Redacción Farmacosalud.com
El Hospital del Mar (Barcelona) ha puesto en marcha un proyecto pionero de ‘alfabetización’ digital para facilitar el uso de las nuevas tecnologías a los usuarios del centro. El perfil de usuarios escogido para participar como aprendices se corresponde con personas mayores de 65 años de edad. “Podríamos haber utilizado otros criterios, pero el factor edad es aún un determinante -aunque cada vez menos- de la brecha digital”, señala el Dr. Èric Sitjas, responsable del Área Ambulatoria y adjunto a la Dirección Asistencial y Médica del centro hospitalario barcelonés. Por brecha digital se entiende la distribución desigual en el acceso, uso o impacto de las tecnologías de la información entre grupos sociales.
El novedoso programa también trata de reducir la contaminación ambiental y conciliar la vida laboral de pacientes (si están en activo) y cuidadores gracias a la disminución de los desplazamientos hasta el hospital propiciada por las visitas telemáticas al médico. “El modelo tiene grandes ventajas: desde más ‘macros’ como disminuir el impacto de la huella de carbono -en un año evitamos 350.000 km de desplazamientos, equivalente a 11.3 toneladas de CO2-, hasta más individuales como son la conciliación laboral de pacientes y cuidadores. Imagínese el impacto para un/a hijo/a cuidador/a de un padre/madre con dependencia: gestión de ambulancia, o recogida y traslado en coche particular, espera en la sala del consultorio y devolución al domicilio)”, expone Sitjas en declaraciones a www.farmacosalud.com.
La inmensa mayoría de participantes, satisfechos con el sistema de videollamada
La pandemia de COVID-19 aceleró una tendencia creciente en la sanidad, como es la utilización de las herramientas de telemedicina para realizar el seguimiento de los pacientes y evitar desplazamientos hasta las instalaciones sanitarias. Pero la irrupción de las nuevas tecnologías comporta el riesgo de que algunas personas, por su situación personal, social, económica o cultural (algunos mayores de 65 años pueden estar inmersos en alguno de esos grupos), no las puedan aprovechar y queden desplazadas. Por este motivo, y con el propósito de acompañar a esos usuarios de la sanidad y garantizar así su acceso a la telemedicina, el Hospital del Mar ha puesto en marcha el plan de alfabetización digital.
El programa de educación telemática, que ha liderado el Servicio de Atención al Ciudadano con el Área Ambulatoria del centro, ha contado para su puesta en marcha con el alumnado del Ciclo Formativo de Grado medio de Curas Auxiliares de Enfermería y del Ciclo de Grado Superior de Documentación Sanitaria del Instituto Bonanova de Formación Profesional Sanitaria, adscrito al Hospital del Mar, dentro de un proyecto de Aprendizaje y Servicio. Esta metodología permite al alumnado del Instituto formarse en competencias de gestión, comunicación y análisis de indicadores.
En primer lugar, se llevó a cabo una prueba piloto, que demostró la viabilidad de la iniciativa y el elevado grado de satisfacción de los usuarios. Así, el 88% de los participantes aseguró que volvería a tener una visita por videollamada, mientras que el 77% explicó que la simulación mediante este tipo de recurso telemático había sido satisfactoria.
Notificaciones de resultados y de pruebas diagnósticas, y seguimientos en general
El alumnado, una vez formado para este proyecto de alfabetización digital, se pone en contacto con aquellos usuarios susceptibles de beneficiarse de la telemedicina. A los pacientes seleccionados se les llama para ofrecerles hacer una simulación de videollamada y eliminar sus dudas sobre este recurso tecnológico. Una vez llevada a cabo la actividad simulada, se determina si el usuario se puede beneficiar o no de recibir una videollamada de su facultativo de referencia. En caso de poder beneficiarse, se realiza la visita telemática y se hace un seguimiento de su funcionamiento.
Lo que se pretendía con la prueba piloto era llevar a cabo telemáticamente toda aquella acción que fuera susceptible de poder culminarse con una buena calidad asistencial. “Para ello, hemos hecho un análisis cuantitativo y cualitativo de experiencia del profesional y el paciente. A partir del mismo, hemos ido perfilando qué tipos de visita son susceptibles de realizarse mediante este sistema, y qué tipo de visita no es conveniente. Llevamos a cabo notificaciones de resultados y de pruebas diagnósticas, y seguimientos en general. No utilizamos esta vía para las primeras visitas, donde debemos establecer un vínculo con el paciente (visitas que normalmente van acompañadas de una exploración física), ni tampoco visitas con importante carga emocional, como puede ser comunicar una mala noticia, o aquellas en las que el paciente no haya aceptado su enfermedad todavía”, detalla Sitjas.
“Si el paciente no está convencido, gestionamos la visita presencial”
Así pues, el nuevo modelo se ha aplicado únicamente en citas de seguimiento y no en las primeras visitas, que siempre son presenciales (por presencial se entiende la presencia en persona del enfermo en la consulta). Es más, en caso de que este proyecto se consolide como una práctica asistencial convencional, la elección de una consulta telemática siempre se hará conforme al deseo del enfermo (es decir, el paciente quiere la visita a distancia o telemática). “Este fue uno de los elementos que recogía nuestro estudio: no imponer el modelo” digital, afirma el Dr. Sitjas. “En el apartado de experiencia del paciente, en nuestro estudio se le dio mucho valor a la no imposición del modelo. Y así lo hacemos y respetamos: si el paciente no está convencido, gestionamos la visita presencial”, especifica.
La iniciativa de educación digital busca empoderar y capacitar a las personas “en el uso de las nuevas tecnologías de atención en la salud, incentivando la participación e implicación ciudadana y promoviendo la cultura de la atención telemática”, explica Marta Hurtado, jefa de Atención al Ciudadano del Hospital del Mar. Según Sònia Aliaga, tutora del ciclo de documentación y administración sanitaria del Instituto Bonanova, “poder desarrollar este proyecto conjuntamente con el Hospital del Mar y pacientes reales nos permite que el alumnado logre competencias transversales como la cooperación y el trabajo en equipo, y la empatía entre otros”. También se consiguen objetivos específicos, como organizar y gestionar los datos y elaborar informes de resultados.
El nuevo programa ha sido uno de los treinta seleccionados en la sexta edición de las ayudas que otorgan CaixaBank Dualiza y la Asociación de Centros de Formación Profesional FPEmpresa. Estas ayudas buscan impulsar proyectos de formación profesional de centros educativos que, contando con la colaboración de empresas, aporten innovación, impacto en el territorio, sostenibilidad o capacidad de transferencia del conocimiento generado.