Redacción Farmacosalud.com
La Federación de Asociaciones de Matronas de España (FAME) ha editado la guía Recomendaciones sobre la atención al parto en casa (documento basado en la evidencia), en la que se incluye un apartado dedicado al ‘alivio del dolor’ en este tipo de alumbramientos. Así, los métodos de alivio que se contemplan en el parto en casa no son los farmacológicos (la famosa epidural), sino los fisiológicos. “En la percepción del dolor influyen el miedo y los condicionamientos negativos, pero también la motivación, la sensación de control y la autonomía, entre otros. Aspectos que se identifican previamente y que se trabajan individualmente en la preparación al parto. La bibliografía afirma que la percepción del dolor disminuye en las mujeres que reciben a sus bebés acompañadas en sus domicilios”, apunta Ester Martínez Bienvenido, miembro de FAME y coautora del nuevo documento.
Los métodos empleados en casa que estimulan los mecanismos fisiológicos de control de las percepciones dolorosas “son mayoritariamente la inmersión en agua caliente, el masaje, la libertad de movimientos y las técnicas de relajación-respiración. Pero podrá ser eficaz cualquier otra técnica o práctica que responda a las necesidades específicas de cada mujer. Cuando la mujer solicita analgesia farmacológica, se valora el traslado al hospital”, describe Martínez Bienvenido.
¿Hay que vigilar más estrechamente a las madres nulíparas?
De hecho, en el manual se aborda la posible necesidad de un traslado al centro hospitalario de referencia: ‘no existe evidencia explícita que permita establecer en qué circunstancias es necesaria la transferencia hospitalaria del parto asistido en el domicilio […] La transferencia en el caso de nulíparas es superior a la de multíparas. Y que la principal causa de traslado es el retraso confirmado en la evolución de la primera o segunda etapa del parto. Las tasas de transferencia postparto fueron bajas, siendo la principal causa la hemorragia postparto’.
¿Así pues, hay que vigilar sobre todo a las madres nulíparas (es decir, las que nunca antes han dado a luz), por la posibilidad de que necesiten hospitalización? “En realidad, no existe un consenso en la evidencia -afirma Martínez Bienvenido-. Algunos estudios encuentran que la primiparidad puede aumentar ligeramente el riesgo de hemorragia y especialmente la probabilidad de un traslado al hospital. Sin embargo, las recientes revisiones sistemáticas no encontraron diferencias significativas en cuanto a la paridad de las mujeres”.
“Cualquier madre que opte por un parto en casa deberá estar acompañada por una matrona que vigilará estrechamente todo su proceso, que será previamente planificado. Podrá así identificarse cualquier alteración de la normalidad”, subraya la coautora de la guía.
‘Criterios de inclusión y exclusión para el parto en casa’
En el nuevo documento hay un capítulo titulado ‘criterios de inclusión y exclusión para el parto en casa’. A grandes rasgos -establece la matrona-, el alumbramiento en domicilio “es una opción segura para mujeres sanas, con partos a término, es decir, entre la 37 y 42 semanas de gestación, con bebés en presentación cefálica, con buen control del embarazo y gestación de bajo riesgo, que significa ausencia de problemas de salud o enfermedades, si bien pueden existir situaciones médicas controladas que deben valorarse de forma personalizada”.
Martínez Bienvenido quiere destacar la importancia que supone, para las matronas y las familias, “contar con una guía que establece la asistencia en base a la evidencia y la excelencia clínica” y que “es fruto del trabajo coordinado de un grupo de matronas con amplia experiencia en el parto en casa y en investigación". Este manual, según agrega, “reconoce la importancia de ofrecer un entorno seguro alternativo a la atención habitual al parto en nuestro país”. Se contempla, en este sentido, “la colaboración de todos los profesionales involucrados” con el fin de “establecer protocolos y circuitos coordinados con los servicios de emergencias y hospitalarios”, precisa Martínez Bienvenido.