Redacción Farmacosalud.com
Un equipo de investigadores de la Universidad de California UCLA (Los Ángeles, en Estados Unidos) dirigido por el oncólogo español Antoni Ribas ha logrado eliminar un melanoma (un cáncer de piel) en ratones mediante una nueva estrategia: la combinación de inmunoterapia y dos terapias moleculares. Los resultados de este experimento han sido publicados en la revista científica ‘Science Translational Medicine’.
Los fármacos escogidos son las terapias moleculares (atacan dianas concretas de las células tumorales) dabrafenib y trametinib y la inmunoterapia (potenciación del sistema inmunitario del propio paciente con el fin de atacar a las células tumorales) ipilimumab. Dabrafenib es un inhibidor selectivo del gen BRAF (gen que ha sufrido una mutación) y trametinib es un inhibidor selectivo de las proteínas MEK1 y MEK2 que combate la expansión y actividad tumoral, mientras que ipilimumab impide que el organismo tolere la presencia de las células cancerosas. Así pues, a la espera de los ensayos clínicos que puedan realizarse de ahora en adelante en seres humanos, por ahora los investigadores consideran que esta triple terapia de combinación es válida para tratar un melanoma metastásico BRAFV600E mutado.
La inmunoterapia se consolida en el tratamiento del cáncer
Por otro lado, según el Dr. Luis de la Cruz, del servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla, “si bien la inmunoterapia en el cáncer es una estrategia terapéutica estudiada y empleada desde hace décadas por los oncólogos, no ha sido hasta hace tan solo 4-5 años cuando este abordaje terapéutico ha empezado a cobrar relevancia”. El experto afirma que “este elevado interés se debe principalmente a los resultados obtenidos con anticuerpos monoclonales dirigidos frente a proteínas moduladoras de la respuesta inmune -immune checkpoints- que están mostrando resultados favorables con impacto en supervivencia global en melanoma metastásico y en cáncer de pulmón”. Estas declaraciones han sido efectuadas con motivo del I Foro Traslacional de Inmunoterapia en Cáncer, celebrado recientemente en Sevilla bajo la organización del Grupo Español de Terapias Inmuno-Biológicas en Cáncer (GÉTICA) y el patrocinio de la compañía MSD.
Asimismo, según indica el Dr. Delvys Rodriguez Abreu, del servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Insular de Gran Canaria, “estamos viviendo una nueva era en el tratamiento del cáncer en general, y de pulmón en particular, que es la primera causa de muerte por esta enfermedad. Hasta hace poco se pensaba que era un tumor poco inmunogénico, pero con los nuevos fármacos y el mejor conocimiento de los mecanismos que regulan la inmunidad tumoral hemos podido observar grandes avances”. “Aunque estamos viviendo una revolución en el tratamiento del cáncer todavía tenemos muchos aspectos que investigar y descubrir; por ejemplo, cuáles son los factores predictivos de respuesta que hacen que estos fármacos funcionen en unos pacientes y en otros no”, apunta el Dr. Delvys. “Además de éste, -continúa el especialista- los mayores retos que tenemos en la actualidad son el manejo de un tipo de toxicidad de clase diferente a la quimioterapia convencional y las posibilidades de combinación con otras alternativas terapéuticas”.
¿Qué es GÉTICA?
En este sentido, el Dr. de la Cruz afirma que “todavía faltan aspectos por descubrir”, y que como oncólogo médico está detectando algunos aspectos de mejora en la aplicación de la oncoinmunología: “esta estrategia terapéutica es novedosa y tiene como diana el estroma peritumoral y no directamente la célula cancerígena en sí. Por tanto, gran parte de los paradigmas, herramientas de valoración de respuesta, toxicidades e incluso parámetros estadísticos que empleamos con otro tipo de terapias sistémicas, son notablemente diferentes”. El experto finaliza señalando que “para mejorar de forma constante todos estos nuevos conocimientos generados a través de la inmunoterapia del cáncer han de ser incorporados progresivamente a la práctica habitual de los oncólogos”.
El Grupo Español de Terapias Inmuno-Biológicas en Cáncer (GÉTICA) nace como la primera asociación científica multidisciplinar de España dedicada a la inmunoterapia del cáncer. Entre sus funciones busca que todas las especialidades biomédicas susceptibles de aportar algo al desarrollo de las inmunoterapias puedan hacerlo, así como complementar la labor de las numerosas sociedades y asociaciones que se dedican a la investigación y el tratamiento de un tumor determinado, ha informado MSD.
El potencial de la inmunoterapia en el tratamiento de la LLA
A todo esto, el Hospital Clínic de Barcelona ha acogido el ‘Symposium on advances about CART19 approaches …and more’, donde se han analizado los últimos avances obtenidos con la técnica experimental Chimeric Antigen Recetor T-Cell (CART) aplicada a la leucemia linfoblástica aguda (LLA), entre otras neoplasias. La LLA es el tipo de cáncer más frecuente en niños y se caracteriza por una producción excesiva de linfocitos, o glóbulos blancos, inmaduros que se multiplican de forma rápida y desplazan a las células normales de la médula ósea. Aunque la mayoría de los niños logran una remisión completa con quimioterapia o con el trasplante de médula ósea, entre un 10% y un 15% fallecen por resistencia al tratamiento, por su toxicidad o por una recaída. Cuando las opciones de tratamiento se agotan, hacen falta soluciones menos tóxicas y más dirigidas en las que la inmunoterapia puede jugar un papel fundamental, han apuntado fuentes del Clínic i la compañía Novartis.
La terapia con CART19 es un tipo de inmunoterapia avanzada, desarrollada por el Dr. Carl June en la Universidad de Pensilvania, en la que a los propios pacientes se les extraen unos glóbulos blancos específicos, los linfocitos T (que son las células que normalmente combaten los virus), que son modificados para dirigirse contra las células tumorales y destruirlas expresando el antígeno CD19 en su superficie (denominándose así este tipo de CART como CART19). “Desgraciadamente, los linfocitos T requieren una coincidencia exacta de los tejidos del donante y el paciente, ya que si no se genera lo que llamamos el rechazo del trasplante. A menos que los pacientes tengan un gemelo idéntico, los enfermos sólo pueden utilizar sus propios linfocitos T, que tienen que ser cultivados en un laboratorio “, afirma el Dr. June. “Este es el problema que ha estado frenando los avances en este campo durante mucho tiempo. Ahora tenemos la tecnología necesaria para cultivar de manera eficiente 1.000 veces más linfocitos T en una semana que cuando comenzamos a investigar esta terapia. Con las transfusiones de linfocitos T, los pacientes se convierten en su propio donante gracias a lo que se conoce como transferencia celular adoptiva, evitando el rechazo y alcanzando altas tasas de respuesta”, añade.