Redacción Farmacosalud.com
“Aunque ya se han realizado grandes avances, todavía quedan muchas barreras por romper para conseguir la plena equidad en salud. En España existen sesgos de género en prácticamente todas las especialidades médicas, y lo que más nos preocupa es que estos sesgos no son visibles”, asevera Laura Martínez Guillén, enfermera y presidenta de la recientemente creada Asociación Española de Mujeres sin Sesgos en Salud (MUSA). Y es que, de acuerdo con Martínez Guillén, “la falta de recursos en investigación específica para la salud femenina limita los datos disponibles, afectando el diagnóstico y tratamiento adecuado en todas las edades”, algo que queda ejemplificado en la endometriosis, una enfermedad que ha sufrido “históricamente una inversión insuficiente”, lo que ha conllevado retrasos diagnósticos “que promedian los 7-10 años”.
-Nace la Asociación Española de Mujeres sin Sesgos en Salud (MUSA), una entidad impulsada por profesionales de la sanidad que quiere abordar las disparidades de género en la atención médica, y promover una salud equitativa para todas las mujeres. ¿A qué nivel está situada en España actualmente la asistencia sanitaria que se dispensa a la población femenina?
Aunque ya se han realizado grandes avances, todavía quedan muchas barreras por romper para conseguir la plena equidad en salud. En España existen sesgos de género en prácticamente todas las especialidades médicas, y lo que más nos preocupa es que estos sesgos no son visibles. Los estudios clínicos tradicionalmente se han enfocado en la biología masculina, oscureciendo diferencias biológicas esenciales basadas en el género. Esto ha llevado a tratamientos menos efectivos y disponibles para las mujeres.
-¿Cuál es, a día de hoy, el mayor problema que existe en España en relación a la atención médica que recibe la población femenina?
Los sesgos provocan tremendas consecuencias en la salud de la mujer, tales como:
• disparidad en la investigación clínica: esto ha llevado a tratamientos menos efectivos y disponibles para la población femenina. Es importante destacar que las mujeres no comenzaron a participar de forma generalizada en ensayos clínicos hasta hace aproximadamente dos décadas. Como consecuencia de ello, hay una falta de representación de las mujeres en la investigación de medicamentos hasta que la FDA (Agencia del Medicamento de Estados Unidos) comenzó a recomendar su inclusión en los años 90.
• inversión insuficiente en la salud de la mujer: la falta de recursos en investigación específica para la salud femenina limita los datos disponibles, afectando el diagnóstico y tratamiento adecuado en todas las edades. Ejemplo: la endometriosis, una enfermedad que afecta al 10% de las mujeres en edad reproductiva, ha sufrido históricamente una inversión insuficiente en investigación, lo que ha llevado a una comprensión limitada y retrasos en el diagnóstico que promedian los 7-10 años.
*endometriosis: según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la endometriosis es una afección en la que, en la parte exterior del útero, crece un tejido similar a la mucosa interior del útero que puede causar un dolor intenso en la pelvis y dificultar que se consiga un embarazo
• patologías con incidencia diferenciada: existen diferencias significativas en incidencia y manifestación de los síntomas entre hombres y mujeres. Se encuentran algunos ejemplos en enfermedades autoinmunes, cerebro-cardiovasculares o neurológicas
-Ustedes consideran que hay diferencias en la asistencia médica que reciben hombres y mujeres, por lo que abogan por políticas que garanticen un trato justo para todos. ¿Podría poner un ejemplo de una diferencia de ese trato entre población masculina y femenina?
El trasplante de hígado es uno de los casos más sorprendentes. Se sabe que, durante años, las mujeres morían mucho más en un injerto hepático. Para establecer el orden de prioridad en este tipo de intervención, se hacía una evaluación de gravedad llamado MELD. Ese índice no valora igual a la población masculina y a la femenina, y, durante años, se ha dado prioridad a varones en trasplante hepático a pesar de que había mujeres en estado más grave, que se quedaban fuera.
-¿Existe disparidad por comunidades autónomas, es decir, desde un punto de vista médico, una mujer puede ser atendida más equitativamente en un territorio que en otro en España?
No es el caso. El problema parte de algo muy arraigado a lo largo de los años ya desde las universidades de Medicina de todo el mundo. La falta de información hace que los facultativos traten enfermedades según lo que se conoce y está estudiado. De lo que no se habla, no existe. Eso es lo que tenemos que empezar a cambiar.
-¿MUSA también atiende a profesionales sanitarias? ¿O sea, ejerciendo como profesionales de la salud, las mujeres también padecen desigualdades?
Por supuesto, estos sesgos nos afectan a todas las mujeres sin excepción y esos mismos sesgos los comentan también las propias mujeres. La falta de formación y de conocimiento sobre este tema es realmente preocupante
-¿Cómo abordará MUSA la cuestión ‘transgénero’ (personas que tienen una identidad o expresión de género que no se ajusta al sexo que se les asignó al nacer)?
La Asociación Española de Mujeres sin Sesgos en Salud busca la equidad en términos sanitarios para todo el mundo. Abogamos por que toda la población reciba los mejores tratamientos de salud posibles.
-¿Por cierto, MUSA tiene algún tipo de representación masculina en su organigrama?
Por supuesto que sí. Creemos firmemente que este proyecto no puede salir adelante sin la implicación de todos.