Redacción Farmacosalud.com
La ola de calor que está castigando estos días a toda España puede acarrear una serie de efectos adversos para la salud de aquellas personas vulnerables como las personas mayores. “El aumento de temperaturas, la humedad y la actividad física, entre otros factores, aumentan el riesgo de deshidratación, uno de los principales problemas en verano entre los mayores”, explica Mari Carmen García, terapeuta ocupacional y Referente Social en Qida, empresa de atención domiciliaria. Por ello, “es muy importante estimularlos a beber agua durante el día o a hidratarse con gelatinas o espesantes de agua para aquellos que presenten una problemática de disfagia”, añade la experta.
Por otro lado, el período vacacional está caracterizado por ser una época de cambios de rutina (cambio de domicilio, rutinas alteradas, nuevas personas…), lo que puede comportar la aparición de problemas de desorientación al mencionado colectivo vulnerable. “Es importante intentar no modificar las rutinas de la persona mayor, ya que puede tener un efecto adverso sobre todo en aquellos sujetos con demencia. De este modo, también mantendremos su autonomía e independencia, siempre en función del estado de salud de la persona”, explica García.
No está de más tener a mano números de teléfono importantes
Como otras recomendaciones para la estabilización de los ancianos y para combatir las fuertes temperaturas de este mes de julio, Qida propone seguir los siguientes consejos:
• Mantener una alimentación saludable, ingerir frutas y verduras y evitar comidas abundantes.
• Ingerir agua cada 2h o 3h para favorecer la hidratación, sobre todo en las horas de más calor.
• Evitar la exposición directa al sol, sobre todo en las horas de más insolación (de 12:00h a 17:00h).
• Intentar no salir a la calle en las horas de más calor, si es posible. Y, cuando se salga, con ropa fresca, gafas de sol y sombrero o gorro, además de intentar buscar las zonas de sombra.
• Tener a mano números de contacto importantes para llamar si es necesario (teléfonos de familiares u otros contactos de urgencias).
“Si aun siguiendo las recomendaciones mencionadas anteriormente la persona mayor presenta algún síntoma de riesgo como sudoración fría, fiebre, mareos, fatiga, náuseas o vómitos o desmayos, entre otros, recomendamos que acuda al centro de salud más próximo”, recuerda la experta.