Redacción farmacosalud.com
La doctora Gemma Padilla Pardo, especialista en medicina estética y Directora Médica de Tarracomedic, destaca que los implantes inyectables son “totalmente biocompatibles“ con el organismo humano. Por ejemplo, el ácido hialurónico, uno de los más utilizados, “está presente en el tejido conjuntivo de nuestro cuerpo”, concreta la doctora Padilla, quien añade que esta sustancia tiene una “gran capacidad para captar agua circundante, con lo que consigue que la piel en la que ha sido inyectada logre un buen grado de hidratación”. Con el ácido hialurónico se pueden tratar arrugas e “incluso hay consistencias especiales para dar volumen a los labios”, detalla la especialista.
-¿Qué es un implante inyectable?
Un implante es cualquier producto que se introduce en otro, en este caso estamos hablando de materiales totalmente biocompatibles que se introducen en nuestro cuerpo y que a diferencia de los que se presentan mediante una prótesis (en bloque encapsulado), tienen una consistencia adecuada para poder pasar por una aguja, ya que van a ser inyectados e incluso un tanto moldeados una vez acabados de implantar.
-¿En qué zonas del cuerpo se suelen inyectar estos implantes?
Dependiendo del tipo de implante la inyección de éste será diferente. Subepidérmica, intradérmica, subdérmica y yuxtaperióstica. Esto en cuanto a la profundidad, que decidiremos en función de si queremos tratar arrugas superficiales, surcos, crear volumen o vectorizar. En cuanto a la localización del cuerpo, la más frecuente es la facial pero también se usa en el resto del cuerpo, por ejemplo en las manos.
-¿Qué tipos de implantes se utilizan habitualmente en la práctica clínica?
Hay dos grupos bien diferenciados, los reabsorbibles y los no reabsorbibles. En los reabsorbibles podemos distinguir 3 grupos:
Biológicos:
Autólogos: grasa propia del paciente
Heterólogos: colágeno porcino
Biosíntesis: a partir de cultivos bacterianos se obtienen colágeno y ácido hialurónico.
Sintéticos:
Hidroxiapatita Cálcica, Policaprolactona, Acido Poliláctico.
Combinados:
Microesferas de polisacáridos, condroitín sulfato con ácido hialurónico.
Los implantes no reabsorbibles de que disponemos actualmente en el mercado aceptados por sanidad son la Poliacrilamida y el Polimetilmetacrilato. Los médicos estéticos en general somos muy cautelosos en el uso de un producto definitivo implantado en una zona que puede sufrir cambios morfológicos con la edad.
-Los implantes de ácido hialurónico son unos de los más utilizados. ¿En qué consisten exactamente y qué resultados se obtienen en sus indicaciones?
Una de las particularidades del ácido hialurónico es que está presente en el tejido conjuntivo de nuestro cuerpo, lo cual le confiere una alta biocompatibilidad. Otra, es su gran capacidad para captar agua circundante, con lo que consigue que la piel en la que ha sido inyectado logre un buen grado de hidratación además de ocupar un espacio por simple relleno. Los implantes de ácido hialurónico están disponibles en distintas concentraciones y reticulaciones, lo cual les confiere mayor o menor consistencia, elasticidad, fluencia a través de la aguja… y duración.
Con el ácido hialurónico de menor reticulación y concentración trataríamos las arrugas más superficiales, inyectándolo superficialmente; sin embargo, para levantar un surco profundo o proyectar unos pómulos necesitamos una consistencia mayor e inyectar a mayor profundidad. Incluso hay consistencias especiales para dar volumen a los labios.
-¿Suelen ser bien tolerados?
La tolerancia suele ser muy buena, ya que se aplica anestesia tópica o troncular dependiendo de la zona y además algunos implantes ya incorporan anestésico, con lo cual todo pasa por una leve molestia.
-¿Qué reacciones adversas pueden tener los implantes inmediatamente después del tratamiento?
Siempre deben advertirse las posibles consecuencias de una intervención de este tipo para estar preparado y que no sorprendan. Lo más frecuente es un leve enrojecimiento, edema en distinto grado dependiendo de la zona inyectada y la idiosincrasia del paciente, o algún hematoma que se resuelve en horas o días.
Muchísimo más infrecuente (especialmente con los implantes de que disponemos actualmente, pero debemos tenerlo en consideración):
-Infección: para ello se advierten unas normas higiénicas en las horas posteriores al implante.
-Alergias: dependen del sistema inmunitario del paciente. Pueden ser inmediatas o tardías (meses o incluso después de años de llevar puesto un implante o repetir el mismo tipo de implante).
-Granulomas: inflamación crónica con endurecimiento de alguna zona del implante.
-Migración