Redacción Farmacosalud.com
'Caring me' viene a ser en el ámbito de la sanidad lo que en el mundo del fútbol es el himno del Liverpool: ‘You'll never walk alone’ (Nunca caminarás solo). Porque las personas que sufren depresión leve o leve-moderada y que están incluidas en la prueba piloto 'Caring me' son recibidas en primera instancia por un médico, que les atiende de manera presencial, y posteriormente son derivadas a la plataforma online, donde encuentran apoyo. Los pacientes, además, saben que son objeto de un seguimiento médico a distancia y que hay sistemas de control virtuales que permiten enviarlos de vuelta a la consulta presencial de un facultativo en caso de que se detecte un empeoramiento de su estado de ánimo. En definitiva, se trata de evitar que este tipo de enfermos se sientan solos desde un punto de vista terapéutico. Según el doctor Jaume Claramunt, médico de familia, jefe clínico del CAP Nova Lloreda de Badalona (Barcelona) y coordinador asistencial del proyecto 'Caring me', “en la sanidad pública tenemos un problema: muchas veces estos pacientes requieren mucha más atención de la que probablemente les podemos dar, por lo tanto lo que estamos haciendo (mediante la plataforma online) es dar una ayuda suplementaria y accesoria a lo que pueda hacer un médico o enfermera desde la Atención Primaria”.
Esta prueba piloto de tratamiento online -por lo tanto accesible desde un ordenador o cualquier dispositivo conectado a internet- centrada en la depresión es la primera de estas características que se lleva a cabo en España. La iniciativa, desarrollada por la empresa Arvato y Badalona Serveis Assistencials (BSA), parte de un modelo de tratamiento no presencial que ya está en boga en otros países, especialmente los nórdicos, mediante el cual se abordan varios tipos de patologías, no sólo las mentales. El hecho de que BSA ya estuviera implicada en otros proyectos europeos similares facilitó la puesta en marcha de 'Caring me', una plataforma de ayuda a pacientes con depresión leve o leve-moderada que han sido diagnosticados en Atención Primaria. “De hecho, el objetivo es doble: intentar ayudar a estas personas para que mejoren su estado de ánimo como apoyo paralelo a la asistencia que reciben todos los pacientes a nivel de la sanidad pública, y por otra parte realizar un ensayo clínico mirando si estas plataformas o nuevos tipos de tratamiento online son eficaces”, argumenta Claramunt.
Terapia online con una primera toma de contacto presencial
La primera toma de contacto con los posibles candidatos a sumarse al programa se produce en la consulta del médico, a la que los pacientes acuden en persona. Si el facultativo detecta que esas personas padecen algún tipo de trastorno emocional que encaja con el programa, se procede a derivarlas a la plataforma online. “Teóricamente, en pacientes con depresión leve no haría falta recetar antidepresivos porque no está demostrada su eficacia”, por lo que en estos casos suele llevarse a cabo un tratamiento psicológico y de apoyo, algo que se vehicula a través de la plataforma. Una vez realizado el diagnóstico, el facultativo incluye al paciente en el programa de acuerdo con el protocolo existente y realiza un seguimiento a distancia pero sin intervenir en el proceso “porque el propio enfermo es el que tiene un acceso personalizado a la plataforma, entra desde su propia terminal las veces que quiere y en los horarios que quiere y va siguiendo de forma secuencial todo el programa que hay de información para ir avanzando en el tratamiento de su enfermedad”, precisa. En caso de que se administre un tratamiento farmacológico antidepresivo, hay un módulo informativo específico que ayuda al paciente a conocer mejor su terapia. El sistema también le da unos avisos, incluso diarios si fuera necesario, para recordarle que tiene que tomar la medicación. “A través de la plataforma nunca se receta, la receta siempre la hace el médico en la consulta”, puntualiza Claramunt.
Cuando el enfermo entra en el sistema encuentra dos módulos diferenciados: un módulo introductorio donde se explica qué es la depresión y cuáles son los estilos de vida (alimentación, ejercicio físico y la calidad del sueño) más recomendables, y después hay un módulo dedicado a una terapia autoguiada, basada en técnicas cognitivo-conductuales, en que se analiza cómo los comportamientos de la persona afectan al estado emocional y se aborda cómo puede combatirse la depresión. El coordinador asistencial de 'Caring me' destaca que los estilos de vida son muy importantes en este tipo de trastornos emocionales, ya que a menudo la persona depresiva “se alimenta peor (no tiene ganas de cocinar, o al revés, puede tener atracones, etc.)” y con frecuencia “deja de salir de casa y abandona su estado más físico… es importante ir dándose cuenta de que el cuerpo necesita ejercicio continuado de manera regular y que hay que recuperar la actividad física”.
La plataforma “no es exactamente una psicoterapia”
La prueba piloto empezó el pasado mes de septiembre. Actualmente hay registrados 51 pacientes, si bien el objetivo de los responsables del programa es llegar a los 120 e incluso alcanzar los 200. Aunque es demasiado temprano para hacer una primera valoración de la experiencia -muchos de los inscritos han empezado hace muy poco la segunda parte, la propiamente terapéutica, por decirlo de algún modo-, sí que se han recibido los primeros comentarios de los usuarios, quienes por ahora se sienten satisfechos con la plataforma. “Los pacientes -señala el experto- ven que mejora su actitud ante la enfermedad, trabajan ellos mismos y en el horario que quieren los aspectos para mejorar su estado de ánimo y en general lo viven muy bien”.
El jefe clínico del CAP Nova Lloreda quiere dejar muy claro que el servicio que se ofrece en la plataforma “no es exactamente una psicoterapia; en una psicoterapia, un psicólogo está frente a ti, se trabajan una serie de cosas y el psicólogo va modulando mucho la entrevista. La plataforma es una información que está escrita, el paciente la lee y hay una serie de actividades y recomendaciones que el usuario debe seguir para intentar mejorar. Es más como una autoayuda autoguiada y secuencial donde se va pasando por una serie de módulos. Psicoterapia como tal no se puede decir, pero el tratamiento sí que está basado en técnicas de psicología a nivel cognitivo-conductual”. A lo que añade: “El paciente recibe apoyo sin coste alguno y de forma totalmente libre”. Los únicos inconvenientes detectados son técnicos, en tanto que “hay mucha población que hoy en día todavía no tiene acceso a internet o dificultades para utilizarlo”, comenta Claramunt. Para la gente joven no hay problema alguno, pero la cosa cambia cuando “empezamos a pensar en personas de 50 y pico o 60 años… probablemente en muchas de esas personas veremos que hay una limitación técnica importante”, agrega.
Un 10% de las personas pueden sufrir una depresión a lo largo de su vida
Los usuarios del programa pueden seguir visitándose en persona y de manera periódica como podrían hacer con cualquier otro médico. En paralelo, el sistema 'Caring me' hace pasar una serie de test a los pacientes con el fin de saber y conocer su estado y valorar su evolución. Según el experto, “si se detecta que la persona empeora en su estado de ánimo de una forma importante, la plataforma avisa tanto al médico vía correo electrónico como al propio paciente también vía correo electrónico y SMS”. Además, un administrativo de un ‘call center’ contacta telefónicamente con la persona depresiva para recomendarle que pida día y hora con su médico de familia y se visite. Con independencia de que haya un empeoramiento del estado del paciente, este tipo de llamadas también se efectúan de manera regular de acuerdo con el protocolo del programa. A juicio de Claramunt, las terapias de apoyo estilo 'Caring me' podrían extenderse a otras áreas médicas en que todavía no existe un tratamiento online: “Probablemente es el futuro; son terapias de apoyo que, aparte de no excluir la parte presencial, están pensadas para que los pacientes tengan más herramientas para mejorar su salud”.
Y, quien sabe si más que una posibilidad de futuro será una necesidad, porque el panorama relativo a la prevalencia de las depresiones es… si nos permiten la licencia, bastante ‘depresivo’. Las cifras y percepciones que aporta el doctor son muy elocuentes: “La enfermedad mental es una de las más frecuentes dentro de la consulta del médico de Atención Primaria. Un 10% de las personas pueden sufrir una depresión a lo largo de su vida. Este trastorno afecta a un 7% de hombres y un 18% de mujeres. Hay una gran parte de la población que tiene depresión y consulta constantemente los servicios de Atención Primaria”. Si bien las personas que tienen depresiones leves “normalmente no llegan al psiquiatra” porque sufren problemas adaptativos de la vida cotidiana -alimentados, claro está, por la crisis económica galopante de los últimos años-, sí que llegan hasta la Atención Primaria, últimamente a raudales. “Toda la parte más adaptativa de los problemas del día a día, que es lo que el médico de familia ve más, es muy frecuente y vemos que en los últimos años ha ido empeorando”, revela Claramunt.