Redacción Farmacosalud.com
De acuerdo con la Dra. Olaia Fernández Berrizbeitia, portavoz de la Sociedad Española de Reumatología (SER-Reumatología) y facultativa del Servicio de Reumatología del Hospital Universitario de Basurto (Bilbao, en Vizcaya), la mayoría de las patologías reumáticas “aparecen de una forma insidiosa; progresivamente se van sumando síntomas y la gente no les suele dar importancia, de modo que inicialmente van pensando ‘ya se me pasará’”. No obstante, cuando el paciente decide ir al médico puede ocurrir que inicie un periplo por varias especialidades, hasta que finalmente llega a Reumatología. “Todo este proceso suele demorar una primera visita a nuestra especialidad”, indica la Dra. Fernández Berrizbeitia, quien agrega que esta derivación puede hacerse efectiva en cuestión de “pocos días, semanas o meses”, pudiéndose dar el caso de que tarde “incluso años”.
Ante este panorama, y con el fin de impulsar el diagnóstico precoz de estas dolencias, se ha lanzado la campaña ‘La Espera’.
-La Fundación Española de Reumatología lanza la campaña ‘La Espera’, destinada a concienciar sobre la importancia de la detección precoz en las enfermedades reumáticas. ¿Se sabe cuál es la media de retraso diagnóstico de estas afecciones en España?
La especialidad de Reumatología abarca más de 200 enfermedades, por lo que es muy variable la media de retraso. Las afecciones más agudas o las que debutan de una forma explosiva suelen llegar antes a las consultas, ya que los pacientes acuden a Urgencias e ingresan en Reumatología y las vemos en pocos días.
La mayoría de las patologías reumáticas, por el contrario, aparecen de una forma insidiosa; progresivamente se van sumando síntomas y la gente no les suele dar importancia, de modo que inicialmente van pensando ‘ya se me pasará’. Y cuando ya deciden consultar a su médico, son derivados a diferentes especialidades hasta que alguien sospecha que hay una enfermedad reumática y realiza una derivación a nuestras consultas de Reumatología. Todo este proceso suele demorar una primera visita a nuestra especialidad. Por lo tanto, se puede decir que la derivación puede ser cuestión de unos pocos días, semanas o meses, o tardar incluso años.
De ahí la importancia de esta campaña: queremos concienciar a la población y a los sanitarios para que, ante determinados síntomas, los pacientes no duden en consultar con su médico de Atención Primaria (AP) y estos facultativos u otros especialistas consulten a los reumatólogos. Tenemos en la web www.inforeuma.com y en nuestro canal de YouTube información para la población sobre las enfermedades reumáticas que les animamos a visitar para poder saber los síntomas de estas dolencias o incluso entender a la gente que las padece.
Aunque se ha avanzado en la detección de las enfermedades reumáticas, en algunos casos el proceso hasta el diagnóstico puede alargarse algunos años en ámbitos como el de las espondiloartritis y artritis psoriásica, o en algunas patologías autoinmunes sistémicas y autoinflamatorias.
-Todos hemos sufrido algún dolor muscular o articular que aparece de improviso y que desaparece espontáneamente al cabo de unos pocos días. ¿Pero, en qué circunstancias deben alertarnos esas molestias y acudir a un médico? ¿Por su duración, por su gravedad, etc?
Realmente debemos fijarnos en las características del dolor. Las enfermedades reumáticas suelen tener un curso crónico en general, y los síntomas pueden ser múltiples. La mayoría tienen como punto en común el dolor. Este dolor suele ser de ritmo inflamatorio, es decir, empeora con el reposo y los pacientes se despiertan con unas molestias muy intensas que pueden llegar a ser incapacitantes. Molestias que en reposo siguen doliendo y que mejoran con la actividad física, habiendo también una sensación de rigidez que dura más de una hora.
Suele ser un dolor mantenido en el tiempo, de días, semanas y meses de evolución, ya sea a nivel articular o en columna. Una sintomatología dolorosa que no mejora con el paso de los días/semanas, SIEMPRE debe consultarse para su valoración y ver si está producida por alguna enfermedad que requiera un tratamiento específico, ya sea físico o farmacológico. Si, además, se asocian otros síntomas como lesiones en la piel, hinchazón local, etc., es imprescindible pedir una cita con el médico de AP.
En cuanto a la gravedad, si es algo muy llamativo -o que uno piensa que es grave- habría que plantearse acudir al servicio de Urgencias si en nuestro Centro de Salud no es posible que nos valoren durante el mismo día.
-Hoy en día existe un gran desconocimiento sobre las afecciones reumáticas por parte de la población. ¿Pero -volviendo a AP-, los facultativos de Atención Primaria (primer escalón de cribado de los pacientes en general) están suficientemente preparados para identificar o al menos sospechar que lo que le está contando el paciente puede ser una dolencia reumática, para poder así derivarlo a un especialista?
Por el momento muchas de las enfermedades reumáticas son poco conocidas por el resto de especialidades. Si a eso se le suma la sobrecarga que tienen en AP, no es de extrañar que algunas de estas patologías pasen inadvertidas, dado que requieren hacer algunas preguntas concretas, asociar síntomas que a veces el propio enfermo no ha relacionado con el síntoma principal, y llevar a cabo una buena exploración física. Por ello, desde muchos servicios de Reumatología y la propia Sociedad Española de Reumatología (SER) intentamos realizar reuniones con Primaria.
Además, desde nuestra organización científica (SER) se ha creado un Plan de Formación -con el que se han juntado reumatólogos que son profesores en las diferentes Facultades de Medicina de España- para poder unificar las clases y para que, de este modo, todos los estudiantes reciban una buena preparación en Reumatología, cosa que comporta que puedan identificar síntomas de enfermedades reumáticas escojan la especialidad que escojan, y con ello derivar mejor a los pacientes. Es una apuesta muy interesante que ha realizado nuestra sociedad científica y que seguro que mejorará la atención a la población.
-¿Cualquier persona, ante un dolor persistente sin causa aparente (no se ha dado ningún golpe, por ejemplo), cuándo debe ir al reumatólogo, cuándo al fisioterapeuta y cuándo al traumatólogo?
Tenemos protocolos establecidos para ello. Ante un dolor mecánico no severo, es decir, aquel que se produce cuando me muevo y que mejora con reposo, pongamos por ejemplo una lumbalgia leve, sería interesante hablar con el fisioterapeuta, además de hacer ejercicio en cuanto sea posible de forma progresiva; pueden consultar el documento sobre lumbalgia que lanzamos en octubre en www.inforeuma.com.
Si el dolor es más intenso conviene contactar con el médico de AP porque, a veces, esta clase de molestia requiere asociar algún analgésico o antiinflamatorio. Y si además se alarga en el tiempo o no responde al tratamiento habitual, aunque la intensidad no sea muy llamativa, habría que valorar si el enfermo debe ser derivado a Traumatología ante la sospecha de alguna complicación mecánica (hernia discal extruida con afectación de algún nervio, lesión en el cartílago de alguna articulación, artrosis severa…), o a Reumatología en caso de que el dolor sea de tipo inflamatorio -como ya hemos comentado previamente- o se asocien otros signos como lesiones en la piel (tipo psoriasis, púrpura, eritema…) y/o síntomas en otros órganos (inflamación o sequedad ocular, sequedad oral, dedos en salchicha, diarreas, fiebre mantenida, dedos blancos con el frío…). Y todo ello hay que hacerlo tenga el paciente la edad que tenga, puesto que las patologías reumáticas pueden afectar a toda la población, desde la infancia hasta las edades avanzadas.
Es interesante saber que, para nuestras enfermedades, el ejercicio es fundamental y mejora el pronóstico, por lo que acudir al fisioterapeuta también puede ser complementario a muchas de nuestras terapias.
-¿Cómo incide el componente psicológico en las patologías reumatológicas, es decir, si alguien está triste o no se distrae lo suficiente nota más ese tipo de molestias? ¿O incluso puede llegar a pensar que sufre alguna afección reumatológica, cuando en realidad no la padece?
Se ha estudiado mucho la relación del estado anímico con el dolor. Además, las enfermedades reumáticas están estrechamente relacionadas con el sistema inmunológico y, entre muchos factores, el ánimo también puede afectar a diferentes sistemas como este. Situaciones de alteración en el ánimo, estrés, cansancio,… pueden influir y ser incluso detonantes para que debute una enfermedad reumática, o incluso tener un brote.
Asimismo, respondemos de manera diferente ante una medicación en función de nuestro estado anímico y actitud. Así que también es posible que algunas personas, ante un dolor difícil de tratar o por algún problema psicológico, piensen que pueden tener una enfermedad reumática, sin que así sea. Esto supone un reto en nuestras consultas. Es importante recalcar que, para sentirnos bien, hay que cuidar todas las esferas… y el estado psicológico es fundamental para ello.