Redacción Farmacosalud.com
La promoción y reforzamiento de las terapias digitales (DTx) requiere poner en marcha una serie de estrategias, como por ejemplo identificar a aquellos profesionales de la salud que, impulsados por su capacidad de liderazgo, puedan actuar como embajadores de esta clase de tratamientos y procedimientos médicos. Así se constata en el documento ‘Retos y medidas para la implementación de las terapias digitales desde la Gestión Basada en Valor’, en el que se indica que ‘buscar un referente mediático, con reconocimiento científico, reputación intachable (para evitar la duda de potenciales conflictos de intereses) y con historial innovador será el punto clave para aumentar la adopción de las terapias digitales. Este embajador funcionará en este rol como un influencer* que demostrará la validez y deseabilidad de la terapia frente a sus homólogos’.
*influencer (RAE): anglicismo usado en referencia a una persona con capacidad para influir sobre otras, principalmente a través de las redes sociales
El nuevo informe ha sido elaborado por la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA) con la colaboración de la compañía Pfizer. Para la redacción de sus contenidos se ha contado con la participación de más de 20 expertos, además de representantes de la Junta Directiva de SEDISA y de las Juntas Directivas de las Agrupaciones Territoriales de esta organización. El documento busca abordar los retos que rodean a las DTx, vistas como soluciones innovadoras que utilizan softwares para prevenir y tratar una amplia gama de enfermedades y trastornos.
Aprovechar la credibilidad de las asociaciones de pacientes
“Los Directivos de la Salud deben actuar como líderes y promotores de la innovación y como garantes de que dicha innovación aporte valor. Las terapias digitales plantean un gran número de retos que deben solucionarse con medidas que impliquen a todos los actores de la sanidad”, señala el presidente de SEDISA, José Soto Bonel, quien añade que para alcanzar estos logros hay que focalizarse en la aplicación de estrategias de financiación, integración y formación.
El nuevo manual, asimismo, califica de ‘agente clave’ a las asociaciones de pacientes, por cuanto que ‘pueden tener influencia y apoyo en la promoción y aceptación’ de los procedimientos telemáticos aplicados a la sanidad. Así, estas organizaciones ‘pueden actuar como un potente vehículo para aumentar la visibilidad y el interés en estas terapias, aprovechando su credibilidad y alcance para fomentar un diálogo constructivo entre pacientes, profesionales de la salud y otros agentes relevantes. Se mencionó el caso de otras innovaciones sanitarias que habían conseguido reembolso y su adopción en la práctica clínica gracias a la promoción por parte de estas asociaciones’.
Objetivo: mejorar la calidad de vida del usuario de la sanidad
Las nuevas tecnologías promueven el empoderamiento de los enfermos y, además, “facilitan la toma de decisiones de los profesionales sanitarios. Garantizan el beneficio clínico para el paciente bajo estrictos estándares de evidencia y supervisión regulatoria”, argumenta Domingo del Cacho Malo, coordinador del Comité Interautonómico de SEDISA y director gerente del Hospital Severo Ochoa (Leganés, en Madrid).
“Incluir este tipo de terapias resulta muy útil; por ello, deben ser implementadas. Su implementación supondría una mejora en la visualización de los datos y en la capacidad para integrar dispositivos médicos, así como en la realización de análisis para sacar conclusiones de los datos extraídos”, agrega Del Cacho.
Lo que se persigue con la obtención de este tipo de información es mejorar la calidad de vida del usuario de la sanidad, proceso en el que la comunicación adquiere también una notable importancia. De hecho, los nuevos procedimientos digitales “facilitan las interacciones con los pacientes permitiendo enviar mensajes y realizar videollamadas”, y posibilitando, además, la creación de un contenido educativo “que empodera al paciente”, asegura el experto.
Además de todo lo anterior, los enfermos se ven beneficiados por opciones terapéuticas novedosas y tratamientos personalizados a partir de avanzadas monitorizaciones, lo que acaba optimizando la capacitación digital de los pacientes y extendiendo los cuidados recibidos más allá de la salud.
Ausencia de un marco regulatorio específico
La implantación de las DTx ya supone una realidad en muchos contextos, puesto que en 2022 el tamaño de este mercado alcanzó, contabilizándose en dólares, cifras millonarias. Sin embargo, todavía hay muchos desafíos que afrontar a la hora de conseguir la plena inserción de dichas tecnologías en el sistema sanitario. “Se deben adaptar las políticas para incluir la telemedicina, la integración de datos de los pacientes y las aplicaciones digitales para enfermería”, afirma Del Cacho. En el caso concreto de España -prosigue-, se observan “barreras considerables para la integración de las DTx en el Sistema Nacional de Salud, destacando la ausencia de un marco regulatorio específico y una estrategia de implementación clara”.
Asimismo, “se deben desarrollar e implantar proyectos piloto con el objetivo de facilitar su incorporación en el sector sanitario”, subraya Juan Antonio Marqués Espí, coordinador del Comité Interautonómico de SEDISA y gerente del Hospital Universitario San Juan de Alicante. En paralelo, el proyecto de consolidación de la salud digital debe tener la mirada puesta en el enfermo mediante la introducción de medidas objetivas que midan el impacto en el paciente de tales herramientas avanzadas teniendo en cuenta los parámetros de “eficacia y coste-efectividad”, que son factores que permiten justificar la asignación de recursos para el desarrollo de dichas terapias, sugiere Marqués.
Cursos en universidades privadas y promoción de actividades en congresos científicos
A juicio de Marqués, para poder desplegar estos programas los profesionales sanitarios deben estar debidamente formados. De ahí la necesidad de “intensificar” su capacitación en nuevas tecnologías y terapias digitales mediante la inscripción en “cursos en universidades privadas, contando con la colaboración de asociaciones de pacientes”, y la promoción de “espacios en los congresos de sociedades científicas en los que puedan llevarse a cabo seminarios y talleres específicos”.
“La financiación es un punto clave a la hora de implantar las DTx. Las soluciones pueden nacer de los proyectos europeos, en la línea de los fondos de dependencia y fragilidad derivados de Horizonte Europa… las convocatorias de propuestas para la generación de iniciativas europeas ofrecen una vía de obtención de recursos para proyectos más específicos o pilotos innovadores”, establece el coordinador del Comité Interautonómico de SEDISA.
Desde una perspectiva global, se considera que las terapias digitales tienen el potencial de transformar la atención sanitaria. No obstante, su adopción requiere la colaboración de todos los actores, requiriéndose también, dentro de lo que es el proceso de superación de los retos existentes, “la implementación de acciones específicas de difusión, testeo y coordinación”, concluye Marqués.