Redacción Farmacosalud.com
Varias organizaciones científicas españolas han elaborado el ‘Documento de consenso sobre manejo de la viruela del mono en niños’, en cuyo texto se contempla la posibilidad de que esta enfermedad -también denominada MPX- pueda transmitirse de madre a bebé. Así, hay un apartado titulado Recién nacido hijo de madre infectada por MPX donde se recoge que ‘el recién nacido hijo de madre con infección activa o en periodo de incubación durante el momento del parto deberá ser estudiado al nacimiento y seguido durante los primeros 21 días de vida para evaluar el potencial riesgo de transmisión perinatal’. Por ahora, en territorio español no se ha comunicado ningún caso de transmisión de viruela del mono de gestante-parturienta a bebé, “lo cual no quiere decir que no pueda suceder. El binomio madre-hijo, cuando suceda, deber ser vigilado muy estrechamente”, destaca la Dra. Cristina Calvo Rey, presidenta de la Sociedad Española de Infectología Pediátrica (SEIP) y co-coordinadora de la guía.
A juicio de la Dra. Calvo Rey, la elaboración del nuevo consenso obedece al hecho de que la viruela del mono es una afección “relativamente nueva y, desde luego, nueva en nuestro medio”, de ahí la necesidad de que los profesionales que se enfrentan a ella “tengan la mejor información disponible en cada momento”.
La viruela del mono o MPX es una infección de contagio por contacto estrecho -entre convivientes con infectados en general, ropas de cama, etc.-, existiendo asimismo la posibilidad de transmisión por vía respiratoria. En adolescentes, el contagio puede producirse también mediante relaciones sexuales (contacto estrecho), igual que en adultos. Calvo Rey recuerda que la MPX puede acarrear “complicaciones y ser grave en adultos y en niños. Como consecuencia de ello, podría ser mortal. En el brote actual, hasta la fecha se han descrito pocos casos en niños y en general han sido leves”.
Criterios de hospitalización
De acuerdo con el nuevo documento, se recomienda la hospitalización de los enfermos pediátricos en los siguientes casos:
• Pacientes de alto riesgo de cuadros graves (inmunodeprimidos) con un elevado número de lesiones (> 100) o con rápida progresión del cuadro.
• Valorar en niños con patología de base sobre todo si supone inmunosupresión. Los niños con dermatitis atópica extensa tienen alto riesgo de complicaciones.
• Pacientes con cuadros graves: vómitos, intolerancia digestiva, deshidratación, dolor cervical por linfadenopatía extensa, disfagia, sospecha de sobreinfección bacteriana (fiebre, leucocitosis, elevación de reactantes de fase aguda), dificultad respiratoria, neumonía, elevación de transaminasas, trombopenia, decaimiento importante. Mal control del dolor en general.
• Menores en los que no se pueda cumplir con garantías el aislamiento de otros infectados se informará a Salud Pública para que faciliten los lugares de aislamiento ambulatorio necesarios.
• En pacientes que precisen o se presuponga que pueden requerir hospitalización se realizarán determinaciones analíticas: Na, K, HCO3, BUN, creatinina, AST, ALT, glucosa, hemograma, coagulación, Cl, calcio y albúmina, proteína C reactiva.
• Neonatos y lactantes de menos de 3 meses.
De todos modos, en España por el momento los menores diagnosticados de viruela del mono no han requerido ser hospitalizados y su “evolución ha sido buena”, establece la experta.
Los mismos antivirales y vacunas ya existentes para adultos
Con respecto a los recursos terapéuticos existentes para la viruela del mono en población infantil, la Dra. Calvo Rey aclara que “no hay tratamientos específicos para niños. Se emplean si se considera necesario los mismos antivirales y vacunas” que los usados en adultos. Precisamente, la guía establece que la vacunación (IMVANEX) ‘no está contraindicada en niños ni en inmunodeprimidos. Existe un número muy limitado de dosis, por lo que se reservará para profilaxis postexposición de un caso confirmado en los primeros 4 días del contacto en pacientes de alto riesgo como son inmunodeprimidos, incluyendo infección VIH con <200 CD4. El objetivo es evitar la enfermedad. Se puede contemplar si existen dosis suficientes administrar a todos los contactos estrechos’.
“No hay estudios específicos en niños para esta vacuna. Se espera que sea eficaz a la hora de impedir la infección e incluso a la hora de impedir la progresión si se ha adquirido” dicha infección, señala la facultativa.
En el caso de los pacientes pediátricos con MPX ingresados en un centro hospitalario, el consenso contempla como tratamiento de soporte:
- Monitorización según gravedad (constantes y pulsioximetría).
- Hidratación con sueroterapia si es necesario. En caso de vómitos intensos pueden requerir ondansetron.
- Analgésicos habituales para la fiebre o el dolor (en casos graves pueden requerir medicación iv incluyendo morfina).
- Lidocaína viscosa en lesiones orales.
El documento sostiene, además, que ‘los tratamientos antivirales específicos tienen disponibilidad limitada, escasa experiencia clínica y, en algunos casos, se trata de indicaciones fuera de guía y con riesgo de efectos adversos específicos. Por este motivo, se reservarán para pacientes con determinadas condiciones de riesgo específicas y se administrarán en régimen de hospitalización. Idealmente deberían utilizarse en el contexto de ensayos clínicos.
- Tecovirimat: aprobado para uso en mayores de 13 kg de peso.
- Brincidofovir: no disponible en España.
- Cidofovir: fármaco con importantes efectos secundarios, entre ellos insuficiencia renal, por lo que precisa hiperhidratación y probenecid para su administración. Uso off label’*.
Para las dosis a administrar, consultar la guía.
*Medicamentos prescritos en condiciones distintas de las autorizadas, es decir, utilizados para un uso no reflejado en su ficha técnica