Redacción farmacosalud.com
“En adultos, alrededor de la mitad de la población tiene un colesterol por encima de lo aconsejable, que es 200 mg/dL (5,2 mmol/L)”. Son declaraciones del doctor Xavier Pintó, jefe de Sección de Medicina Interna y coordinador de la Unidad de Lípidos y Riesgo Vascular del Hospital Universitario de Bellvitge, en l'Hospitalet de Llobregat (Barcelona). Pintó, que también es profesor titular de Medicina en la Universidad de Barcelona (UB), no considera que todas estas personas deban medicarse, pero sí “controlar el peso y hacer al menos 3 horas a la semana de ejercicio”. El facultativo revela que “la mayoría de los trastornos del colesterol tienen una base hereditaria sobre la que se suma uno o más factores ambientales”, como una dieta “demasiado rica en grasas animales”. Sin embargo, algunas hipercolesterolemias tienen un origen exclusivamente genético, es decir, el metabolismo se altera “a pesar de no existir ningún factor ambiental asociado”, según especifica.
-¿Qué se entiende por hipercolesterolemia?
La palabra hipercolesterolemia quiere decir exceso de colesterol en la sangre. Se considera que el colesterol es excesivo cuando supone el riesgo de lesionar las arterias y provocar la enfermedad conocida como arteriosclerosis. La arteriosclerosis consiste en un engrosamiento y endurecimiento de la pared de las arterias. A medida que la arteriosclerosis empeora puede llegar a provocar la obstrucción de las arterias y dar lugar a los ataques cardiacos (angina, infarto) o cerebrales (accidentes vasculares cerebrales o ictus), entre otros problemas.
-¿En términos generales, cuál es la incidencia de este trastorno metabólico en la población?
En adultos, alrededor de la mitad de la población tiene un colesterol por encima de lo aconsejable, que es 200 mg/dL (5,2 mmol/L). Ello no quiere decir que toda la población que está por encima de esta cifra tenga que tratarse con medicamentos para bajar el colesterol, pero sí mejorar en la medida de lo posible la alimentación, controlar el peso y hacer al menos 3 horas a la semana de ejercicio.
-Todo el mundo piensa que se registran niveles altos de colesterol 'malo' por una dieta inadecuada. Sin embargo, ¿qué porcentaje de hipercolesterolemias son debidas a un componente hereditario?
La mayoría de los trastornos del colesterol tienen una base hereditaria sobre la que se suma uno o más factores ambientales. Entre esos factores ambientales están la dieta demasiado rica en grasas animales y colesterol, y la obesidad, entre muchos otros. Una proporción menor de casos, probablemente menos de la cuarta parte, son debidos de forma exclusiva a una base genética de mayor importancia que hace que el metabolismo del colesterol se altere a pesar de que no exista ningún factor ambiental asociado.
-¿Cómo se tratan las hipercolesterolemias que no responden a dieta o ejercicio, y que pueden ser resistentes a medicación?
Fundamentalmente con estatinas, que son fármacos de una gran eficacia para disminuir el colesterol. En general se toleran bien y tienen un efecto protector frente a las enfermedades cardiovasculares.
-¿Qué repercusiones cardiovasculares tiene este trastorno metabólico?
Como antes he comentado, el exceso de colesterol favorece la aparición de la arteriosclerosis, que es una alteración de las arterias que puede acabar provocando un infarto de miocardio, una angina de pecho o un accidente vascular cerebral, entre otros problemas.
-¿En qué consiste la dislipemia aterogénica?
Consiste en un exceso de triglicéridos junto a una falta de colesterol-HDL, que es el que se conoce como ‘colesterol bueno’. Además, en la dislipemia aterogénica ocurre una alteración de la composición de las partículas que transportan el colesterol y los triglicéridos en la sangre. Estas partículas se llaman lipoproteínas y, entre ellas, las que se alteran de forma más evidente son las LDL, que son las principales lipoproteínas que transportan el colesterol en la sangre. En la dislipemia aterogénica, las LDL se vuelven más pequeñas y densas y tienen más capacidad de lesionar las arterias. Cuanto más alta es la cifra de triglicéridos, más pequeñas son las partículas LDL, y por ello mayor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
-¿Cómo se trata la dislipemia aterogénica? ¿Existe consenso en su diagnóstico y tratamiento?
Lo principal es mejorar los hábitos de vida: bajar peso si hay obesidad, evitar los azúcares y el alcohol y hacer ejercicio. Si con estas medidas no se consigue que los valores de colesterol-LDL, triglicéridos y colesterol-HDL se normalicen, entonces suele utilizarse una estatina, como la simvastatina. Si a pesar de la mejora de los hábitos de vida y la estatina, los triglicéridos siguen altos o el c-HDL bajo, suele asociarse un segundo medicamento de la familia de los fibratos, el fenofibrato. Para simplificar este tratamiento, recientemente se ha comercializado un comprimido en el que se combina una estatina, la pravastatina, con fenofibrato.
Recientemente se ha elaborado un documento de consenso sobre la dislipemia aterogénica en el que han colaborado expertos de distintas sociedades médicas, entre ellas la Sociedad Española de Arteriosclerosis. El documento, en el que se recogen unas recomendaciones específicas sobre el tratamiento de la dislipemia aterogénica, ha sido publicado en distintos medios y ha sido difundido a través de reuniones y congresos médicos.