Javier Granda Revilla
La necesidad de optimizar la gestión del paciente hipertenso ante la gran carga que supone el manejo de esta enfermedad para el sistema sanitario ha centrado la sesión que, patrocinada por Chiesi, se ha celebrado en la jornada de clausura de la 20ª Reunión Nacional de la Sociedad Española de Hipertensión-Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (SEH-LEHLA). La sesión, moderada por el catedrático de medicina interna de la Universidad de Granada, Blas Gil Extremera, y el vicepresidente de Semfyc, Domingo Orozco, ha contado con la participación de la economista de la salud del Instituto Max Weber, Renata Villoro, y del médico de familia del Centro de Salud Espronceda de Madrid y presidente de la Sociedad Madrileña de HTA Alberto Galgo.
Como ha recordado Villoro, la hipertensión arterial es un problema de salud de primer orden en los países desarrollados por su morbilidad y mortalidad. “Constituye uno de los principales motivos de consulta en el ámbito de atención primaria: una de cada cuatro visitas está relacionada con esta enfermedad, que además es responsable del 7% de los motivos de consulta médica en España”, ha destacado. La carga de la enfermedad en España se estima entre 1.500 y 3.589 millones de euros, en función del estudio consultado, lo que supone entre un 5,6% y un 7,5% del gasto sanitario total y, como ha recalcado la experta, “el coste de un paciente hipertenso es el doble que el que origina la población general”.
Mejorar el control
Uno de los aspectos más relevantes es mejorar el control de la enfermedad, ya que se ha evidenciado que a menor control se producen más complicaciones y un mayor coste. Un estudio realizado por Sicras-Mainar y otros estimó que esta falta de control incrementa en un 13,5% el coste medio por paciente. Villoro ha finalizado su ponencia subrayando que la eficiencia es una necesidad para mantener la calidad del Sistema Nacional de Salud y que es obvia la alta carga de la hipertensión arterial, “pero ésta va más allá de los costes farmacológicos”. Para reducirla, es imprescindible tener en cuenta que los aspectos determinantes son las complicaciones asociadas y el control de los pacientes.
Por su parte, Alberto Galgo ha repasado los conceptos básicos de gestión clínica, que pasan por la organización de la consulta en circuitos de demanda (gestión de la demanda asistencial) y por la organización de la agenda (gestión del tiempo). “Los resultados teóricos esperables de una buena gestión pasan por una mayor consecución de resultados en salud -intermedios o finalistas- con optimización de los recursos disponibles por el clínico”, ha resumido. Para el experto, muchos de los protocolos preventivos cardiovasculares, incluidos los referidos a HTA, deberían fomentar más el autocuidado del paciente y estimular su autonomía y autocontrol. Según su criterio, actualmente son excesivamente médico-dependientes porque implican un excesivo número de visitas e inducen a realizar actividades que no demuestran coste-beneficio.
Más control con menos esfuerzo asistencial
“¿Por qué y para qué debemos organizar la consulta en hipertensión arterial? Para obtener el máximo control con el menor esfuerzo asistencial. Para lograrlo, optimizaremos la precisión de la medida de la presión arterial, implicaremos al paciente para mejorar la adherencia al tratamiento y, en los casos de hipertensión arterial de difícil control o refractaria, nos basaremos en la coordinación de niveles”, ha aconsejado.
Entre los estudios realizados en la coordinación entre niveles en España, destaca el dirigido por la presidenta de SEH-LEHLA*, Nieves Martell, y en el que ha participado el propio Alberto Galgo: el estudio DERIVA, donde se analizó el proceso de derivación de 1.769 pacientes hipertensos, con un 74,7% de derivaciones correctas. “En el futuro las bases del modelo de atención a los pacientes crónicos deberían pasar por la mejora de recursos comunitarios, por tomar decisiones basadas en evidencias, por la mejor organización de la atención y por el desarrollo de sistemas de información y comunicación clínica entre niveles de atención”, ha pronosticado.
Uso más eficiente de los recursos
Por último, ha anunciado la puesta en marcha el próximo mes de abril el piloto de un nuevo proyecto de SEH-LELHA, EFIGIE-HTA. Éste será coordinado por Nieves Martell. Y nace con el objetivo de ayudar al clínico y al gestor en la tarea de obtener los mejores resultados posibles en la gestión del paciente hipertenso, haciendo un uso más eficiente de los recursos disponibles. Para lograrlo, se utilizará una herramienta web de autodiagnóstico mediante la que se pueden definir las áreas de mejora del centro en las que se podría intervenir para mejorar la gestión clínica. La iniciativa cuenta con cinco áreas de autoevaluación: sistemas de información, pruebas diagnósticas y analíticas, aspectos organizativos, demanda asistencial y consumo de recursos y programas de formación continuada tanto para pacientes como para profesionales.
* La Dra. Martell ha ejercido como presidenta de SEH-LELHA hasta el último día del congreso, jornada en la que se eligió la nueva Junta Directiva de la institución, que encabeza el doctor Julián Segura