Andreu Prados / Redacción Farmacosalud.com
“Si bien la vaginosis bacteriana y la vulvovaginitis candidiásica son las afecciones vaginales para las que los probióticos cuentan con más evidencia científica, estas indicaciones son menos conocidas que las aplicaciones digestivas de los probióticos. Sin embargo, existen estudios del empleo de probióticos de forma aislada o complementaria al tratamiento habitual de este tipo de infecciones que han dado buenos resultados a la hora de reconstituir la microbiota alterada y evitar las reinfecciones”, sostiene Andreu Prados, farmacéutico y dietista-nutricionista, Prof. de la Facultad de Ciencias de la Salud Blanquerna-Universidad Ramon Llull, investigador del Observatorio de la Comunicación Científica y miembro de la Vocalía de Alimentación y Nutrición del Colegio de Farmacéuticos de Barcelona (COFB).
-Los probióticos son microorganismos vivos que, cuando se administran en cantidades adecuadas, confieren un beneficio a la salud del huésped1. ¿En líneas generales, qué beneficios aportan?
Los beneficios en salud de los probióticos que cuentan con más respaldo científico son los que inciden en problemas gastrointestinales (como la diarrea infecciosa, la infección por Helicobacter pylori y la remisión de la colitis ulcerosa) y algunos trastornos en los que está implicado el sistema inmunitario (como la dermatitis atópica y la prevención de algunas infecciones comunes del tracto respiratorio superior y gastrointestinal)2. Mientras que algunas propiedades son comunes a todos los probióticos (por ejemplo, excluir a los microorganismos patógenos y normalizar la microbiota alterada), otras propiedades son frecuentes entre las distintas cepas de una misma especie (por ejemplo, la síntesis de vitaminas y el refuerzo de la barrera intestinal) y algunas se asocian de forma específica a unas cepas en particular (por ejemplo, los efectos inmunológicos y metabólicos)2.
-Los farmacéuticos son por definición los técnicos de los medicamentos, pero por formación de grado y posgrado son también técnicos en alimentación/nutrición3. Además, el farmacéutico es uno de los profesionales sanitarios con mayor conocimiento sobre los probióticos y la farmacia es el lugar idóneo para su indicación y dispensación3. ¿El primer lugar al que acude un ciudadano cuando quiere ser aconsejado sobre estos productos es la farmacia comunitaria (o de ‘calle’)?
A los pacientes la información relacionada con los probióticos les llega a través de los anuncios (de la televisión, las revistas e internet), su entorno cercano (familia y amigos) y su profesional de la salud de confianza4.
Después de las vitaminas y los minerales, los probióticos son el tercer complemento alimenticio más utilizado en adultos. La farmacia es el sitio al que acude la mayoría de los pacientes a la hora de pedir consejo sobre cuál es el mejor probiótico para una determinada indicación de salud y también para contrastar la información que han leído. Aunque es cierto que cada vez más están creciendo las tiendas online para comprar estos productos, la recomendación de un profesional de la salud o de una persona cercana de confianza sigue siendo el factor que tiene más influencia sobre la decisión de su compra5.
-¿Qué criterios sigue un farmacéutico a la hora de escoger un probiótico?
A la hora de escogerlo, el farmacéutico se debería basar en la calidad científica que respalda los beneficios para la salud que promete el fabricante del producto en cuestión. La evidencia científica más sólida procede de las Guías de Práctica Clínica y de las revisiones sistemáticas. Cuando éstas no están disponibles, entonces el siguiente peldaño es buscar si se ha publicado un ensayo clínico aleatorizado y controlado en humanos del probiótico.
Las dos guías de referencia -que son la brújula del farmacéutico a la hora de recomendar los probióticos- son la publicada por la Organización Mundial de Gastroenterología a nivel europeo6 y la publicada por la Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria a nivel español7. La Guía de la Organización Mundial de Gastroenterología sobre Probióticos y Prebióticos6 especifica lo que debe expresarse en la etiqueta para que el farmacéutico y también el paciente entiendan cuál es el beneficio de un probiótico:
• El género, la especie y la cepa con la nomenclatura científica reconocida actualmente: un probiótico se cataloga en base a su género (nombre), especie (primer apellido) y cepa (segundo apellido). Por ejemplo, Lactobacillus rhamnosus GG.
• Recuento de microorganismos viables de cada cepa. Si el probiótico contiene diferentes cepas, es importante que el envase informe de la cantidad de cada una de ellas que contiene cada cápsula o sobre (indicar el recuento total de microorganismos que contiene el producto no sirve). Además, la etiqueta debe especificar que el recuento es ‘en el momento de su caducidad’ (no es suficiente declarar esta cantidad ‘en el momento de la fabricación’ del probiótico, porque la concentración de las cepas que son más susceptibles puede disminuir a medida que se acerca la fecha de caducidad).
• Condiciones de almacenamiento.
• Seguridad del producto.
• Dosis recomendada para el efecto beneficioso y descripción del mismo.
• Información de contacto del laboratorio para la vigilancia post-comercialización.
-Estos complementos son eficaces en la prevención y el tratamiento de muchas enfermedades intestinales como la enfermedad inflamatoria del intestino, la diarrea, el síndrome del intestino irritable, la intolerancia al gluten, la gastroenteritis, la infección por Helicobacter pylori y el cáncer de colon8. ¿Los usuarios también recurren a la farmacia para hacerse con probióticos como método preventivo, y no únicamente con fines terapéuticos (cuando ya padecen alguna alteración)?
El empleo de los probióticos como herramienta para mejorar la salud y la calidad de vida es uno de los principales motivos de compra. Una encuesta reciente reveló que un 70% de las personas toman probióticos con fines preventivos porque creen que les ayudan a cuidarse y un 59% lo hacen para tener un mejor bienestar digestivo y mejorar sus síntomas digestivos9.
Algunas razones que sustentan el empleo de los probióticos con fines preventivos en población sana son su capacidad para reducir el riesgo de algunas enfermedades, su función de favorecer la resiliencia de la microbiota intestinal gracias al hecho de enriquecerla con bacterias beneficiosas, y el papel clave que ejercen en la maduración de la microbiota intestinal de los niños durante los 3 primeros años de vida10,11.
-Pero los probióticos también tienen otros usos, más allá del ámbito gastrointestinal. En este punto, cabe destacar que la alteración de la microbiota vaginal (disbiosis vaginal) conduce a la aparición de vaginosis bacteriana (VB) y vaginitis candidiásica (VVC)12. Las infecciones vaginales son un motivo frecuente de consulta en Atención Primaria, Especializada y Urgencias Hospitalarias, representando el 20% de las consultas ginecológicas13. Los probióticos son efectivos como coadyuvantes en el tratamiento de las infecciones vaginales más frecuentes12. ¿Las mujeres que acuden a la farmacia conocen esas capacidades ‘ginecológicas’ de los probióticos?
Si bien la vaginosis bacteriana y la vulvovaginitis candidiásica son las afecciones vaginales para las que los probióticos cuentan con más evidencia científica, estas indicaciones son menos conocidas que las aplicaciones digestivas de los probióticos. Sin embargo, existen estudios del empleo de probióticos de forma aislada o complementaria al tratamiento habitual de este tipo de infecciones que han dado buenos resultados a la hora de reconstituir la microbiota alterada y evitar las reinfecciones. En estos casos hay que recordar al paciente que si el probiótico se toma por vía oral, la dosis necesaria será superior que si se administra por vía vaginal7.
-¿Los probióticos también están implantándose en la Farmacia Hospitalaria?
Además de emplearse en la farmacia comunitaria, los probióticos también se recomiendan a nivel hospitalario. Las principales indicaciones de estos productos en dicho ámbito son la prevención y el tratamiento de la diarrea, especialmente la prevención de la diarrea asociada a la toma de antibióticos y la diarrea por Clostridioides difficile, que son unas complicaciones muy frecuentes en el ámbito hospitalario, y la prevención de la enterocolitis necrosante en recién nacidos muy prematuros o de muy bajo peso al nacer6,14.
Algunas ventajas de utilizar los probióticos en el ámbito hospitalario son la reducción de las estancias hospitalarias, la prevención de la colonización del intestino por bacterias resistentes a antibióticos y la prevención de nuevas infecciones15.
A pesar de que el empleo continuado de probióticos suele ser seguro, conviene tener precaución en pacientes con enfermedades de base muy graves, cirugía cardíaca, pacientes inmunocomprometidos, cuando hay diarrea con sangre y en casos de disfunción pancreática16. Una revisión sistemática reciente concluye que los probióticos probablemente aumentan el riesgo de preeclampsia en el embarazo17.
Referencias
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3. Jaraíz Arias JF. Los probióticos en la Farmacia Comunitaria. An Microbiota Probióticos Prebióticos. 2021;2(2):215-216.
4. Dimidi E, Scott SM, Whelan K. Probiotics and constipation: mechanisms of action, evidence for effectiveness and utilisation by patients and healthcare professionals. Proc Nutr Soc. 2020; 79(1):147-157. doi: 10.1017/S0029665119000934.
5. Chr Hansen. Un nuevo estudio sobre el conocimiento de los probióticos por parte de los consumidores concluye que existen grandes oportunidades para la industria alimentaria. Disponible en: https://www.chr-hansen.com/es/media/press-releases/2022/2/new-study-of-consumer-understanding-of-probiotics-points-to-significant-opportunities-for-the-food (acceso el 15 de julio de 2022).
6. World Gastroenterology Organisation. Probióticos y prebióticos. Febrero de 2017. Disponible en: https://www.worldgastroenterology.org/guidelines/probiotics-and-prebiotics/probiotics-and-prebiotics-spanish (acceso el 15 de julio de 2022).
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