Redacción Farmacosalud.com
Las consecuencias emocionales del diagnóstico del cáncer hereditario añaden complejidad a una situación ya de por sí difícil. “El componente genético suma estrés y ansiedad al núcleo familiar, en el que aumenta la preocupación y la incertidumbre de cara a nuevos diagnósticos”, asegura Fátima Castaño, psicóloga y psicooncóloga en Quálita Psicología. “A los sentimientos de miedo y a la ansiedad propia del diagnóstico oncológico se añade el sentimiento de culpa por la posibilidad de que sus hijos también desarrollen la enfermedad”, explica la especialista.
“A los familiares sanos puede abordarles un sentimiento de indefensión además de una sensación de espera constante ante la posibilidad de enfermedad en cualquier momento. En este sentido, viven con temor a desarrollar la patología, algo que puede llevarles a sentir miedo y ansiedad, presentando autoexploraciones constantes o incluso modificando planes de futuro”, detalla Castaño. “La población general no cuenta con conocimientos sobre genética, por lo que es especialmente importante el papel de los especialistas en las Unidades de Consejo Genético que facilitan información precisa y seguimiento según cada caso, favoreciendo así la adaptación psicosocial de las familias que participan en estos procesos diagnósticos”, añade.
Por el contrario, también hay una sensación de control
En cualquier caso, otro aspecto a destacar en la parte emocional es que “el componente genético también añade cierta sensación de control ya que, en estos casos, conocemos la causa de la enfermedad, el riesgo de desarrollarla, así como las diferentes estrategias con las que se cuentan para reducir este riesgo. Seguir estrategias de prevención o diagnóstico precoz nos ayuda a tener un papel activo frente al cáncer”, señala. El mejor conocimiento de la patología y los nuevos avances en el diseño de tratamientos más específicos proporcionan, por lo tanto, un apoyo que debe contribuir a reducir el estrés de pacientes y familiares. En este sentido, es fundamental el papel desempeñado por los profesionales que participan en el consejo genético, punto que destaca también Paz Ferrero, presidenta de la Asociación de Afectados por Cáncer de Ovario (ASACO): “La labor del consejo genético capacita a pacientes y familiares a través de la información para evitar que se amplifiquen riesgos y conseguir así que se alivie su situación”, explica la portavoz de la asociación. “Todas estas innovaciones constituyen una buena noticia y desde ASACO queremos contribuir a través de nuestro trabajo a que los avances continúen y supongan cambios reales en la vida de las pacientes”, comenta.
La determinación del gen BRCA será fundamental en cáncer de ovario
La identificación de mutaciones en el gen BRCA, fundamental en estrategias de prevención y el diagnóstico del cáncer de mama, contribuirá también según los expertos al avance en el área del cáncer de ovario, donde la determinación genética desempeñará un papel destacado, han informado fuentes de la compañía AstraZeneca y ASACO. “En pacientes con carcinoma seroso de cáncer de ovario y alguna historia familiar es importante conocer si existe mutación de BRCA con el fin de realizar el adecuado asesoramiento familiar e implementar técnicas de prevención adecuadas”, explica el Dr. Antonio González, presidente del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Ovario (GEICO). Las indicaciones sobre a quién se le debe realizar un estudio genético han evolucionado. “Cuando la utilización del estudio determina que existe un riesgo familiar, debemos buscar ese riesgo en aquellas personas con historia familiar, porque es en ellas donde podemos encontrar la mutación en estos genes”, explica la Dra. Judith Balmaña, responsable de la Unidad de Cáncer Familiar y médico adjunto de la Unidad de Cáncer de Mama del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona. Además de este uso preventivo de la determinación genética, los especialistas encuentran también beneficios terapéuticos para las pacientes. “A día de hoy, hemos comprobado que identificar esta mutación genética en una persona que ya tienen cáncer puede ser útil para tomar decisiones referentes a los fármacos”, asegura la oncóloga.