Redacción Farmacosalud.com
Cirugía robótica, Inteligencia Artificial (IA)… los avances supertecnológicos son diarios y enormes, pero ello, según resalta el Dr. Salvador Navarro Soto, nuevo presidente de la Asociación Española de Cirujanos (AEC), no está suponiendo ni supondrá ningún cambio en el trato dispensado al paciente, básicamente porque “el contacto humano es irrenunciable para la medicina en general y para la cirugía en particular”. El nombramiento del Dr. Navarro Soto como máximo dirigente de la AEC ha tenido lugar en el transcurso del XXXV Congreso de esta organización científica, evento celebrado recientemente y en el que se ha hablado de la formación de pacientes quirúrgicos como método para mejorar el proceso operatorio. A juicio del facultativo, la cirugía del siglo XXI será también la cirugía de los pacientes ‘formados’, sobre todo porque “cada vez tienen más información y cada vez nos pueden ayudar más en nuestra labor explicándonos qué problemas ven en las distintas facetas” de las intervenciones practicadas.
-Algunos de los objetivos de la nueva Junta Directiva de la AEC pasan por fomentar la innovación e intensificar la formación y la investigación. ¿Qué medidas llevarán a cabo para todo ello?
Más que nada, seguir trabajando con lo que ya tenemos y potenciar todavía más nuestra especialidad con nuevas herramientas. Por ejemplo, tenemos muchísimas plataformas formativas, tanto a nivel presencial como no presencial, y ofrecemos multitud de cursos para nuestros asociados y asociadas. Asimismo, existe la posibilidad -y eso es algo en lo que estamos trabajando mucho- de dar becas para capacitarse en el extranjero y también en España… en fin, que estamos lanzando multitud de propuestas para nuestros socios.
-Usted ha sido nombrado nuevo presidente de la Asociación Española de Cirujanos en el transcurso del XXXV Congreso Nacional de Cirugía, celebrado en Madrid. ¿En su opinión, cuál es el avance más destacado que se ha presentado en esta reunión?
Hay varios, pero si tengo que señalar uno, es la convergencia entre innovación, seguridad y calidad de los resultados. Pese a que la cirugía requiere siempre innovación y una puesta al día, nuestro Congreso ha tenido muy en cuenta también que todos estos avances, toda esa puesta al día, obligatoriamente tienen que ir cogidos de la mano del concepto de seguridad y de la calidad de los resultados ofrecidos. Esa idea, ese espíritu, ha estado presente en toda la reunión congresual.
-¿En qué momento se encuentra la cirugía robótica? Porque puede haber muchas novedades tecnológicas, pero la mano del cirujano sigue siendo absolutamente imprescindible…
Sin duda. Con respecto a los avances, yo creo que la cirugía robótica está inmersa en un proceso de plena expansión, como ocurrió con la laparoscopia hace unos años. Por lo tanto, el momento que estamos viviendo es este, es decir, el del crecimiento de la cirugía robótica… es un procedimiento que irá ocupando espacio dentro de la práctica quirúrgica.
-¿Y la Inteligencia Artificial (IA), cómo está irrumpiendo en su especialidad?
Irá de la mano de la cirugía robótica. Es cierto que la IA está todavía dando sus primeros pasos, pero cada vez lo está haciendo con más decisión. La combinación entre robótica e IA como técnica quirúrgica será evidente. Y en cuanto a la cirugía como ciencia en general, pues indudablemente la Inteligencia Artificial ayudará al diagnóstico y a la mejora de los tratamientos quirúrgicos.
Como es lógico, las políticas de formación de la AEC tendrán que adaptarse a las nuevas tecnologías superavanzadas. En esta línea, me remito a lo dicho anteriormente: disponemos de muchísimas plataformas en las que poder materializar tales estrategias. Además, nosotros tenemos la posibilidad de realizar estudios multicéntricos en toda España, proyectos que, por cierto, ya estamos becando y financiando. Es decir, podemos impulsar la elaboración de investigaciones en varios hospitales españoles para ver en qué punto estamos en nuestra especialidad, dónde tenemos que llegar, los resultados que queremos obtener, etc.
-¿Cuánto más robótica sea y más cercana a la IA esté la cirugía, más humanizado será el trato dispensado al paciente?
El trato dispensado al paciente no tiene por qué cambiar. Para la cirugía, el trato con el paciente es algo totalmente imprescindible. Es una relación que, básicamente, empieza con el estudio preoperatorio de la persona que hay que intervenir (antes de llegar a quirófano) y que continúa en todo el período postoperatorio. El contacto humano es irrenunciable para la medicina en general y para la cirugía en particular… y así es, será y se mantendrá tanto en el período preoperatorio como en el período postoperatorio, y también en el proceso que se sigue posteriormente para el control de la persona operada cuando resulta pertinente realizar dicho seguimiento en consultas externas. De modo que no tiene por qué cambiar nada.
-Uno de los temas abordados en el Congreso ha sido la formación de pacientes quirúrgicos, es decir, los métodos para capacitarlos y mejorar su proceso pre y postoperatorio, lo que resulta esencial para acelerar su recuperación y reducir la posibilidad de complicaciones. ¿La cirugía del siglo XXI será también la cirugía de los pacientes ‘formados’?
Yo creo que sí. Sin duda, tiene que ser parte de nuestro trabajo diario fomentar que los pacientes nos ayuden y participen de la actividad quirúrgica. Se trata de que actúen activamente y no sólo pasivamente, porque ser pasivos sería -por poner un ejemplo- esperar la intervención, sin más, anestesiados en la camilla del quirófano. Los pacientes cada vez tienen más información y cada vez nos pueden ayudar más en nuestra labor explicándonos qué problemas ven en las distintas facetas de la cirugía que practicamos. Debo puntualizar que, en este sentido, España no es pionera, dado que en otros países del mundo ya existe desde hace tiempo una tendencia encaminada a favorecer que los enfermos formen parte del armamentario quirúrgico.
-¿Los quirófanos van en la línea adecuada a la hora de disminuir residuos o al menos minimizar su impacto?
El tema de los residuos es motivo de preocupación entre los cirujanos. El concepto de ecocirugía ha surgido porque somos conscientes de que en los quirófanos se genera una gran cantidad de desechos. Con todo, hay muchos estudios en marcha en los que se analiza cómo poder reducirlos o, en todo caso, cómo poder tratarlos y disminuir su impacto con más eficiencia. Evidentemente, todo esto antes no pasaba: la cirugía estaba mucho menos tecnificada y la generación de residuos era menor.