Redacción Farmacosalud.com
Amigos para siempre. Y no es una frase gratuita. Las personas con depresión recurrente a quienes todo tratamiento ha fallado pueden recurrir a un implante que, para que funcione, debe estar activo sin cesar y permanecer indefinidamente en el cuerpo del paciente. La técnica en cuestión se ha bautizado con el nombre de Estimulación Cerebral Profunda. El equipo de investigación en trastornos afectivos del Servicio de Psiquiatría y el equipo de neurocirugía funcional del Servicio de Neurocirugía del Hospital de San Pau (Barcelona) han publicado el primer ensayo clínico internacional sobre estimulación cerebral profunda en el tratamiento de la Depresión Resistente. Los resultados de este estudio han sido publicados en la revista de alto impacto ‘Journal of Psychiatry & Neuroscience’ (07:49; ISI 2013).
La técnica de Estimulación Cerebral Profunda (ECP) se basa en la colocación estereotáxica intracerebral de electrodos bilaterales que están conectados de forma permanente a un neuroestimulador. La ECP es una opción terapéutica en la que se interviene directamente sobre la zona cerebral o circuitos implicados en la depresión. “Los electrodos se colocan en el núcleo donde está la alteración… el paciente lleva implantados los electrodos y éstos están conectados a un neuroestimulador, que es una especie de marcapasos. El neuroestimulador está en marcha y constantemente envía estímulos a los electrodos que están colocados en el cerebro…. esta es la terapia”, explica la doctora Dolors Puigdemont, psiquiatra de l’Hospital de Sant Pau. “¿Qué hemos demostrado ahora? Que si paras la estimulación, pues los pacientes recaen”, sentencia Puigdemont.
La ECP, con pocos efectos secundarios y casi sin contraindicaciones
El ensayo clínico avala la eficacia de la ECP en las llamadas depresiones resistentes. Según la psiquiatra, generalmente esta clase de trastornos mentales tienen “años de evolución, han hecho varias recurrencias y a partir de un punto se vuelven resistentes; esto quiere decir que se agotan todos los tratamientos, como los farmacológicos, electroshocks, etc y el paciente no mejora… Son pacientes que no responden a nada”. Sólo hay cinco grupos a nivel mundial que están aplicando esta técnica en la depresión refractaria. Ahora, se ha llevado a cabo el primer ensayo clínico doble ciego en el que se demuestra que la terapia con ECP mejora la sintomatología depresiva y que es necesaria una estimulación continua para mantener sus efectos, han precisado fuentes de dicho centro hospitalario. La Estimulación Cerebral Profunda está aprobada para enfermedades como el Parkinson, distonía, patologías con dolor, etc, pero hasta este último estudio faltaban datos concluyentes sobre su validez como tratamiento para la depresión más persistente.
En declaraciones a www.farmacosalud.com, la doctora Puigdemont defiende las virtudes de la ECP: “No hemos tenido prácticamente efectos secundarios; para los neurocirujanos no es una cirugía complicada, aunque como toda cirugía tiene unos riesgos. A nivel de contraindicación hay muy pocas contraindicaciones: estaría contraindicado en alguien con un tumor cerebral o con un cáncer diseminado… pero son casos muy extremos”. La experta añade que la Estimulación Cerebral Profunda “es una técnica muy cara y por lo tanto no se puede aplicar a todo el mundo, sino en casos muy resistentes” de cuadros depresivos.
Entre 1.200.000 y 1.500.000 enfermos con depresión en España
De acuerdo con un documento de la Sociedad Española de Psiquiatría (SEP), “la depresión o enfermedad depresiva es un trastorno muy frecuente que se caracteriza por una perturbación del estado de ánimo en la que predomina un sentimiento de tristeza injustificado, y que casi siempre se acompaña de ansiedad, ideas repetidas de tipo pesimista, sentimientos de culpa y minusvalía personal, así como también de síntomas somáticos, entre los que destacan el insomnio, la fatiga, las molestias gastrointestinales, la pérdida o exceso de apetito, y la disminución o ausencia del deseo sexual. Con frecuencia se produce un enlentecimiento mental y físico: hacer las cosas cuesta más, se pierde memoria y capacidad de concentración. Por lo tanto, más que una enfermedad psiquiátrica, podemos decir que la depresión es un trastorno de todo el organismo: afecta al estado de ánimo, al pensamiento y al comportamiento, a la forma de comer y dormir, a la manera de sentirse con uno mismo y de pensar”.
Según las mismas fuentes, se calcula que sólo en España hay entre 1.200.000 y 1.500.000 enfermos con depresión. Un estudio realizado por la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard (Estados Unidos) y la OMS (Organización Mundial de la Salud) sostiene que la depresión será en el año 2020 el segundo mayor problema de salud del mundo, sólo superado por los problemas cardiovasculares.
Referencias
'A randomized double-blind crossover trial of deep brain Stimulation of the subcallosal cingulate gyrus in patients with treatment-resistant depresión: piloto study of relapso prevention' Firman el artículo en la revista ‘Journal of Psychiatry & Neuroscience’: D. Puigdemont, MJ Portezuela, R. Pérez-Egea, J. Molet, A. Gironell, J. de Diego-Adeliño, A. Martín, R. Rodríguez, E. Àlvarez, F. Artigas, V. Pérez J Psychiatry Neurosci 2015, DOI: 10.1503 / jpn.130295