Redacción Farmacosalud.com
La litiasis renal, conocida también como cálculos renales, es una condición caracterizada por la formación de piedras en los riñones que puede afectar tanto a adultos como a niños. En los últimos años se ha observado un aumento significativo en el número de casos de litiasis en la población pediátrica, lo que plantea serias consecuencias para la salud y el bienestar de estos menores. Para la inmensa mayoría de la opinión pública, este preocupante incremento es aún un tema desconocido o muy poco conocido.
“Es cierto que, a pesar de presentar una prevalencia inferior a la población adulta, la incidencia de litiasis urinaria en el paciente pediátrico está aumentando en los últimos años, reportando algunos estudios un incremento del 4% anual. Aunque existe una amplia variación en cuanto a las cifras de incidencia, en los países occidentales se estima que hay entre 14 y 120 casos por cada 100.000 habitantes. Para entender este aumento, hay que tener en cuenta que las litiasis se deben a factores externos, como la alimentación, la vida sedentaria o las infecciones urinarias, y a factores intrínsecos del paciente, como las alteraciones metabólicas o anatómicas”, detalla en declaraciones a www.farmacosalud.com la Dra. Laura Burgos Lucena, responsable de la Unidad de Suelo Pélvico Pediátrico de ROC Clinic (Madrid).
Alerta ante el consumo excesivo de alimentos ricos en sodio, azúcares añadidos y grasas saturadas
La predisposición a la formación de litiasis viene condicionada por factores metabólicos, anatómicos, genéticos e infecciosos. Los pacientes con anomalías de la vía urinaria, infecciones de repetición o alteraciones metabólicas deben seguir un control y vigilancia estrecha por su especialista para disminuir el riesgo de aparición de alteraciones litiásicas.
Pero hay otros factores externos que influyen en la aparición de este trastorno renal sobre los que se puede actuar mediante la adopción de un correcto estilo de vida. En este sentido, son cruciales una dieta y una hidratación adecuadas. Así, el consumo excesivo de alimentos ricos en sodio, azúcares añadidos y grasas saturadas, junto con una ingesta insuficiente de frutas y verduras, aumenta las posibilidades de formación de cálculos renales. Adicionalmente, el sedentarismo y la falta de actividad física también juegan un papel crucial en el desarrollo de la litiasis. El estilo de vida moderno, caracterizado por largas horas frente a pantallas y disminución de la actividad física al aire libre, ha conllevado una reducción en la movilidad y un incremento de la obesidad infantil. Estos factores contribuyen directamente al aumento de la incidencia de cálculos renales en menores de edad.
Por sexos: mayor incidencia en varones prepúberes, en mujeres tras la pubertad
Cabe destacar que el 56-85% de los enfermos pediátricos con litiasis urinarias presentan al menos un factor predisponente. Este hecho es un condicionante clave, ya que supone un mayor riesgo de aparición de litiasis de repetición si no se corrige dicho factor, y comporta que la prevención sea uno de los principales pilares de su manejo.
Con respecto a los factores epidemiológicos, en la edad pediátrica existe una diferente tendencia en cuanto a la incidencia de litiasis por sexo y edad. Así, la cifra de casos es mayor en varones prepúberes, mientras que tras la pubertad el trastorno es más frecuente en mujeres. Esto se podría explicar por una mayor presencia de alteraciones anatómicas de la vía urinaria en varones en los primeros años de vida, y una mayor incidencia de infecciones urinarias en la población femenina a partir del desarrollo puberal.
“Por tanto -sostiene la Dra. Burgos-, para frenar el incremento de esta patología es fundamental realizar una labor preventiva mediante la educación sobre cómo llevar una alimentación equilibrada y un estilo de vida saludable, y a través de la prevención y el tratamiento adecuado de las infecciones de orina”. También hay que potenciar el diagnóstico precoz y realizar un adecuado seguimiento de las anomalías metabólicas y anatómicas que incrementan el riesgo de litiasis. “Las consecuencias de las carencias en estos aspectos no se han cuantificado aún y, por ello, es un tema desconocido para la mayoría de la gente. Hasta que no haya prevención e información, no habrá control sobre el aumento de casos”, señala la uróloga y experta en el diagnóstico y tratamiento quirúrgico de patologías urológicas en la edad pediátrica.
Dolor al orinar, sangrado…
En la litiasis renal se forman depósitos sólidos en los riñones que pueden variar en tamaño, localización y composición. Estas piedras en la vía urinaria pueden producir molestias o dolor al orinar y sangrado, favorecer una infección urinaria e incluso obstruir el flujo normal de la orina, y causar daño renal a largo plazo. Los síntomas varían en función de cada paciente y la edad de cada sujeto afectado, pudiendo pasar desapercibidos en algunos casos y motivar el ingreso hospitalario en otros. En lactantes y niños menores de 3 años la presencia de un cálculo en el tracto urinario puede provocar síntomas inespecíficos como irritabilidad, llanto, emisión de orina oscura, trastornos gastrointestinales o fiebre.
El tratamiento de esta enfermedad en niños ha ido evolucionando en los últimos años, desde los abordajes abiertos hasta la evolución a la cirugía mínimamente invasiva. Las opciones terapéuticas de la litiasis en estos enfermos “son ya tan amplias como en adultos, porque el instrumental necesario para el abordaje ‘sin heridas’ (endourológico y percutáneo) y la litotricia extracorpórea con ondas de choque se han ido adaptando a la población pediátrica, permitiendo su aplicación en niños pequeños. Además, al igual que en la población adulta, también se emplea la vía abierta y laparoscópica en casos seleccionados, como aquellos en los que es necesario tratar, además, las anomalías de la vía urinaria”, precisa la Dra. Burgos.
Los objetivos del tratamiento de las litiasis urinarias en niños deben ser la eliminación de la litiasis, la prevención de recurrencias e infecciones urinarias, la preservación de la función renal y la corrección de los problemas anatómicos o metabólicos subyacentes. “Actualmente la eficacia de los diferentes abordajes terapéuticos en el tratamiento de la litiasis infantil es tan alta como en la población adulta y, con frecuencia, los niños presentan menor tasa de complicaciones y mejor recuperación. Aun así, en los pacientes menores de 10 kg o con piedras de gran tamaño sigue siendo una cirugía delicada que exige un instrumental adaptado y experiencia en este campo, por lo que este tipo de intervenciones sólo se llevan a cabo en centros seleccionados”, remarca.
Actuar para evitar que haya secuelas una vez se alcance la vida adulta
La Dra. Burgos advierte que la litiasis renal en edades pediátricas puede generar secuelas en la edad adulta del paciente, de ahí que esta ‘amenaza’ sea “una de las preocupaciones de los que nos dedicamos a esta patología”. En lo que es el abordaje terapéutico de la litiasis en la infancia, hay varios aspectos que hacen que el tratamiento sea un poco diferente con respecto al practicado en adultos: con frecuencia los pacientes pediátricos tienen alteraciones anatómicas y metabólicas que aumentan las posibilidades de litiasis de repetición y, además, la edad de aparición de cálculos es muy precoz, por lo que es habitual que estos cuadros se repitan durante la infancia.
Teniendo en cuenta que estos enfermos pueden necesitar varias intervenciones durante su crecimiento, es fundamental preservar al máximo la función renal y evitar las cicatrices renales, con el fin último de impedir la aparición de posibles secuelas en el futuro. “Esto se consigue aplicando abordajes mínimamente invasivos, estudiando bien al paciente para descartar anomalías asociadas, y siendo constantes con las medidas de prevención”, afirma la experta.
En definitiva, que desde ROC Clinic se quiere concienciar a los padres de la necesidad de abordar este problema de salud pública de manera integral. Los esfuerzos deben centrarse en la educación y concienciación de los progenitores, cuidadores y profesionales de la salud sobre los riesgos asociados con la litiasis infantil y la importancia de adoptar una dieta equilibrada y una hidratación adecuada. Asimismo, es importante implementar políticas que promuevan la actividad física regular para que, de esta manera, dichas políticas contribuyan a reducir el tiempo sedentario en los más pequeños.