Redacción Farmaocsalud.com
Un ensayo clínico dirigido por el Hospital Universitario Vall d'Hebron (Barcelona) ha demostrado la eficacia del indicador sFIt-1/*PIGF para detectar la mayoría de los falsos positivos del test de alto riesgo de preeclampsia. Este estudio, en el cual han participado otros ocho hospitales españoles, ha permitido que se pueda parar el tratamiento con aspirina a un gran número de gestantes sin que haya consecuencias negativas ni por la madre ni por el bebé. Los resultados publicados en la revista ‘JAMA’ demuestran que las mujeres clasificadas como alto riesgo de preeclampsia y que entre la semana 24 y la 28 presentan un valor de sFIt-1/*PIGF normal (38 o inferior), son en realidad falsos positivos.
Este indicador se puede mesurar con una analítica de sangre. Estas pacientes podrán dejar el tratamiento y volver a hacer el seguimiento de los embarazos de bajo riesgo, hecho que ayudará a reducir la ansiedad en las embarazadas y las posibles complicaciones de la aspirina.
Abordaje más fisiológico y menos medicalizado de la gestación
“Este estudio confirma lo que ya sospechábamos desde hace unos años, que la aspirina para prevenir la preeclampsia solo es necesaria durante la primera mitad del embarazo en la mayoría de casos. Por estas mujeres, seguir el tratamiento hasta el parto no parece aportar beneficios y podría comportar complicaciones innecesarias. Este trabajo permite reducir el uso de medicamentos innecesarios en el embarazo, avanzando hacia un abordaje más fisiológico y menos medicalizado de la gestación”, explica el Dr. Manel Mendoza, responsable de la Unidad de Insuficiencia Placentaria dentro de la Unidad de Alto Riesgo Obstétrico de Vall d'Hebron, miembro del grupo de investigación de Medicina Materna y Fetal del Vall d'Hebron Instituto de Investigación (VHIR) e investigador principal del estudio.
En el ensayo se siguieron 936 gestantes que habían dado positivo en el test de preeclampsia durante el primer trimestre y un valor sFIt-1/*PlGF 38 o inferior en una analítica realizada durante el segundo semestre (entre la 24.ª y 28.ª semana). Entre una prueba y la otra, todas habían seguido un tratamiento diario con aspirina 150 mg, tal como recomienda el protocolo de seguimiento del embarazo en Cataluña. Después de la analítica, la mitad de las mujeres del ensayo continuó con la dosis habitual y la otra mitad dejó el tratamiento. El resultado fue que no hubo ninguna diferencia entre la incidencia de preeclampsia de un grupo y del otro, lo que quiere decir que este indicador androgénico es efectivo a la hora de detectar los falsos positivos del test del primer trimestre.
Una prueba rutinaria que salva vidas, pero que tiene muchos falsos positivos
El test de la preeclampsia en el primer trimestre (entre la 11.ª y la 13.ª semana de gestación) es una prueba rutinaria del protocolo de seguimiento del embarazo en Cataluña. La prueba es un análisis combinado de diferentes medidas, de la ecografía y de la analítica. Con ella, un 10-15% de todas las gestantes son consideradas de alto riesgo de preeclampsia y se las recomienda tomar aspirina cada día hasta el final del embarazo.
La preeclampsia es un trastorno multisistémico grave que complica entre el 2 y el 4% de las gestaciones. En la mayoría de casos, no presenta síntomas hasta el tercer trimestre, cuando puede desencadenar hipertensión arterial, y proteinuria (presencia de proteína a la orina). Una preeclampsia no tratada puede provocar partos prematuros, crecimiento restringido del feto, desprendimiento prematuro de placenta, convulsiones, fallos multiorgánicos y daños permanentes y potencialmente fatales en la gestante y el bebé. El problema es que, a pesar de que los síntomas se hacen evidentes en el tercer trimestre, para que el tratamiento preventivo con aspirina sea efectivo es esencial empezarlo antes de la semana 16. Gracias al tratamiento con aspirina, se consigue reducir el riesgo de preeclampsia hasta un 80%.
Hasta el descubrimiento de este indicador, a pesar de saber que la preeclampsia es enfermedad infrecuente -y, por lo tanto, que la mayoría de pacientes de alto riesgo de preeclampsia son falsos positivos-, debido a la gravedad de la patología, a que la aspirina es relativamente segura y que hay que iniciar la prevención antes de la semana 16, se consideraba mejor ofrecer el tratamiento a todas las pacientes de alto riesgo, que correr el riesgo de no medicar gestaciones que podrían desarrollar el trastorno.
El nuevo protocolo que incorpora el indicador angiogénico, propuesto por el grupo de investigación de Medicina Materno-Fetal del VHIR, ofrece una solución. Con una simple analítica de sangre entre la semana 24 y 28 se pueden encontrar los falsos positivos de entre las gestantes identificadas en el primer trimestre como alto riesgo de preeclampsia. Más del 90% de las mujeres podrán parar el tratamiento sin consecuencias negativas ni por ellas ni por los bebés. Esta analítica no ofrece resultados fiables hasta el segundo trimestre, y entre un test y el otro, se recomienda a las embarazadas que hagan el tratamiento, puesto que los beneficios superan los riesgos.
La aspirina, un medicamento antiagregante que aumenta el riesgo de hemorragia
Para el equipo investigador, a partir de este nuevo trabajo se tienen que diseñar estrategias para poder parar el tratamiento con aspirina cuando no sea necesaria. Recuerdan que la aspirina es un medicamento antiagregante que aumenta el riesgo de hemorragia y en este estudio se demostró que parar el tratamiento también reducía el riesgo de hemorragias menores, sobre todo de encías, nariz y genitales.
Aparte de la reducción de riesgos, esta medida evitará la sobremedicación y fomentará la tranquilidad de las gestantes, reduciendo su ansiedad y riesgo de complicaciones. Desgraciadamente, los indicadores angiogénicos no están todavía disponibles en todos los hospitales y por este motivo habrá que esperar a poder incorporar el nuevo protocolo a la práctica clínica.