Redacción Farmacosalud.com
La Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) ha elaborado una ‘Guía Breve para el cribado e intervención breve en el consumo de riesgo y perjudicial de alcohol en Atención Primaria’. Según el nuevo documento, hay varias patologías y alteraciones que pueden estar alertando de una ingesta inadecuada de bebidas alcohólicas, como la presencia de afecciones digestivas tipo gastritis o úlceras digestivas. También hay que prestar especial atención a los casos de pancreatitis, disfunción eréctil, temblores, caídas, neuropatías, depresión, demencia y episodios de agresividad, o cánceres de esófago o de boca, entre otras enfermedades y cuadros. Incluso hay que tener en cuenta a aquellas personas a las que se les “descontrola la medicación anticoagulante”, ya que esa descompensación podría guardar relación con un consumo abusivo de alcohol, sostiene el Dr. Paco Camarelles, presidente del Programa de Actividades Preventivas y Promoción de la Salud (PAPPS) de semFYC.
La guía, financiada por el Plan Nacional sobre Drogas del Ministerio de Sanidad, se erige como una herramienta útil, práctica y basada en la evidencia que busca ofrecer a los profesionales de la Medicina y de Enfermería que trabajan en Atención Primaria un protocolo de actuación que puede ser aplicado de forma simple y rápida. De hecho, una de sus principales ventajas es que permite, en tan sólo unos minutos de práctica clínica, identificar a las personas con un consumo de riesgo o perjudicial de alcohol para, posteriormente y en base a ello, ofrecer una serie de consejos o, en su caso, derivar a un manejo clínico más intensivo. En último término, el protocolo contempla acordar un seguimiento con el paciente.
“A veces tenemos al elefante en la consulta moviéndose y no nos enteramos”
“El consumo de alcohol de riesgo puede pasar desapercibido en una visita médica… a veces tenemos al elefante en la consulta moviéndose y no nos enteramos”, ejemplifica Camarelles en sentido figurado. “Lo que se propone es cribar el consumo de alcohol de riesgo para detectarlo precozmente y realizar una intervención con el fin de que los pacientes disminuyan ese consumo, o bien dejen de beber. Es una estrategia coste-efectiva”, comenta el galeno en declaraciones a www.farmacosalud.com.
Cuando se habla de abuso de bebidas alcohólicas se suele pensar en casos extremos, es decir, en personas desahuciadas que viven en la calle por culpa de su dependencia del alcohol y que, aparte de sufrir problemas sociales muy importantes, pueden llegar incluso a padecer delirium tremens. Pero “esa es la punta del iceberg de la patología causada por el alcohol”, puesto que en la base del iceberg hay muchos individuos -se calcula que el 8-10% de la población española mayor de 16 años- que consumen en exceso este tipo de bebidas y que, si persisten en ello, “pueden llegar a desarrollar una dependencia del alcohol”, advierte el Dr. Camarelles.
A la hora de actuar desde Atención Primaria (AP), de entrada cabe decir que cualquier ingesta de bebidas alcohólicas ya es una conducta de riesgo en determinados perfiles de personas, como serían el caso de embarazadas, mujeres que dan el pecho, sujetos que tienen que conducir vehículos o realizar trabajos peligrosos, adolescentes, pacientes aquejados de enfermedades como la diabetes o que presentan problemas hepáticos, etc.
Uso del test AUDIT
Primero hay que cribar y, en base a ello, lo ideal es preguntar cada 2 años sobre este tipo de ingestas y anotar la información obtenida en la historia clínica del paciente. Lo que propone el nuevo documento es la aplicación en consulta de AP del test AUDIT corto, que consta de 3 preguntas, para determinar los niveles de consumo de alcohol. Si el cuestionario corto revela que la ingesta puede resultar perjudicial, procede aplicar el AUDIT total de 10 preguntas para poder cuantificar el consumo de riesgo. Así, si el AUDIT total se sitúa entre los 20 y los 40 puntos, puede estar evidenciando un cuadro de dependencia del alcohol, lo que evidentemente requiere una intervención médica. La actuación facultativa puede desarrollarse en la misma Atención Primaria mediante técnicas de deshabituación, que, de no funcionar, deben inducir a pensar en la derivación del paciente a centros o servicios de drogodependencias.
Si la puntuación está por debajo de los baremos anteriormente descritos pero la ingesta de alcohol es sustancial de acuerdo con los indicadores del test, puede estarse ante un consumo de riesgo o perjudicial. Esto requiere plantearse la realización de una intervención breve, que “es una intervención oportunista que hacemos en consulta y que no lleva mucho tiempo”, establece Camarelles. Lo que se hace en estos casos es dar una serie de consejos al paciente acordando unos objetivos de reducción del consumo de bebidas alcohólicas.
Sólo 1 de cada 6 pacientes hablan de alcohol con su médico
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que la intervención breve desde Atención Primaria sobre el consumo de alcohol evita enfermedades y muertes prematuras, siendo la actuación sanitaria más coste-efectiva, situada sólo por detrás de la intervención sobre el consumo de tabaco. En concreto, en España se ha podido comprobar que la intervención breve es efectiva y que disminuye la ingesta de 100 gramos de alcohol a la semana en pacientes con consumo de riesgo. Las estrategias comunitarias son el marco normativo adecuado para lograr los mejores resultados de este tipo de acciones. “Éstas deberán ir encaminadas a reducir la oferta y la disponibilidad para el consumo, mediante la adopción de medidas legislativas, de manera que se limite tanto la accesibilidad económica como la física. Por otra parte, habrá que implementar medidas para disminuir la demanda del alcohol mediante la educación para la salud a determinados grupos de riesgo”, afirma mediante un comunicado el experto.
“El problema es que la implementación del cribado e intervención breve sigue siendo bastante baja, a pesar de la alta prevalencia del consumo de alcohol de riesgo, su asociación con la mortalidad y la discapacidad, y la evidencia de la efectividad del cribado y la intervención breve. Por ejemplo, en Europa solo 1 de cada 6 pacientes informa haber hablado de alcohol con su médico”, agrega.
Las bebidas alcohólicas, relacionadas con más de 200 problemas de salud
La guía está destinada a personas con un consumo de riesgo o perjudicial de alcohol, por lo que no es aplicable en individuos que beben por debajo de los límites de ingesta de bajo riesgo. Ahora bien, es necesario dejar claro a los pacientes que cualquier consumo de alcohol implica un riesgo para la salud, según informa semFYC. De hecho, el consumo de bebidas alcohólicas está relacionado con más de 200 problemas de salud (patología neurológica, enfermedades infecciosas, interacción con fármacos, adicción, dolencias cardiovasculares, varios tipos de cánceres…), siendo una de las primeras causas prevenibles de morbilidad y mortalidad en España. Tanto es así, que la OMS clasifica el alcohol como un agente cancerígeno, igual que el tabaco o el amianto.
Por otra parte, el mito de la protección cardiovascular propiciada por la ingesta moderada de alcohol ha sido desmontado recientemente. “La Federación Mundial del Corazón (WHF) se ha posicionado en 2022 contra la persistencia de la idea de que beber cantidades moderadas de alcohol puede disminuir el riesgo de enfermedades cardíacas, y pide una acción urgente y decisiva para abordar el aumento sin precedentes de muertes y discapacidades relacionadas con el consumo de alcohol a nivel mundial”, apunta el Dr. Camarelles.
El nuevo documento comienza con una tabla de términos y una infografía sobre las circunstancias en las que cualquier consumo de alcohol se considera un riesgo. A continuación, se detallan los cuatro pasos del cribado:
-exploración sistemática con el test AUDIT
-determinación del nivel de consumo y evaluación del riesgo
-facilitación de consejos y ayuda mediante el ofrecimiento de información y un plan de acción
-consecución de un acuerdo de seguimiento según el grado de peligro percibido
La guía finaliza con un amplio apartado dedicado a las habilidades en comunicación y atención centrada en la persona, clave en este ámbito. Asimismo, se pueden encontrar una serie de recursos para la derivación de pacientes a servicios especializados.
Manifiesto contra la fragmentación sanitaria
Por otro lado, semFYC es una de las 5 sociedades médico-científicas españolas que han impulsado un manifiesto dirigido a la ministra de Sanidad, a los consejeros y consejeras de Sanidad y a los portavoces de Sanidad de los Grupos Parlamentarios del Congreso y del Senado bajo el lema ‘no compartimenten más la asistencia sanitaria’. En concreto, dicho manifiesto ha sido rubricado por la ya mencionada semFYC y la Sociedades Españolas de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), de Médicos Generales y de Familia (SEMG), Medicina Interna (SEMI), y Medicina Preventiva, Salud Pública y Gestión Sanitaria (SEMPSPGS). Estas organizaciones ‘solicitan que se creen áreas de capacitación específica de Enfermedades Infecciosas y de Urgencias’ para evitar la fragmentación asistencial, en lugar de nuevas especialidades médicas.
Según el documento, actualmente ‘la demografía española muestra un envejecimiento de la población con una tendencia a un aumento en los próximos 20 años. Las personas ancianas acumulan enfermedades y cada vez es más frecuente la multimorbilidad en una misma persona. Los profesionales sanitarios, y más concretamente los médicos, no son ajenos a este proceso de envejecimiento, y se espera un número importante de jubilaciones en los próximos años. A ello hay que unir la tendencia de muchos profesionales a emigrar a otros países. Estas circunstancias están provocando la falta generalizada de médicos en nuestro país con dificultad para cubrir las plazas vacantes’.
También recoge que ‘el envejecimiento poblacional, la multimorbilidad y la escasez de médicos hacen cada vez más necesarios a profesionales con conocimientos versátiles y adaptables a las circunstancias cambiantes del mundo actual. Cualquier fragmentación de las áreas de conocimiento con la creación de nuevas especialidades va en contra de esta necesidad y puede poner en peligro la atención futura a la población’.