Redacción Farmacosalud.com
Una terapia génica ha logrado devolver la audición a cinco niños con un defecto en el gen de la otoferlina (OTOF) reclutados para dos ensayos clínicos en China y Estados Unidos. Según el Dr. Rubén Polo, vocal de la Comisión de Otología de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC), si se confirmaran estos resultados en nuevos estudios cabría la posibilidad de que los otorrinolaringólogos pidieran que este tratamiento fuera financiado por la sanidad pública española: “desde la comunidad médica haremos lo que esté en nuestras manos para que esto sea así, pero serán las autoridades sanitarias quienes tengan que tomar la decisión”.
“Los resultados preliminares arrojan grandes esperanzas en la recuperación auditiva de estos pacientes, pero el número de casos en los que se ha aplicado dicho procedimiento es todavía muy reducido. Ahora mismo, esta terapia génica sólo está disponible para los pacientes con sordera debida a una mutación en el gen OTOF, aunque se abre un campo importante para el tratamiento de otras sorderas de origen genético”, indica por su parte el Dr. Manuel Bernal Sprekelsen, presidente de la SEORL-CCC. En esa misma línea se mueve el Dr. Polo, quien insiste en que hoy por hoy el nuevo tratamiento sólo está disponible “para este tipo particular de hipoacusia profunda bilateral secundaria a mutaciones en el gen OTOF. Existen otras causas genéticas que condicionan la aparición de una hipoacusia, en edades tempranas o más avanzadas de la vida, que podrían ser susceptibles de dianas terapéuticas génicas, pero actualmente no están desarrolladas”.
Una técnica que no genera toxicidad
La investigación realizada en China ha sido publicada en la prestigiosa revista científica ‘The Lancet’. Los seis niños incluidos en el estudio padecían una sordera profunda. Después de 26 semanas de seguimiento, cinco de ellos demostraron una mejora considerable, tanto en su grado de audición como en la percepción del habla, así como en la capacidad para mantener una conversación normal. Cabe destacar que la terapia génica administrada no generó ninguna toxicidad. Junto a este trabajo, se ha publicado también el caso de un menor de 11 años, residente en Barcelona, que fue tratado en octubre de 2023 por el mismo tipo de hipoacusia en el Hospital Infantil de Filadelfia (Estados Unidos). La audición de este niño ha mejorado pasando de una sordera profunda a una sordera ‘de leve a moderada’, según se señala en un comunicado del centro hospitalario norteamericano.
La terapia génica en pacientes con hipoacusia profunda bilateral secundaria a mutaciones en el gen OTOF permite la síntesis de la proteína otoferlina en el oído interno, que es esencial para la transmisión de la información acústica desde la cóclea al nervio auditivo. “Al restaurar la funcionalidad normal a nivel del oído interno, mejora la audición y la percepción del habla sin la necesidad de colocar un implante coclear, que hasta el momento actual era la terapia de elección para estos pacientes”, explica en declaraciones a www.farmacosalud.com Polo, quien también es jefe de la sección de Otología y Cirugía de la Base del Cráneo Lateral en el Hospital Ramón y Cajal (Madrid).
Cada caso debe estudiarse individualmente para detectar posibles contraindicaciones
El éxito inicial del nuevo tratamiento no debe hacer olvidar que cada caso debe ser estudiado de manera individualizada, puesto que en el gen que codifica la otoferlina pueden existir diferentes mutaciones, “dentro de las cuales unas pueden beneficiarse de la terapia génica, y otras no. La aplicación de este procedimiento se lleva a cabo mediante una cirugía similar al implante coclear, y los estudios de imagen previos al tratamiento son los mismos que para el implante, es decir, la realización de una resonancia magnética y un escáner de los oídos, para detectar cualquier anomalía que impida la inyección de la terapia en el oído interno”, precisa Polo.
En España existen tres centros donde se podrán reclutar los primeros pacientes hasta los 17 años de edad para participar en un nuevo ensayo clínico: el Hospital Universitario Ramón y Cajal (Madrid), la Clínica Universitaria de Navarra (Pamplona) y el Complejo Hospitalario Universitario Insular Materno-Infantil (Las Palmas de Gran Canaria), en colaboración con un centro del Reino Unido. Los investigadores esperan que se pueda tratar el primer paciente en el primer semestre del año en curso.
“La aplicación del tratamiento se lleva a cabo en el quirófano bajo anestesia general mediante una intervención muy similar a la del implante coclear. Abordamos la cóclea, que es la estructura del oído interno que transforma las señales acústicas en estímulos nerviosos que, posteriormente, llegan al cerebro a través del nervio auditivo y la vía auditiva central. Así, a través de una membrana natural que se denomina ‘ventana redonda’, se inyecta un adenovirus modificado genéticamente para que sea inocuo y porte una copia sana del gen de la otoferlina, con el fin de que permita recuperar el normal funcionamiento del órgano auditivo”, detalla mediante un comunicado el Dr. Polo.
Unos 100 casos al año en Europa
La pérdida auditiva secundaria a la mutación del gen OTOF es la tercera causa genética más frecuente de sordera prelocutiva en la población española. El gen OTOF codifica una proteína denominada otoferlina que se encuentra en las células ciliadas internas de la cóclea y que es necesaria para la transmisión de la información al nervio auditivo. La mutación en OTOF tiene como consecuencia que la otoferlina no esté presente o sea defectuosa y no pueda ejercer su función. Esto da lugar a un defecto en la transmisión sináptica que se traduce clínicamente en una pérdida profunda de audición prelocutiva, es decir, que se manifiesta al nacimiento o en edades muy tempranas de la vida, antes de la adquisición del lenguaje.
“En estos pacientes y en todos en los que el nervio auditivo funciona correctamente, los implantes cocleares tienen un resultado auditivo excelente. Ahora, la terapia génica abre una nueva ventana para la curación futura de los pacientes con déficits genéticos”, destaca este experto. En los demás casos, la colocación temprana de implantes cocleares ha demostrado ser eficaz para reducir o eliminar los efectos que el déficit auditivo ocasiona en el lenguaje, cognición y habilidades sociales de los niños afectados.
Para conocer la incidencia real en España de la hipoacusia inducida por mutaciones en el gen OTOF, se debería realizar un screening genético a todos los recién nacidos con sordera, “y aunque es algo en lo que se está trabajando en el momento actual, la detección precoz universal todavía no está establecida en nuestro país”, manifiesta Polo. En Europa, se estima que hay 100 recién nacidos por año que presentan hipoacusia profunda bilateral secundaria a mutaciones en el gen OTOF, cifra que en España podría ser de unos 40 al año.
Cuando se administra una terapia génica, lo que se hace es realizar una transferencia de genes a las células de la persona enferma con el fin de curar su afección. “El objetivo es modificar la información genética de la célula del paciente, responsable de la enfermedad, para que esa célula recupere su función normal. La transferencia del material genético se suele realizar mediante el uso de un virus que se introduce dentro de la célula y deposita el material genético”, sostiene la Dra. Mar Medina, vicesecretaria general de la SEORL-CCC e investigadora colaboradora del ensayo clínico en el Ramón y Cajal.