Redacción Farmacosalud.com
Un grupo de expertos españoles ha elaborado un consenso para el tratamiento del dolor asociado al cáncer en enfermos candidatos a terapia de infusión intratecal, en el que se apunta que este tipo de terapia se ha aplicado con éxito en pacientes domiciliarios. De hecho, en estos casos son los profesionales sanitarios quienes, cuando el medicamento se agota, proceden a recargar el dispositivo infusor en el propio domicilio del paciente cuando se dan las condiciones para ello, como por ejemplo en caso de que el estado de la persona sometida a tratamiento haga desaconsejable su desplazamiento al hospital.
La terapia intratecal permite rellenar lo que se denomina bomba intratecal, que es un reservorio donde se pone la medicación analgésica que, con un programa específico para cada enfermo, permite una dosificación de los fármacos desde dicho reservorio. Cuando la bomba va quedándose sin medicamento (se va gastando el reservorio) debe recargarse; o, cuando el paciente tiene cambios en su dolor (porque aumente o disminuya), hay que cambiar la programación.
“Es necesaria una muy buena coordinación entre los servicios domiciliarios y la Unidad de Dolor”
“En ambos casos hay que reprogramar la configuración de la bomba, y necesitamos obligatoriamente que los pacientes estén presentes. Muchos de ellos pueden hacer esto en el hospital, pero algunos, por su estado general u otras condiciones, pueden beneficiarse de que profesionales sanitarios hagan este relleno de la bomba y/o programación en su propio domicilio. En este sentido, es necesaria una muy buena coordinación y formación entre los servicios domiciliarios y la Unidad de Dolor. Existen ya experiencias que demuestran la eficacia y seguridad de estos procedimientos en el hogar, como ocurre con la Unidad de Paliativos del Hospital Niño Jesús”, explica la Dra. Concepción Pérez Hernández, jefa de la Unidad del Dolor en el Hospital Universitario La Princesa de Madrid y primera autora del nuevo documento.
El 55% de los individuos que sufren cáncer en España sienten dolor, uno de los síntomas más frecuentes y que mayor afectación genera en la calidad de vida. En este contexto, el grupo de expertos vio que era necesario establecer un consenso para el tratamiento del dolor complejo o refractario asociado a la patología tumoral en personas candidatas a terapia de infusión intratecal implantable. El texto resultante ha sido publicado en la revista ‘Current Oncology’.
Se calcula que hasta un 20% de los pacientes con dolor oncológico no responden o no toleran los tratamientos convencionales de primera línea y, por tanto, requieren tratamiento intervencionista. La terapia de infusión intratecal, que consiste en la administración continua de fármacos directamente en su lugar de acción, puede ser la opción terapéutica de elección para los sujetos con cáncer que, en cualquier momento de la evolución de la enfermedad, no obtienen el resultado clínico esperado con los tratamientos sistémicos. También puede ser útil en aquellos enfermos que no toleran la medicación.
Un catéter permite llevar la medicación hasta el espacio intratecal
En el marco de este tipo de procedimiento, se coloca un catéter (un tubito muy fino) por el que pasa la medicación indicada hasta llegar directamente a un espacio que se llama intratecal. Este espacio está compuesto por un líquido que recubre y baña a la médula espinal, el conocido como líquido cefalorraquídeo. Cabe destacar que todas las conexiones nerviosas llegan a la médula, que es la zona desde la que los estímulos son transmitidos hasta el cerebro. Entre esos estímulos se encuentran los que transmiten el dolor. “Lo que hacemos con la terapia intratecal es llevar fármacos a este líquido que baña la médula, acción que permite modular o bloquear las señales de dolor al cerebro desde el punto donde hemos colocado el catéter, con muy poca dosis, porque estamos muy en contacto con las neuronas que transmiten la percepción dolorosa”, precisa a través de www.farmacosalud.com la Dra. Pérez Hernández.
“Cuando colocamos el catéter -prosigue la facultativa-, solemos ponerlo cerca del nivel por donde entran a la médula las neuronas que transmiten el dolor”. La localización es diferente si hablamos, por ejemplo, de las piernas (el dispositivo será colocado a nivel habitualmente lumbar), o los brazos (la punta del catéter se pondrá en la zona cervical). “Esto se llama colocación metamérica, que permite que podamos mezclar fármacos con muy pocas dosis y actuar muy cerca de las neuronas que están transmitiendo el dolor, pero la colocación siempre se ubica en el espacio intratecal”, detalla la jefa de la Unidad del Dolor del Hospital La Princesa.
A pesar de las ventajas que proporciona este tratamiento y de los algoritmos existentes para tratar el dolor oncológico, en muchos centros existen varias limitaciones que siguen obstaculizando de manera rutinaria la labor terapéutica desarrollada. El nuevo estudio pretende establecer un consenso entre pacientes y profesionales sanitarios de las diferentes unidades implicadas en el tratamiento del dolor oncológico, con el propósito de realizar “una selección de perfiles, abordaje y seguimiento correcto de candidatos a terapia intratecal”, remarca mediante un comunicado Pérez Hernández.
En particular, se recomienda la necesidad de mejorar la comunicación entre el personal sanitario y los enfermos y sus familias. “Es importante que los pacientes estén mejor informados y puedan participar activamente en las decisiones relativas a su plan de tratamiento. Y, para conseguirlo con éxito, los profesionales sanitarios tenemos que informar y formar, entendiendo la importancia de ser empáticos y buenos comunicadores con el paciente y sus familias”, señala la coautora del consenso.
Un equipo multidisciplinar en el que debería haber profesionales de la salud mental
Por otro lado, los expertos coinciden unánimemente en que la coordinación y la comunicación entre los equipos médicos multidisciplinares implicados en el tratamiento del cáncer y el dolor oncológico son aspectos esenciales para garantizar que se tengan en cuenta todos los puntos relevantes de las necesidades del paciente. Así, los enfermos deben ser derivados a especialistas en dolor cuando este síntoma no mejore rápidamente, o se prevean efectos secundarios intolerables de la analgesia.
Otra propuesta es la creación de un comité de dolor oncológico multidisciplinar que evalúe la estrategia del tratamiento del dolor para cada persona, asegurándose de que es la adecuada a sus necesidades a lo largo de la evolución de la enfermedad.
Los galenos también consideran que el equipo multidisciplinar de especialistas debería integrar a profesionales de la psicología y/o psiquiatría. En esta línea, el nuevo documento destaca la necesidad de incorporar al registro sistematizado de la historia clínica datos referentes a otras comorbilidades, además de datos sobre la evolución del dolor y la de otros síntomas. Estos resultados pueden ayudar a superar las barreras identificadas y orientar a los facultativos en la toma de decisiones a la hora de lograr una atención más integral en el contexto de la administración de la terapia intratecal, y centrarse en mejorar la experiencia, el seguimiento y la perspectiva del paciente.
Requisitos para la valoración psicológica
“La valoración psicológica es siempre necesaria en personas que van a ser sometidas a implantes para el dolor, ya sean de estimulación medular, de nervio periférico, ganglio... o bombas intratecales", comenta la Dra. Pérez Hernández.
A lo que añade: "en el caso de pacientes oncológicos, esta norma no es tan rígida y sólo deben pasar aquellos en los que el abordaje psicológico pueda aportar un valor y una mejora en la valoración y/o seguimiento del enfermo, así como aquellos pacientes que pensemos que van a beneficiarse de medicamentos que en ocasiones pueden producir alteraciones de la salud mental. Además, este abordaje psicológico en enfermos oncológicos no excluye la utilización de terapia intratecal si puede aportar un perfil de fármacos más deseables y puede ser realizada no sólo durante el preimplante, sino también en cualquier momento de la trayectoria del paciente”.
Artículo de referencia
Pérez C, Quintanar T, García C, Cuervo MA, Goberna MJ, Monleón M, et al. Cancer-Related Pain Management in Suitable Intrathecal Therapy Candidates: A Spanish Multidisciplinary Expert Consensus. Curr Oncol. 2023;30(8):7303-7314.