Redacción Farmacosalud.com
Los medicamentos de uso humano, tales como comprimidos, jarabes, aerosoles hormonales, pomadas a base de cortisol o analgésicos, pueden tener importantes repercusiones en la salud y el desarrollo de los animales de compañía. Por ello, el grupo de hospitales veterinarios AniCura alerta sobre los riesgos que conlleva este fenómeno poco conocido. "Es importante recordar a los cuidadores la influencia que tienen en la salud de sus mascotas. Tratar bien a tu mascota también significa ser consciente de los efectos que los productos (especialmente medicamentos) que utilizas para ti pueden tener en su salud", explica José Gómez, Medical Manager de AniCura Iberia.
AniCura Vetsia Hospital Veterinario, uno de los hospitales veterinarios de referencia en España, atiende más de un caso mensual relacionado con la intoxicación por administración, accidental o intencionada, de fármacos para uso humano en perros o gatos. Es importante resaltar que el metabolismo de los animales es diferente, lo que hace que los tiempos de tolerancia o eliminación de los medicamentos sea muy distinto, por lo que la ‘automedicación’ es un riesgo de consecuencias potencialmente letales.
El problema de los antiinflamatorios
Una de las causas principales de ingreso de las mascotas es a consecuencia del uso de antiinflamatorios no adecuados para estos animales, bien por toxicidad directa, bien por sobredosis, generando importantes lesiones, digestivas, renales, hepáticas y/o sanguíneas, en ocasiones irreversibles. Los veterinarios de este centro de AniCura han tratado recientemente a un mestizo hembra castrada de dos años que ingirió 21 comprimidos de ibuprofeno pediátrico de 100 mg. Aunque no presentaba signos clínicos y la exploración física fue sin alteraciones, se le debió inducir el vómito con apomorfina y debió permanecer ingresado un día.
Tal fue el caso también de un Teckel de 6 años, al que, tras la ingestión de un comprimido de un gramo de paracetamol de uso humano, hubo que inducirle el vómito y estuvo hospitalizado 24 horas.
Contacto prolongado a medicamentos humanos
No solo la ingestión de medicamentos supone un riesgo. El contacto prolongado con determinados fármacos puede derivar en problemas de salud en nuestras mascotas. Un ejemplo de ello es el caso de una pomada a base de cortisol, que se administraba una cuidadora en la piel, y que ha sido identificada como causa de síndrome de Cushing en un perro -que le ha provocado alopecia, sed, necesidad de orinar, hambre y abdomen hinchado-. Asimismo, otro ejemplo concreto de toxicidad para los animales de compañía son los aerosoles de estrógenos, un fármaco utilizado a menudo para tratar los síntomas de la menopausia. Una exposición prolongada a esta sustancia puede producir hiperestrogenismo, lo que llega a derivar en algunas mascotas en anemia y el posterior fallecimiento del ejemplar zoológico.
"Hay que tener cuidado de que las mascotas no entren en contacto con medicamentos de uso humano. En la inmensa mayoría de los casos, se trata de situaciones que los cuidadores pueden evitar si se mantienen vigilantes. Por ello, es importante que sean conscientes de estos riesgos", añade Gómez. En caso de duda o de contacto accidental de la mascota con un medicamento de uso humano, resulta imprescindible acudir con urgencia al veterinario. Este profesional será quien realice las pruebas pertinentes para conocer el alcance del contacto del animal con la sustancia tóxica, así como quien guíe al cuidador en el tratamiento y las medidas necesarias para intentar revertir la situación.