Redacción Farmacosalud.com
Dado que un tercio de las lesiones medulares se producen en fin de semana, y con el ánimo de dar una cobertura médica del máximo nivel a estos pacientes, el Hospital Vall d’Hebron (Barcelona) se convierte en el primero de España que cuenta con un equipo experto y multidisciplinar que opera todos los días del año y dentro de las primeras 24 horas tras el accidente que ha provocado el cuadro traumatológico. Ahora bien, los cirujanos expertos lo tienen claro: en estos casos, hay que actuar rápido, pero sin precipitarse para evitar errores de estrategia quirúrgica y asistencial que puedan empeorar el estado del paciente.
Cabe concretar que el 33% de lesiones medulares se producen en fin de semana o festivos. Del total de casos registrados sea cual sea el día de la semana en que se produce el accidente, la causa de las lesiones va asociada en un 50% a la práctica de deporte (por ejemplo, durante un lanzamiento en parapente), golpes tras zambullirse en el agua y accidentes de tráfico. El 50% restante suelen ser personas mayores que han sufrido una caída. “Por lo tanto, el fin de semana es muy importante… los días festivos son muy importantes”, afirma el consejero de Salud de la Generalitat de Catalunya, Manel Balcells, quien añade que, por primera vez, durante los fines de semana y en jornadas festivas, hay un equipo completo y multidisciplinar de guardia que “puede atender e intervenir en el tiempo adecuado a estas personas”, acción que permite mejorar “de forma sustancial su pronóstico posterior”.
Papel clave de los anestesistas
Así pues, el nuevo servicio mantiene coordinado a todo el equipo multidisciplinar durante todos los días del año con la pretensión de atender quirúrgicamente, en las primeras 24 horas tras el suceso, a cualquier individuo que padezca una lesión medular. “El tema de las primeras 24 horas es sumamente importante porque se sabe que el tiempo es médula, es decir, cuanto más tardas en dejar la médula descomprimida o en situación estable, más dificultas la recuperación neurológica. Se trata de hacerlo rápido, pero sin precipitarse”, revela el jefe de la Unidad Multidisciplinaria de Cirugía de Raquis del Vall d'Hebron, el Dr. Ferran Pellisé. Y aquí es donde, por poner un ejemplo, juega un papel muy importante el profesional de la anestesia: cuando un lesionado medular es trasladado a un centro hospitalario, a menudo con un cuadro politraumático, y llega en un estado muy inestable (ha sangrado profusamente, etc.), “a ese enfermo no se le puede operar directamente; primero hay que estabilizarle... y eso es trabajo del anestesista”, advierte el Dr. Pellisé.
La columna vertebral o raquis es la pieza del organismo que permite a las personas mantenerse de pie y, además, moverse con desenvoltura y flexibilidad. Protege a la médula, que comunica el cerebro con el resto del cuerpo, a través de estímulos nerviosos. La columna está formada por 33 unidades, las vértebras, que se dividen en cuatro regiones: cervical, torácica, lumbar y sacra. Cuando, por accidente, una de estas piezas se daña y se padece una lesión medular aguda traumática, la primera asistencia es vital para el diagnóstico. Ahora, el Vall d’Hebron da un paso más ofreciendo una cobertura de excelencia máxima en estos casos gracias a la implementación del nuevo equipo médico, cuyo trabajo centralizado da la oportunidad de optimizar el tratamiento dispensado.
En guardia día y noche
Según el Dr. Albert Salazar, gerente del Hospital Universitario Vall d'Hebron, este centro hospitalario es el primero de España “que se dota de una estructura estable formada por profesionales de diferentes especialidades, expertos en lesiones medulares agudas y con capacidad para hacer cirugías" a lesionados medulares agudos los 365 días del año. Hasta ahora, ningún hospital español contaba con una infraestructura fija de especialistas en lesiones medulares para intervenir pacientes con cuadros agudos todo el año, día y noche.
Los equipos se han reorganizado para cubrir los festivos y fines de semana entre siete cirujanos de la Unidad Multidisciplinaria de Raquis, diez anestesiólogos, tres neurofisiólogos, seis turnos de dos enfermeras, una TCAI (técnica de curas auxiliares de enfermería) y celadores.
Los sujetos lesionados son intervenidos en quirófanos híbridos equipados con sistemas de imagen de radiodiagnóstico que permiten ver por dentro y en tiempo real el cuerpo del enfermo, sin moverlo de la mesa de operaciones. “El objetivo en una cirugía de raquis por lesión medular aguda es reducir la presión sobre la médula espinal y estabilizar la columna vertebral para prevenir daños adicionales. Si hay una fractura y una pieza desplazada comprime la médula, liberamos el espacio para reducir el daño neurológico”, explica Pellisé.
Muy frecuentemente, en las lesiones cervicales la persona afectada se encuentra en posición supina, boca arriba, de tal modo que se accede al canal medular por delante. “La colocación y movilización del paciente debe ser muy controlada para no empeorar la lesión. No es lo mismo mover a un paciente con una lesión cervical que dorsolumbar”, remarca Eladia Tauste, enfermera supervisora del Bloque Quirúgico del Vall d'Hebron.
3,6 varones por cada mujer con este tipo de lesiones
Cuando alguien sufre una lesión medular completa, pierde la capacidad de moverse y sentir por debajo del lugar de la lesión, que generalmente incluye las partes más bajas de la espalda y algunas funciones corporales básicas. En el caso de un traumatismo medular agudo incompleto, la persona todavía conserva cierta movilidad o sensibilidad en las zonas del cuerpo que se encuentran por debajo del punto de la lesión. Los neurofisiólogos controlan que, con cada maniobra, el estado del paciente no empeore y, una vez terminada la cirugía, se aseguran de que no haya cambios que puedan indicar un empeoramiento.
Vall d'Hebron interviene cada año a 90 personas afectas de lesión medular aguda. La incidencia es de 4,4 casos por cada millón de habitantes. Este tipo de casos son más habituales entre la población masculina, con una ratio de 3,6 varones por cada mujer.