Redacción Farmacosalud.com
Un equipo de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) que investiga una terapia génica para tratar la paraplejia espástica de tipo 52 (SPG52) ha finalizado ya los primeros ensayos preclínicos del nuevo tratamiento, realizados en neuronas derivadas de células madre de Abril Merino, una niña de ocho años afectada por la enfermedad. También se ha probado esta terapia en ratones. Los resultados muestran que el tratamiento ha corregido un mecanismo de comunicación neuronal alterado en la patología y ha mejorado la capacidad de movimiento y de aprendizaje de los modelos murinos con SPG52.
“Son resultados positivos que nos alientan a seguir avanzando con la investigación y confiar en que podremos ayudar a los pacientes a ganar calidad de vida, al mejorar su autonomía y su capacidad de memoria y aprendizaje”, señala el Dr. Miguel Chillón, investigador ICREA, del Institut de Neurociències [Instituto de Nureociencias] de la UAB (INc-UAB) y del Vall d’Hebron Instituto de Investigación (VHIR). Chillón dirige el Grupo de Terapia Génica para el Sistema Nervioso Central de la UAB y lidera este estudio junto con la Dra. Assumpció Bosch, catedrática de Bioquímica y Biología Molecular de la UAB.
Restaurar la funcionalidad de la proteína ATG9A
En las neuronas estudiadas, portadoras de las mutaciones en el gen responsable de la SPG52, el equipo científico ha constatado que el tratamiento es capaz de restaurar la funcionalidad de una proteína, la ATG9A, que es fundamental para el tráfico proteínico al cerebro y para la correcta comunicación neuronal. El mal funcionamiento de esta proteína hace que se acumule y quede retenida en el cerebro, que es una de las principales manifestaciones de la afección.
Por otro lado, en los ratones modelo de la SPG52, la terapia génica aplicada es capaz de corregir la capacidad de respuesta del músculo al impulso nervioso que le llega del cerebro, normalización que se mantiene al menos un año después de administrar el tratamiento. La debilidad de la respuesta muscular provoca espasmos en las extremidades inferiores de las personas afectadas, con la consiguiente dificultad en la movilidad. La nueva estrategia terapéutica también mejora significativamente la coordinación motora y el aprendizaje de los animales.
El equipo investigador está finalizando ahora el estudio molecular, bioquímico e histológico de los modelos animales y tienen previsto publicar un artículo científico detallando sus resultados. En paralelo, están planificando el diseño de los estudios de seguridad y toxicidad, como paso previo a solicitar un futuro ensayo clínico a la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS).
La SPG52 es un trastorno genético progresivo ultrarraro causado por una mutación en el gen AP4S1. Los síntomas incluyen déficits cognitivos y trastornos del habla y de la movilidad, que aparecen a edades muy tempranas. El tratamiento que desarrolla la UAB consiste en introducir una copia funcional del gen AP4S1 en el interior de las células afectadas para que sustituya al gen mutado, mediante un vector adenoasociado (AAV). El objetivo es parar o corregir la progresión de la enfermedad e incluso poder curarla si se aplica en los primeros años de vida.
La Lucha de Abril
Abril, que vive en Badalona (Barcelona), y Samuel, en Granada, de doce años, eran hasta hace poco los dos únicos niños afectados por la SPG52 en España. Hace unos meses, otra niña, Helia, de sólo trece meses de edad, fue diagnosticada con la enfermedad en Murcia. En todo el mundo hay una cincuentena de niños que sufren esta patología.
Hasta ahora, el coste total de la investigación, desde que empezó en 2020, ha sido de 500.000 €, que se han obtenido gracias a la campaña de mecenazgo que la UAB tiene en marcha. El mecenazgo, en que han participado más de 1.700 donantes, tiene como colaborador principal la asociación La Lucha de Abril, creada por los padres de Abril Merino para recaudar fondos para la investigación.
La última aportación que ha hecho La Lucha de Abril este mes de diciembre ha sido de 50.000 €. En total, esta asociación ha aportado más de 110.000 € en 2024, fruto de numerosas actividades lúdicas y deportivas solidarias, entre las que destacan una cena y un espectáculo de monólogos solidarios, y una carrera organizada junto con Mossos d’Esquadra. Además, la campaña ha recibido el apoyo de la familia de Samuel, que este año ha contribuido con más de 27.000 € a través de la asociación Corro por Marina y Samuel.
“El estudio de terapias para las enfermedades ultrarraras requiere una gran inversión económica que no suelen asumir las empresas del sector de la salud ni las Administraciones públicas por su baja incidencia en la población. Contar con la solidaridad de la sociedad es prácticamente el único recurso para abordar la investigación”, señala Chillón. La dotación necesaria para las próximas etapas de la investigación se cifra en 500.000 €, por lo que la campaña de mecenazgo continua activa.
El proceso científico centrado en la terapia génica para la SPG52 cuenta también con la colaboración de otras instituciones de investigación de prestigio, como el Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL, en l’Hospitalet de Llobregat, Barcelona)) y el Hospital Universitario Germans Trias i Pujol (Badalona), y de la Fundación ‘la Caixa’.