Redacción Farmacosalud.com
Los radicales libres y la oxidación son causa del envejecimiento, también el de los ojos1. La exposición excesiva a factores oxidativos exógenos como la luz aumentan el estrés oxidativo y tienen un papel crucial en la progresión de enfermedades oculares relacionadas con la edad, que son las principales causas de ceguera y que incluyen glaucoma, degeneración macular asociada a la edad (DMAE), retinopatía diabética y enfermedad del ojo seco.
Como órgano fotosensible principal, el ojo recibe directamente la energía de la luz solar que viaja a través de la córnea, el cristalino y el cuerpo vítreo a la retina. Al ser un órgano metabólicamente muy activo, cuya función es la absorción de luz de forma continua, los procesos oxidativos, y particularmente los foto-oxidativos, están involucrados en muchos tipos de daño tisular, en particular en la enfermedad oftálmica. El uso de nuevos antioxidantes de alto poder, como la crocina y la crocetina, en patologías de los ojos, puede reducir la presión intraocular en pacientes con glaucoma y actuar frente a la sequedad ocular y factores inflamatorios. Asimismo, puede favorecer la prevención del avance de cataratas.
Especies reactivas de oxígeno
Los agentes oxidables pueden clasificarse según su naturaleza química, siendo de los más importantes las especies reactivas de oxígeno (ROS, por sus siglas en inglés Reactive Oxygen Species) producidas como consecuencia del metabolismo celular y de factores ambientales2. Existen factores de riesgo como intervenciones quirúrgicas y/o afecciones previas que incrementan la producción de ROS y que pueden producir daño en las células oculares. El impacto del estrés oxidativo visual agrava o fomenta la aparición de ciertas enfermedades que inciden en los ojos. Por ejemplo, en la superficie ocular provoca daño en las células de la película lagrimal dando como resultado el ojo seco; disfunción de proteínas en el cristalino que desemboca en cataratas, o en el nervio óptico, con un aumento de la presión intraocular con riesgo de glaucoma.
El estrés oxidativo visual es particularmente importante ya que el ojo, además de su continua exposición a la luz, se caracteriza por un bajo nivel de enzimas antioxidantes y un alto contenido de sustratos oxidantes, por lo cual es muy sensible al daño oxidativo, lo que provoca el inicio y curso de gran número de patologías y es responsable de su envejecimiento prematuro y neurodegeneración3.
Lanzamiento de Visual Blue con BlueProtect®
Visual Blue, de Laboratorios Viñas, gracias a BlueProtect, incorpora a su fórmula antioxidantes de alta eficacia4, crocina y crocetina, que protegen las células oculares frente al estrés oxidativo visual5. Además, incluye en su formulación Luteína, Zeaxantina y Vitamina E, Zinc y vitaminas B6 y B12. Visual Blue está específicamente formulado para proteger las células oculares.
Modo de empleo. Se recomienda tomar 1 cápsula al día y durante 3 meses después de intervención quirúrgica, o 1 cápsula diaria en condiciones de riesgo de estrés visual.
Obesidad y hábito tabáquico, entre los factores de riesgo del estrés oxidativo
Existen múltiples condicionantes que pueden aumentar el estrés oxidativo visual, entre otros se encuentran la obesidad, la mala alimentación, el hábito tabáquico, el consumo de bebidas alcohólicas, ciertos medicamentos y la exposición a factores ambientales como la radiación, las toxinas, la contaminación del aire, los plaguicidas y la luz solar (el exceso de exposición a la luz se incluye como fuente de ROS). El humo de cigarrillo es una de las fuentes exógenas reconocidas de radicales libres y contiene varios productores de ROS, como la nicotina y el cadmio. El humo también contiene hidroquinona, un oxidante abundante en la naturaleza, que se encuentra en alimentos procesados, envases de plástico y contaminantes atmosféricos.
La aparición de tecnologías de iluminación sofisticadas, como por ejemplo las luces LED, los teléfonos móviles, las computadoras y otros dispositivos, ha constituido un gran avance que se ha integrado en la vida diaria de las personas; sin embargo, el peligro potencial de la luz de onda corta en los ojos ha despertado mucha preocupación. Algunos estudios señalan que la luz azul de alta energía puede penetrar la córnea y el cristalino y alcanzar la retina directamente, causando daño fotoquímico6, y dependiendo de factores tales como la intensidad, la distancia, la dirección de la línea de visión, el espectro de la fuente de luz y el tiempo de exposición.
Referencias
1. Harman D. Aging: a theory based on free radical and radiation chemistry.J Gerontol. 1956;11:298-300
2. Mittag T. Role of oxygen radicals in ocular inflammation and cellular damage. Exp Eye Res. 1984;39:759-69.
3. Sies H. Strategies of antioxidant defense. Eur J Biochem. 1993;215:213-21. Tangvarasittichai O, Tangvarasittichai S. Oxidative stress, ocular disease and diabetes retinopathy. Curr Pharm Des. 2018;24:4726-41
4. Karimi P, Gheisari A, Gasparini SJ, Baharvand H, Shekari F, Satarian L, Ader M. Crocetin prevents RPE cells from oxidative stress through protection of cellular metabolic function and activation of ERK1/2. Int J Mol Sci. 2020;21(8):2949.
5. Camelo S, Latil M, Veillet S, Dilda PJ, Lafont R. Beyond AREDS Formulations, What Is Next for Intermediate Age-Related Macular Degeneration (iAMD) Treatment? Potential Benefits of Antioxidant and Anti-inflammatory Apocarotenoids as Neuroprotectors. Oxid Med Cell Longev. 2020
6. HamWT, Mueller HA, Sliney DH. Retinal sensitivity to damage from short wave- length light. Nature. 1976;260(5547):153-5.