Redacción Farmacosalud.com
Mientras hay vida hay esperanza. Y, bajo esta frase hecha, yace tiempo. Aunque ese tiempo se prolongue brevemente, es tiempo que se gana a la enfermedad. Es tiempo que permite esperar la llegada de un posible descubrimiento, de una nueva solución. Tiempo. La medicina avanza, y para ello necesita tiempo. Tiempo… El doctor Albert Abad ya lo dijo en su día cuando aludió a los 3 meses de supervivencia conseguidos en cáncer de páncreas con un nuevo fármaco: “Lograr tres meses más de vida en cáncer de páncreas es importante, no irrisorio”, ya que esa prórroga permite “tener posibilidades de poder ser tratado con un medicamento que en este momento no existe y que está a punto de salir al mercado”. Así las cosas, se ha aprobado ramucirumab (Cyramza®) para tratar el cáncer gástrico avanzado, un tumor devastador (la supervivencia a los cinco años de las personas diagnosticadas es del 26%). Según el doctor Abad, ramucirumab “ha mostrado una mejoría significativa en la supervivencia de los pacientes” y, en este sentido, se ha convertido en “una opción real de segunda línea de tratamiento con un incremento de la mediana de supervivencia de unos 5 meses”.
“Cualquier mejoría en el tratamiento del cáncer gástrico es bien recibida. Ramucirumab es un antiangiogénico (inhiben la producción de vasos sanguíneos) que se ha estudiado en cáncer gástrico en 2 grandes estudios (REGARD y RAINBOW) en segunda línea de tratamiento, es decir, en pacientes que han fracasado con un primer tratamiento frente a la enfermedad avanzada. Tanto como fármaco único frente a placebo como combinado con quimioterapia frente a quimioterapia sola ha mostrado una mejoría significativa en la supervivencia de los pacientes. El fármaco ha sido aprobado en indicación como agente único y habrá que esperar qué ocurre con la combinación. Mientras tanto, se ha abierto una opción real de segunda línea de tratamiento con un incremento de la mediana de supervivencia de unos 5 meses, de la que habrá que ver su relevancia clínica y su coste/beneficio”, argumenta Abad, UCCO-Iradier de Campus CIMA Sanitas, Barcelona.
“Hay que actuar preventivamente: vida sana y diagnóstico precoz”
En España el pronóstico del cáncer gástrico o de estómago es desalentador, ya que la supervivencia relativa a los cinco años de las personas diagnosticadas es del 26%, en línea con la media europea. Para el especialista, los 5 meses obtenidos en segunda línea de tratamiento gracias a ramucirumab es algo “muy importante en segunda línea”, si bien “la supervivencia en términos de pacientes curados la tenemos que ir a buscar en el tratamiento inicial, la cirugía con intención curativa… y eso está en relación al diagnóstico temprano y lejos de las segundas líneas de tratamiento del cáncer avanzado”. “La supervivencia a los 5 años varía del 2% en los tumores diseminados a 60% en los tumores más localizados, al 80% en el estadio 1”, precisa.
Precisamente, un alto porcentaje de pacientes -un 60%- de tumor de estómago son diagnosticados ya en estadio avanzado (III o IV) de la enfermedad, por lo que “hay que actuar preventivamente: desde los hábitos de vida sana hasta el diagnóstico precoz”, afirma el oncólogo. “En Japón, donde la incidencia de cáncer gástrico es muy elevada, las campañas de cribado consiguen supervivencias superiores al 90% en los pacientes diagnosticados en fase de carcinoma precoz (early gastric cancer). No tener pereza en indicar una endoscopia en pacientes que presentan algún síntoma, y la erradicación de Helycobater Pylori, bacteria que coloniza el estómago y que se considera causante directo en el 8% de los tumores gástricos, son también medidas eficaces”, explica Abad.
“La incidencia de cáncer gástrico empezó a disminuir con el frigorífico”
A todo esto, se estima que se producirá un incremento de la incidencia del cáncer gástrico en España: para el 2015 se espera un total de 8.247 nuevos casos diagnosticados y para el 2020 un total de 8.982. “En realidad -comenta el doctor-, las tasas ajustadas por edad indicarían una tendencia al descenso en la incidencia ligada a la mejora en los factores ambientales y a la erradicación del H. Pylori. No obstante, existen todavía factores de la dieta y hábitos sociales favorecedores de este incremento”. Además, “es de gran importancia el efecto demográfico de envejecimiento de la población”, en tanto que es “un factor de gran peso en el aumento de la incidencia del cáncer en general, más de un tercio en algunos tumores”, apunta Abad.
El cáncer de estómago es el quinto tipo de cáncer más frecuente en el mundo y la tercera causa de muerte por tumor. Este tumor es más prevalente fuera de Estados Unidos y de la Unión Europea (en la UE incluso es un tipo de cáncer poco frecuente). ¿Quiere esto decir que es una patología más propia de países económicamente menos avanzados? El doctor Abad tiene las claves de esas estadísticas: “Haciendo un poco de historia, la incidencia de cáncer gástrico empezó a disminuir a partir del descubrimiento del frigorífico, ‘la nevera de hielo’. Los alimentos ahumados, pescado y carne salada, vegetales conservados en vinagre, escabeche y carbonizados, métodos utilizados para la conservación de los alimentos, son factores relacionados con el cáncer gástrico que dejan de utilizarse a medida que el frigorífico se universaliza. Pero existen todavía algunas culturas y sociedades de nivel socioeconómico bajo en las que se siguen utilizando y mantienen la incidencia (de tumor de estómago). Los nitritos y nitratos son sustancias que se encuentran comúnmente en las carnes curadas y también son agentes carcinógenos para este tumor. Por otra parte, el efecto protector de consumir muchas frutas, verduras y vegetales frescos es algo de más difícil acceso en las poblaciones de bajo nivel socioeconómico, y eso, junto a una mayor frecuencia de infección por H Pylori en edades tempranas, serían también factores que influyen en esta mayor incidencia”.
Ramucirumab, con designación de ‘fármaco huérfano’
Ramucirumab ha recibido la designación de ‘fármaco huérfano’ por el Comité de Medicamentos y Productos Huérfanos (COMP) de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) para el tratamiento del cáncer gástrico en la Unión Europea. La condición de medicamento huérfano se otorga a los fármacos destinados al tratamiento de enfermedades raras que proporcionan un beneficio significativo respecto a los tratamientos existentes, han indicado fuentes de la compañía Lilly.