hiperactivas ‘rebeldes’ a tratamientos iniciales, o en aquellos casos en que aparecen datos orgánicos del tipo infecciones repetidas o sangrados en orina (hematuria). “Son casos que se incluirían dentro de un criterio de derivación más complejo y que requerirían acudir a estas guías adaptadas para saber qué hacer en cada caso, tanto en hombres como en mujeres”, explica el especialista.
“Los algoritmos son una ruta, una vía por la que caminar sin salirse”
Tras realizar una evaluación clínica detallada del paciente, procede actuar mediante unas recomendaciones de hábitos uro-saludables, por lo que en el documento se concretan una serie de indicaciones higiénico-dietéticas para el tratamiento de la vejiga hiperactiva. “Tienen grado de recomendación A, máximo grado de recomendación -detalla el urólogo- luchar contra la obesidad o fomentar la pérdida de peso, adoptar hábitos de deshabituación tabáquica porque dejar de fumar ayudará, y luego otras medidas con grado de recomendación menor, como hacer ejercicio de suelo pélvico para estabilizar el suelo pélvico, sobre todo en mujeres, disminuir la ingesta de cafeína y otros estimulantes y, en algunos casos, disminuir la ingesta de líquidos si es muy abundante. Son recomendaciones iniciales para intentar mejorar los síntomas de urgencia-frecuencia que caracterizan al síndrome de vejiga hiperactiva”.
Otros de los puntos destacados de la Guía son sus dos algoritmos de tratamiento, uno para mujeres y otro para hombres. “Los algoritmos, siempre basados en la evidencia y adaptados a la realidad de la urología española, son una ruta, una vía por la que caminar sin salirse para no fallar en las pruebas diagnósticas y en el tratamiento que hay que aplicar a cada paciente”, explica. Después de la evaluación clínica y de aplicar las mencionadas recomendaciones dietético-saludables, si no hay respuesta el siguiente escalón es la utilización de medicamentos. Según el doctor Esteban, en el arsenal terapéutico se encuentran los fármacos antimuscarínicos, que llevan siendo usados en España desde hace más de 30 años. El problema de estos medicamentos es que los pacientes refieren unos efectos secundarios -fundamentalmente sequedad de boca y alteraciones oculares-. que pueden implicar un abandono del tratamiento hasta el extremo de que “aproximadamente un 50% de los pacientes dejan de seguirlo al cabo de un año”. El panorama ha cambiado con la aparición del nuevo fármaco mirabegrón, cuyo mecanismo de acción -basado en la estimulación de unos receptores que actúan sobre todo durante el llenado de la vejiga- le “convierte en un estabilizador vesical que permite un perfil de efectos secundarios muy bajo”, apunta Esteban.
"En medicina se dice: ‘Lo que hoy es verdad mañana puede ser mentira’"
En la Guía se anexan herramientas y escalas de evaluación de síntomas y escalas de evaluación de la calidad de vida. “La vejiga hiperactiva es un síndrome que provoca una gran afectación en la calidad de vida, sobre todo en los casos de vejiga hiperactiva húmeda, los casos en los que los pacientes tienen escapes por urgencia-incontinencia; prácticamente es la enfermedad que más afecta a la calidad de vida, solamente superada por las enfermedades psiquiátricas. No hay nada más impactante que el ‘mojado’. La guía aporta unas herramientas para que los urólogos puedan medir en escalas validadas la calidad de vida de los pacientes antes y después de los tratamientos, para ver cómo se ha mejorado. También se aportan escalas validadas de diarios miccionales, métodos para medir de forma clínica el comportamiento de la vejiga y unas escalas visuales para que el urólogo tenga herramientas con las que comprobar si sus tratamientos y los resultados clínicos son correctos. Son herramientas muy interesantes desde un punto de vista clínico porque el paciente puede ver con facilidad y con prontitud cómo está mejorando de su enfermedad”, señala el experto.
El doctor Esteban, por otro lado, remarca que la Guía “pretende nacer como un documento vivo, activo, donde se aportan y se consideran las novedades que van publicándose. En medicina se dice una cosa cierta: ‘Lo que hoy es verdad mañana puede ser mentira’. Lógicamente, un documento tiene que estar siempre abierto a innovación en cuanto a pruebas diagnósticas y tratamientos se refiere. Por lo tanto, la Guía es un documento que, posiblemente en un futuro, tenga que acoger modificaciones en versiones 2.0, 3.0, etc”. El nuevo documento ha sido elaborado por la Asociación Española de Urología (AEU) en colaboración con la compañía Astellas Pharma. Actualmente, la prevalencia del síndrome de Vejiga Hiperactiva en España en personas mayores de 40 años es del 21,5%, siendo más elevada en mujeres (25,6%) que en varones (17,4%), lo que significa que más de tres millones de mujeres y casi dos millones de hombres sufren este problema urológico(1).
Referencias
1. Castro D et al. Prevalencia de Vejiga Hiperactiva en España. Estudio Poblacional. Arch Esp Urol 2005; 58(2): 131-138.