Redacción Farmacosalud.com
Más de 100 pacientes con enfermedad renal crónica han podido beneficiarse del programa de diálisis de noche impulsado por el Servicio de Nefrología y Trasplante Renal del Hospital Clínic de Barcelona. El programa, de carácter pionero en España, está dirigido por el Dr. Francesc Maduell, jefe de Sección de Diálisis, y se puso en marcha en septiembre de 2007. Así pues, de la cifra de enfermos atendidos se desprende que el procedimiento dializador nocturno está ya plenamente consolidado. El programa de diálisis de noche nace fruto de las necesidades de los pacientes, puesto que muchos de ellos tienen una vida laboral activa y este turno les permite compaginar la vida laboral con su tratamiento. Además, el procedimiento nocturno tiene una mayor duración y mayor intensidad, por lo que se han obtenido mejores resultados.
La diálisis es el proceso artificial mediante el cual se extraen los productos de desecho y el exceso de agua del organismo. Este proceso es necesario cuando los riñones no funcionan correctamente. En el protocolo de diálisis nocturna se procede a realizar la hemodiafiltración, procedimiento en el que se combina difusión y convección. Además de la difusión habitual de la hemodiálisis, se extraen grandes cantidades de ultrafiltrado del plasma de la sangre del paciente (agua, electrolitos y toxinas urémicas) únicamente por transporte convectivo, lo que da lugar a una elevada depuración.
Durante la hemodiafiltración, la sangre del enfermo es pasada a través de un conjunto de líneas hacia la máquina, donde llega a una membrana semipermeable (el filtro), en la que son eliminados los residuos y el agua. Para compensar esta pérdida de volumen (40-50 litros por sesión), es necesario suministrar el líquido de sustitución, libre de toxinas, y finalmente la sangre es devuelta al paciente. El Clínic es el único hospital español que lleva a cabo la diálisis durante la noche, procedimiento que resulta ser más eficiente. Este tratamiento se realiza en días alternos.
Desde las 22 h hasta las 07 u 08 horas
Las sesiones de diálisis de noche normalmente son en días alternos (4 o 3 días dependiendo de la semana). Los usuarios llegan a las 22 horas y se marchan del hospital entre 7 y 8 de la mañana. Mientras el paciente duerme se somete a su tratamiento de hemodiafiltración (técnica que actualmente es la que más depura) durante más rato de lo habitual (8 horas, el doble de la duración convencional) y con mayor frecuencia. Una semana acuden los lunes, miércoles, viernes y domingo, y la otra semana martes, jueves y sábado. Con este tipo de sesiones más concentradas la terapia es más fisiológica y el corazón sufre menos. En todos los tratamientos de diálisis, y este no es una excepción, el rol del personal de enfermería es clave.
Los pacientes que reciben este tratamiento suelen tener una vida muy activa y son profesionales de ámbitos tan diversos como profesores de universidad y de escuelas, profesionales con negocios propios, abogados, profesionales relacionados con la construcción… la estancia media de estos pacientes en el programa es de 35 meses.
Una de las complicaciones de la diálisis convencional es lo que se llama 'síndrome de fatiga post diálisis'. Los pacientes están cansados, fatigados (las sesiones pueden durar entre 2 y 6 horas). La hemodiafiltración nocturna y más frecuente permite reducir los síntomas post-tratamiento. Antes, los enfermos que tenían que someterse a diálisis sufrían náuseas, vómitos, malestar... ahora se pueden personalizar mucho más los tratamientos.
Menos administración de medicamentos
Con respecto a los resultados del programa, cabe decir que, desde septiembre de 2007, 100 pacientes ya han podido incluirse en el protocolo dializador de noche. De estos, 68 han recibido un trasplante renal (61 de donante cadáver y 7 de donante vivo). Al mismo tiempo, se han cumplido las perspectivas de muy buena tolerancia a la técnica y de mayor eficacia. Además, los pacientes manifiestan encontrarse mejor y, al mismo tiempo, se han reducido el número de fármacos a tomar. Por ejemplo, no se administran captores de fósforo, se han reducido mucho los fármacos antihipertensivos, no necesitan ningún medicamento para reducir el exceso de potasio, y han disminuido a la mitad los medicamentos para controlar la anemia como fármacos estimulantes de la eritropoyesis (eritropoyetina).
Los pacientes que deben recurrir al tratamiento de diálisis tienen Insuficiencia Renal Crónica, que se define como el deterioro progresivo e irreversible de la función renal. Es decir, los riñones pierden su capacidad para eliminar toxinas y controlar el volumen de agua del cuerpo. Pueden pasar años desde el inicio del diagnóstico inicial hasta llegar a la fase crónica. En el momento en que los riñones pierden su función, también dejan de producir una serie de hormonas que ayudan a regular la tensión arterial y estimular la producción de glóbulos rojos (eritropoyetina) o la absorción de calcio de los alimentos para mantener los huesos saludables (vitamina D).
El Dr. Maduell resalta que “las cifras de este programa de diálisis de noche demuestran que es un tratamiento eficaz y efectivo, y que al mismo tiempo facilita una rehabilitación laboral y familiar; por tanto, mejora la calidad de vida de los pacientes”.
Dado el primer paso hacia la medicina personalizada en trasplante renal
Por otro lado, un estudio del Hospital Universitario de Bellvitge y el IDIBELL (l’Hospitalet de Llobregat, en Barcelona) publicado en la revista ‘Kidney International’ ha significado el primer paso hacia el despliegue de la medicina personalizada y de precisión en trasplante renal. Los investigadores han logrado demostrar los buenos resultados de un algoritmo que ajusta las dosis del inmunosupresor tacrolimus según las características de cada persona1.
Muchos de los pacientes que reciben un trasplante renal son tratados con este fármaco para evitar el rechazo. Actualmente, la dosis inicial se decide en función sólo del peso corporal de la persona. Si después hay que ajustarla, como ocurre a menudo, se hace sólo según la experiencia empírica del médico, de acuerdo con el sistema de ensayo y error. No se tiene en cuenta, pues, que el tacrolimus tiene efectos distintos en cada sujeto por muchos motivos, ni el riesgo inmunológico personal, el riesgo de efectos adversos o la calidad del riñón del donante. Tampoco se decide la dosis según los factores genéticos, aunque se sabe que, según la persona, a veces es necesaria una dosis hasta dos veces mayor que otra para conseguir los mismos efectos.
Estos investigadores estudiaron la efectividad de un algoritmo de dosificación validado que incluye la edad, la proporción de glóbulos rojos en sangre (hematocrito) y la presencia de determinados indicadores genéticos en cada individuo, además del conocimiento que se tiene de cómo influyen estos parámetros en el comportamiento del medicamento. Los resultados obtenidos con la nueva pauta han sido satisfactorios.
Referencias
Lloberas N, Grinyó JM, Colom H, Vidal-Alabró A, Fontova P, Rigo-Bonnin R, et al. A prospective controlled, randomized clinical trial of kidney transplant recipients developed personalized tacrolimus dosing using model-based Bayesian Prediction. Kidney Int. 2023;104(4):840-850.