Redacción Farmacosalud.com
La ‘prehabilitación’ en personas con cáncer reduce las complicaciones postquirúrgicas. La prehabilitación es una práctica clínica que introduce componentes de Rehabilitación a los pacientes antes de someterse a intervenciones médicas intensivas, como la cirugía en pacientes oncológicos, para optimizar la función y mejorar la tolerabilidad y secuelas de la intervención. La prehabilitación puede disminuir la estancia hospitalaria en UCI (Unidad de Cuidados Intensivos) en dos-tres días y puede reducir también la estancia hospitalaria y sus complicaciones, así como los costes asociados.
La prehabilitación trata de incrementar la funcionalidad de las personas a fin de evitar el declive funcional secundario a ciertas prácticas como por ejemplo la cirugía mayor, trasplante de médula ósea o tratamientos de quimioterapia. Estas afirmaciones han sido realizadas por la Dra. Sara Laxe, médico rehabilitadora y jefa de Servicio de Rehabilitación y Medicina Física del Hospital Clínic de Barcelona durante una mesa de sobre Rehabilitación Oncológica que ha tenido lugar en el 60º Congreso Nacional de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF) y 2º Congreso Iberoamericano de Rehabilitación, celebrado en Córdoba.
La supervivencia en cáncer ha aumentado, por lo que debe cambiar el paradigma de cuidados
La experta señala que la supervivencia del cáncer “se ha incrementado enormemente en los últimos años y por ello se debe cambiar el paradigma en el cuidado de estas personas, porque ya en muchos casos se puede hablar del cáncer como una enfermedad cronificada”. En este contexto, la Dra. Laxe sostiene que “la atención al cáncer ya no debe centrarse solo en los tratamientos plenamente quirúrgicos y oncológicos, sino que hay una serie de cuidados entre los que la Rehabilitación juega un papel muy importante”.
“No hay que pensar ya solo en la Rehabilitación después de una intervención quirúrgica o proceso oncológico. Hay que pensar en la importancia de la prehabilitación, que sería preparar al cuerpo previamente para el declive funcional posterior”, describe la especialista, quien pone como ejemplo el centro donde desempeña su actividad, el Hospital Clínic de Barcelona. “En el caso del Clínic, llevamos 700 pacientes entrenados con los programas de prehabilitación con alta complejidad en los que se ha demostrado una reducción de complicaciones postquirúrgicas del 50%”, evidencia.
“El ideólogo de la prehabilitación fue el Dr. Francesco Carli, anestesiólogo de Canadá, que detectó que del conjunto de pacientes ancianos que iban a ser intervenidos de cirugía mayor, tenían mejor pronóstico aquellos que llevaban una vida activa, estaban bien nutridos y tenían un estado emocional y cognitivo mejor. Desde entonces, el concepto de la prehabilitación y la incorporación de programas para mejorar el funcionamiento de los enfermos previos a intervenciones complejas se está implementando en diferentes hospitales.
Es importante la inclusión de los médicos rehabilitadores para garantizar los mejores resultados funcionales y la continuidad asistencial, dado que aun habiendo incrementado la función, muchas de estas intervenciones dejan alteraciones en el funcionamiento que posteriormente tienen que ser seguidas, evaluadas y mejoradas”, refiere la experta de la SERMEF. Por ello, la Dra. Laxe enfatiza “la importancia de que los médicos rehabilitadores estén involucrados en la prehabilitación para garantizar el continuum asistencial”. Según Laxe, “los médicos rehabilitadores tienen un papel importante”, por ejemplo en cáncer de próstata (evitando la disfunción eréctil y urinaria); cáncer de mama (tratando el linfedema y complicaciones de hombro), o en programas de intervención de pérdida de fuerza y en intervencionismo para tratar el dolor no oncológico.
Por su parte, la Dra. Alba Gómez Garrido, miembro del Servicio de Rehabilitación del Hospital Vall Hebrón (Barcelona), considera que es “imprescindible el tratamiento de rehabilitación del cáncer en cada una de sus fases”. Por último, la Dra. Laxe indica que “el médico rehabilitador, como experto en funcionamiento, supone un valor añadido porque puede informar a los pacientes o sus familias sobre la expectativa del nivel de funcionamiento al alta hospitalaria y ayuda, además, en la elaboración el plan de rehabilitación, potenciando el conjunto de facilitadores que los pacientes tienen a su alcance para mejorar su nivel de funcionamiento y su calidad de vida”.