Redacción Farmacosalud.com
La Real Academia Nacional de Medicina de España (RANME) ha acogido la presentación de la biografía ‘Descubriendo a Cajal’, escrita por Belén Yuste y Sonnia L. Rivas-Caballero, obra que cofinancian el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación y el Ministerio de Defensa, junto con geoPlaneta. El nuevo libro aborda la trayectoria polifacética y más desconocida del científico español con ilustraciones inéditas. Esta publicación se encuadra dentro de las actividades en torno al Año de Investigación Ramón y Cajal.
El acto ha sido inaugurado por el Prof. Eduardo Díaz-Rubio, presidente del Instituto de España y de la RANME, quien ha agradecido la presencia de Sergio Esteve, director de la División de Atención al Ciudadano, Transparencia y Publicaciones del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.
El padre de la neurociencia moderna
“Cajal es el padre de la neurociencia moderna, pero poca gente sabe que también fue un gran artista: unió ciencia y arte. Sus dibujos, magníficas representaciones de imágenes microscópicas, están al nivel de los de Leonardo da Vinci y son protagonistas de exitosas exposiciones como The Beautiful Brain: the Drawings of Santiago Ramón y Cajal, que recorrió con gran éxito Canadá y Estados Unidos”, aseguran Belén Yuste y Sonnia L. Rivas-Caballero, autoras también del cuento infantil ‘¡Viva Cajal!’. “También fue un magnífico fotógrafo que perfeccionó la técnica fotográfica; un prolífico escritor con numerosas publicaciones científicas, autobiográficas, cuentos y ensayos y un gran maestro, creador de la Escuela Neurohistológica Española”, añade Yuste.
“Esta biografía es el fruto de un largo camino de varios años en los que hemos contactado con los descendientes de Cajal, sus discípulos y diferentes personalidades con las que Cajal tuvo relación, como Joaquín Sorolla, Mariano Benlliure, Gregorio Marañón o Concha Espina, así como con especialistas en su obra e instituciones que guardan su legado. Todos ellos nos han aportado testimonios y documentación”, explica Rivas-Caballero.
Gracias a esta biografía, los lectores podrán descubrir a Santiagué, el niño que fue Cajal tras su nacimiento el 1 de mayo de 1852; a Santiago, el hijo, el hermano, el marido y el amigo; a don Santiago, el profesor y el compañero; y a Cajal, el ilustre científico que figura al más alto nivel de la ciencia junto con Curie, Einstein, Pasteur, Darwin o Newton por su contribución a la humanidad. “Nos gustaría que, a través de este libro, los lectores conozcan su trayectoria vital tan rica y polifacética, así como los homenajes que Cajal recibió a lo largo de su vida y que continúan en la actualidad. Entre ellos, la rosa que bautizó con su nombre la prestigiosa hibridadora Matilde Ferrer y que está plantándose en jardines públicos y privados de todo el mundo”, recuerda Yuste.
Una obra de inspiración para los jóvenes y que llegó hasta el espacio
Santiago Ramón y Cajal fue un médico y científico español, especializado en histología y anatomía patológica, galardonado con el Premio Nobel de Medicina y Fisiología en 1906 por sus grandes aportaciones e investigaciones sobre la estructura del sistema nervioso, basada en que el tejido cerebral está compuesto por células individuales. “A lo largo de los años, millones de científicos han seguido la senda abierta por él”, asevera el Dr. Federico Mayor Zaragoza, exdirector general de la UNESCO y académico de la Real Academia de Medicina, en el prólogo de la biografía.
Para Mayor Zaragoza, Cajal sigue siendo hoy en día un gran ejemplo de firmeza, inspiración y perseverancia. En concreto, destaca una de sus frases dirigidas a la juventud con el fin de que les sirva en “aquellas situaciones más complejas y horizontes sombríos”: ‘No os abata ni enerve el recuerdo de pasadas amarguras. La Historia nos enseña que sólo fenecen las naciones en cuyas almas se apagó enteramente, con el sol de la esperanza, la llama de la voluntad’.
En 1998, la NASA dedicó a Cajal una misión destinada al estudio del cerebro en ingravidez. Aunque Cajal fue un gran soñador, nunca se hubiera podido imaginar que 12 de sus preparaciones histológicas viajarían al espacio a bordo del transbordador Columbia. Además, una selección de 9 de sus dibujos se exhibió en un museo de la NASA durante el tiempo que duró el vuelo espacial. El neurobiólogo Javier DeFelipe, investigador principal del proyecto Neurolab para el estudio de los efectos de los vuelos espaciales en la estructura de la corteza cerebral, lo cuenta en el epílogo del libro.
“Entre las opciones consideradas figuraban Charles Sherrington, Camillo Golgi y otros pioneros en el campo de la neurociencia. La elección de Cajal fue debido a sus importantes contribuciones al conocimiento de la estructura y función del sistema nervioso en general, su microanatomía, sus observaciones sobre la degeneración y regeneración, y por ser el primero en utilizar el término ‘plasticidad’ para referirse a los cambios concretos en la estructura del sistema nervioso. Aquí, a medida que los seres humanos empiecen a colonizar otros mundos extraterrestres, la adaptabilidad del cerebro se convierte en un enigma; si el cerebro experimenta cambios, ¿qué pasará con nuestra especie?”, apunta DeFelipe.
Por último, durante la presentación del libro, el Prof. Antonio Campos, académico de número de la RANME y que ocupa actualmente el mismo sillón 38 que tenía Cajal en su día, ha relatado el paso del científico por la RANME: “su discurso de ingreso en 1907 se tituló Mecanismos de la regeneración de los nervios y, a partir de su incorporación, su investigación estuvo dirigida hacia la regeneración tisular, incluyendo el fenómeno del neurotropismo. También hay que recordar que ingresó en la Academia de Ciencias y su discurso de ingreso fue el famoso Reglas y consejos para la investigación científica.