Redacción Farmacosalud.com
La compañía AstraZeneca pone en marcha ‘El ABCD de la gripe’, una campaña divulgativa que tiene como objetivo concienciar a la población sobre esta infección y promover una serie de medidas preventivas, como por ejemplo la vacunación. A juicio del Dr. Roi Piñeiro, pediatra y participante en esta iniciativa, en la actualidad la vacuna antigripal “es una apuesta. Realmente, nunca sabemos qué tipo de cepa de gripe nos va a visitar cada año (las famosas gripe A, gripe B, H1N1 o H3N2)”. Así, en función de los virus que hayan afectado al hemisferio sur durante los meses de verano, se hace una estimación de cuáles serán las cepas que afectarán al hemisferio norte (donde se sitúa España), y se preparan las vacunas para la próxima temporada, y viceversa. Si se acierta, la eficacia será mayor. Si el virus muta o cambia posteriormente, la eficacia será menor. “¿Que por qué no existe una vacuna universal frente a todos los tipos posibles de gripe? De momento no existe, pero la tendremos en un futuro no muy lejano”, asevera Piñeiro.
Sea como fuere, se estima que hoy en día la eficacia del preparado vacunal antigripal oscila entre el 50-60%, si bien se habla también de protecciones de hasta el 70%. En cambio, la vacuna frente al coronavirus SARS-CoV-2 (patógeno causante del COVID-19) -suero elaborado, por cierto, en un tiempo récord- logra eficacias cercanas al 100%. De modo que mucha gente se pregunta por qué, después de tantos años de investigación, la vacuna antigripal no alcanza niveles de eficacia más altos.
“Bueno, por matizar -refiere Piñeiro-, la eficacia de las vacunas frente al SARS-CoV-2 fueron muy elevadas para evitar el desarrollo de complicaciones asociadas al COVID-19, no tanto para evitar la enfermedad como tal. Hay que vender realidades a la población para no escuchar aquello de ‘la vacuna no sirve; yo me vacuné y al final pasé la enfermedad’. La realidad es que ‘pasaste la gripe estando vacunado y no desarrollaste ninguna complicación’”.
Inmunización antigripal en niños
Este año es la primera vez que se cuenta con la aprobación de las recomendaciones de vacunación antigripal de los niños sanos de entre 6 y 59 meses por parte del Ministerio de Sanidad1 español, lo que comporta que los profesionales sanitarios se muestren muy optimistas de cara a la nueva temporada. No obstante, el Dr. Piñeiro recuerda que “las vacunas no funcionan solas. Sólo funcionan si se administran. Por tanto, nada cambiará por mucho que el Ministerio facilite la administración de sueros vacunales si al final la población no se los pone. Y este es un problema crónico de la vacuna frente a la gripe: las bajas tasas de cobertura. Los mejores porcentajes se consiguen en ancianos, personas vulnerables, embarazadas y personal sanitario, y, aun así, rara vez alcanzan coberturas superiores al 70%”.
“En general -añade-, la gripe no es una enfermedad temida por la población; tampoco por los padres. Durante la pandemia, las tasas de vacunación frente a la gripe mejoraron de forma global, pero no especialmente en niños. Siguiendo con la crisis pandémica, menos del 50% de la población infantil de entre 5 y 11 años de edad fueron vacunados frente al SARS-CoV-2”.
El caso es que, a diferencia de muchos otros compañeros de profesión, Piñeiro se muestra escéptico con respecto a la adhesión a la inmunización antigripal en el colectivo de menores de edad. “Sinceramente, no soy demasiado optimista -sostiene el galeno-. Además de comprar vacunas, que, por supuesto es una acción importante, hay que invertir mucho más en la difusión de buena información a una sociedad que vive infoxicada por las redes sociales. Cualquier mensaje de un youtuber o un instagramer llega mucho más lejos que una recomendación enviada desde el Ministerio. Si el mensaje, además, es erróneo, y muchas veces lo es, el daño es considerable. Si consiguiéramos hacer entender a los padres que vacunar a sus hijos frente a la gripe no sólo protege a sus hijos, sino también a ellos mismos y a los abuelos, y que esa sería la mejor manera de pasar todos juntos la Navidad, quizá las coberturas serían mayores. No lo sé. Es complicado. Pero tengo claro que disponer de vacunas no sirve en absoluto si éstas no se administran”.
“El virus de la gripe tiene una extraordinaria capacidad de mutar”
Una cosa está clara… por el momento, hay vacunas para algunas patologías, pero no para otras. La razón estriba en el hecho de que “no todos los microorganismos son iguales, y tienen diferentes maneras de engañar y evadir nuestro sistema inmunitario -indica el pediatra-. Por ejemplo, el virus de la gripe tiene una extraordinaria capacidad de mutar, y además pueden ser mutaciones menores o mayores, siendo generalmente estas últimas responsables de las pandemias. Otro virus que conocemos desde hace tiempo y frente al que no existe vacuna es el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). Los motivos darían para otro artículo, pero se resume una vez más en que no todos los virus son iguales”.
Para el Dr. Piñeiro, la investigación sobre preparados vacunales “tiene un futuro alentador, no sólo en la prevención de patologías infecciosas, sino también en las tumorales y/o degenerativas. La población debe comprender que cada vez tenemos mejores vacunas, más eficaces y seguras. La gente, asimismo, debe conocer que no existen las vacunas 100% efectivas y 100% seguras, y que, si no se administran, no previenen nada, no sirven en absoluto, ni a nivel colectivo ni a nivel individual”.
Medidas preventivas contra la afección gripal
Cada año, la patología gripal provoca entre 3 y 5 millones de casos graves de esta infección en todo el mundo2. Además, 2 de cada 3 menores hospitalizados por dicha enfermedad no presentan factores de riesgo, lo que les convierte en uno de los principales grupos a proteger3. En este contexto, ‘El ABCD de la gripe” tiene como objetivo informar a la población sobre el impacto de los contagios y aumentar la concienciación sobre una afección que puede poner en peligro la salud de los más pequeños. La iniciativa tiene como pieza central la web ABCD de la gripe, un espacio dedicado a precisar sobre el alcance de esta patología y sobre las principales medidas de prevención para luchar contra los virus que la originan.
La gripe es una afección respiratoria aguda de gran morbilidad en niños y jóvenes y mayor mortalidad en ancianos o personas con enfermedades crónicas4. Es altamente contagiosa y aparece en forma de epidemias anuales5. En un año normal, entre el 5 y el 15% de la población se ve afectada por la gripe, que causa entre 3 y 5 millones de casos graves y alrededor de 650.000 muertes en todo el mundo6. Además, las personas de corta edad suelen ser las primeras en enfermar cuando se declara un brote gripal.
En vista de todo ello, el Dr. Piñeiro aboga por tomar algún tipo de precaución en aquellos hogares en los que conviven niños con ancianos y/o enfermos vulnerables: “es importante tomar precauciones en estos casos. Todas ellas se recuerdan cada año desde las instituciones sanitarias y la mayoría ya las hemos aprendido durante la pandemia por SARS-CoV-2. Lo ideal sería que se cumplieran sin necesidad de obligar a nadie a llevarlas a cabo”. A modo de resumen, las medidas preventivas más relevantes que describe el facultativo son las siguientes:
• Vacunación. Sigue siendo la medida más efectiva para prevenir la gripe y reducir la gravedad de los síntomas en caso de infección. “Se trata de un matiz muy importante que también pudimos aprender durante la pandemia”, subraya. Muchos vacunados pasaron finalmente el COVID-19, pero muy pocos tuvieron complicaciones. Es fundamental que tanto los niños como los ancianos y las personas con enfermedades crónicas estén inmunizados frente a la gripe; también hay que prevenir la cadena de transmisión de un virus -el gripal- que nos visita todos los años.
• Higiene de manos. Uno de los mecanismos de transmisión más frecuentes de la gripe es el contacto entre individuos, especialmente mediante las manos, pues las usamos para casi todo. Es decir, si nos tapamos la boca al toser o nos tocamos la nariz, nuestras manos quedarán impregnadas del virus, que posteriormente podremos transmitir a las manos de otra persona. Y esa persona, antes o después, se las llevará a la nariz o a la boca, dado que es un gesto que todos hacemos de forma cotidiana y sin darnos cuenta. Es importante lavarse las manos con frecuencia, utilizando agua y jabón, o el famoso gel hidroalcohólico, durante al menos 20 segundos. “Los médicos lo hacemos continuamente antes y después de explorar a los pacientes, porque nos encanta curar, pero no llevarnos a casa los microorganismos”, apunta Piñeiro.
• Toses y estornudos. Ambos síntomas dan lugar a la dispersión del patógeno gripal en el aire. De ahí la importancia de cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo desechable, o taparse con el codo doblado al toser o estornudar. Mucho mejor el codo que la mano, por los motivos explicados anteriormente. Además, en caso de tener síntomas gripales, “una medida que el resto de la población debería agradecer -y que debería ser vista como una norma de buena conducta- sería llevar una mascarilla. Pero no por obligación, sino por respeto al resto de la sociedad y para reducir la transmisión de la enfermedad. En algunas culturas es un gesto de buena educación que no hace falta recordar a los ciudadanos (ni tampoco hace falta obligarlos)”, argumenta.
• Evitar el contacto cercano con enfermos. Cualquier fiesta puede esperar. El cumpleaños, la Navidad, la despedida de un compañero de trabajo… “no vayas si tienes síntomas gripales y quédate en casa. Y si en casa viven personas vulnerables, intenta coincidir lo menos posible con ellas. Lo que para ti puede ser ‘una simple gripe’, para otra persona puede suponer una patología muy grave”, advierte el especialista.
• Ventilación. Abrir ventanas y puertas regularmente es beneficioso para evitar la transmisión de la gripe, pues reduce la concentración de virus en el ambiente.
“La obligatoriedad de las mascarillas consiguió que la población terminara aborreciéndolas”
La pandemia de COVID-19 supuso una gran oportunidad para incorporar todas estas medidas en el día a día de los ciudadanos. “Sin embargo, la realidad es bien distinta y el cumplimiento de las mismas es bastante escaso. La obligatoriedad de las mascarillas consiguió que la población terminara aborreciéndolas, en lugar de aprender bien cuándo y cómo deberían usarse, como sería, en caso de tener síntomas gripales o catarrales, proceder a taparse bien la boca y la nariz y utilizar un material apropiado y no cualquier trozo de tela”, expone Piñeiro.
Los expertos consideran que la campaña promovida por AstraZeneca es especialmente necesaria tras la vuelta al cole, cuando repuntan los contagios y se inicia la temporada gripal. Para afrontar eficazmente este nuevo ciclo, es importante conocer la variedad de los virus que circulan. La gripe estacional se divide en cuatro tipos principales: A, B, C y D. Sin embargo, los grandes causantes de las epidemias estacionales son los virus de tipo A y B2,7. Con esta campaña, AstraZeneca anima a aprender de los más pequeños, haciendo que la prevención sea como las letras del abecedario. ‘El ABCD de la gripe’ se compone de cuatro pilares fundamentales: A de Aprender qué es la gripe; B de Bloquear una enfermedad infraestimada e infravalorada que puede poner en peligro la salud de los más pequeños; C de Cambiar la percepción que la sociedad tiene sobre la gripe, y D de Detener el avance de la patología siguiendo las medidas de prevención.
“En AstraZeneca ponemos al paciente en el centro de todo nuestro trabajo y ponemos toda nuestra capacidad innovadora al servicio de los colectivos más vulnerables, como es el caso de los niños ante la gripe. El objetivo de nuestra campaña es concienciar a toda la población sobre la importancia de prevenir una patología que en temporadas pasadas ha llegado a ocasionar que 1 de cada 1.000 niños sanos tuvieran que ser hospitalizados”, explica Marta Moreno, directora de Asuntos Corporativos y de Acceso al Mercado de AstraZeneca. Los más ‘peques’ suelen ser los primeros en enfermar durante los brotes de gripe, mientras que las mayores tasas de incidencia, temporada tras temporada, se observan en el grupo de niños de entre 0 y 4 años, seguidos de los menores de 15 años8. Por eso, las escuelas infantiles han sido identificadas como un entorno en el que la población pediátrica se ve más expuesta a una enfermedad que puede acarrear complicaciones para su salud.
Como parte de la campaña, Piñeiro y el enfermero Joaquín Coloma han participado en un podcast [mirar video] en el que han debatido sobre la gripe y su impacto en los más pequeños. “Me asombra que los que trabajamos con la gripe seamos totalmente conscientes de la importancia y la gravedad que tiene esta afección, y que la población general no tenga esa percepción”, señala Coloma.
Referencias
1. Recomendaciones_vacunacion_gripe_PoblacionInfantil.pdf (sanidad.gob.es)
2. WHO. https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/influenza-(seasonal)
3. Prevención de las infecciones respiratorias pediátricas en la temporada 2023 24: un nuevo escenario. https://sepeap.org/prevencion de las infecciones respiratorias pe diatricas/
4. Ortiz de Lejarazu et al, 2012. Farreras volumen II. Elsevier España, S. L.
5. https://vacunasaep.org/profesionales/enfermedades/gripe
6. Joint statement - Influenza season epidemic kicks off early in Europe as concerns over RSV rise and COVID-19 is still a threat. https://www.who.int/europe/news/item/01-12-2022-joint-statement---influenza-season-epidemic-kicks-off-early-in-europe-as-concerns-over-rsv-rise-and-covid-19-is-still-a-threat
7. Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, Centro Nacional de Vacunación y Enfermedades Respiratorias (NCIRD, por sus siglas en inglés). https://espanol.cdc.gov/flu/about/viruses/types.htm
8. Instituto de Salud Carlos III. Sistema de Vigilancia de la Gripe en España. Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica. Informe de Vigilancia de la Gripe en España. Temporada 2019 2020.pdf [Internet]. [citado 11 de noviembre de 2020]. https://www.isciii.es/QueHacemos/Servicios/VigilanciaSaludPublicaRENAVE/EnfermedadesTransmisibles/Documents/GRIPE/INFORMES%20ANUALES/Vigilancia%20de%20la%20Gripe%20en%20Espa%C3%B1a.%20Informe%20Temporada%202019 2020.pdf