Redacción Farmacosalud.com
“Afortunadamente, en los últimos años asistimos a la aparición de nuevos fármacos dirigidos al tratamiento de la preobesidad y obesidad. Actualmente disponemos de liraglutide, pero relativamente pronto podremos pautar también el tratamiento con semaglutide y probablemente tirzepatide”, destacan la Dra. María del Mar Malagón y el Dr. Albert Lecube, nueva presidenta y vicepresidente, respectivamente, de la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO). Ambos advierten, no obstante, que en la actualidad “el SNS (Sistema Nacional de Salud) contempla en su cartera de servicios la cirugía bariátrica como opción de tratamiento en la obesidad grave, pero no reembolsa tratamientos farmacológicos” para personas con exceso de peso. Y, si bien “la prevalencia de sobrepeso y obesidad es mayor en hombres que en mujeres”, también es cierto que “tendríamos que pensar que hay más presión en el caso de las mujeres que en los hombres” a la hora de mantener el volumen ponderal, señalan Malagón y Lecube.
-Un 69% de hombres y un 54% de mujeres viven con sobrepeso u obesidad en España. ¿Es una pandemia?
Estos datos corresponden a un informe de la OCDE (‘HEAVY BURDEN OF OBESITY-TECHNICAL NOTES’, de 2019), pero los datos se refieren a 2016 (Fuente: WHO Global Health Observatory). Como datos más consistentes y recientes, podemos aportar los recogidos en el informe del Observatorio de la Nutrición y de Estudio de la Obesidad (NAOS), basados en la Encuesta Europea de Salud en España (EESE) de 2020, que establecían una prevalencia del sobrepeso del 37,6% y del 16% de obesidad en España; respecto a la distribución en mujeres y hombres, es la siguiente: 30,6% y 44,9%, respectivamente, en el caso de sobrepeso, y 15,5% y 16,5%, respectivamente, en lo relativo a la obesidad. En cualquier caso, podemos decir que es una pandemia, como así la define la Organización Mundial de la Salud en cuanto a que afecta a una elevada proporción de la población; en España, a más de la mitad de ella.
Los resultados de un sondeo llevado a cabo por la SEEDO basado en un procedimiento de encuestas online realizadas a un total de 1.000 individuos, manteniendo un equilibrio respecto al sexo, edad, comunidad autónoma y tamaño de hábitat, muestran que el 53.8% de los entrevistados padecían exceso de peso (un 36,6% con sobrepeso y un 17,2% con obesidad). Estos resultados son comparables a los últimos presentados por NAOS, fundamentados en la mencionada encuesta EESE de 2020 sobre una población mayor (prevalencia del sobrepeso del 37,6% y del 16% de obesidad). Estamos, por tanto, en la media europea de población con exceso de peso, ya que ésta se sitúa en un 53%, según los datos de Eurostat en 2019.
No obstante, aunque ciertamente hay países europeos con tasas más elevadas (Croacia, Malta), estamos considerablemente por encima de países de nuestro entorno como Italia o Francia, que presentan tasas las tasas más bajas de Europa (46 y 47%, respectivamente).
-La sociedad va cambiando y ello se traduce en la aparición de nuevos fenómenos. Por ejemplo, la incorporación masiva de la mujer al hábito tabáquico ha dado lugar a un aumento de las enfermedades respiratorias asociadas al tabaquismo entre el colectivo femenino1. ¿Se ha observado si también se ha incrementado la feminización del exceso de peso, sea por la razón que sea?
Como muestran los datos aportados para la pregunta anterior, el hecho es que, actualmente, la prevalencia de sobrepeso y obesidad es mayor en hombres que en mujeres. En este caso, quizás tendríamos que pensar que hay más presión en el caso de las mujeres que en los hombres a la hora de mantener el peso. De hecho, en la encuesta realizada recientemente por la SEEDO sobre ejercicio, ejercicio, actividad física y salud, hemos encontrado que el 54,5% de las mujeres afirman sentirse acomplejadas por su tasa ponderal, frente a un 33,1% de los hombres, es decir, que parece existir una mayor presión social sobre las mujeres en este ámbito.
-En el marco del proyecto Obestigma se ha evidenciado la alta prevalencia del ‘miedo a la gordura’, y también que el grado de antipatía que la sociedad en su conjunto expresa hacia la obesidad está presente tanto en las personas con un peso normal como en aquellas con exceso de peso. ¿Cómo eliminar esa especie de ‘auto-odio’ -por decirlo de alguna manera- de las personas obesas o con sobrepeso?
Estos resultados están íntimamente ligados con el sentimiento de discriminación hacia la obesidad que existe en la sociedad general. La obesidad es una enfermedad que no puede esconderse, que niega la privacidad a quienes la sufren. Lo más peligroso es que los aspectos negativos relacionados con el exceso de peso están tan arraigados en nuestro medio, que incluso aquellas personas que viven con obesidad pero que nunca han sido rechazadas por ello, interiorizan esa misma forma de pensar. En inglés se denomina como weight bias. ¿La forma de solucionarlo? Un inmenso trabajo de educación dirigido a todas las edades y capas sociales, Administraciones, empresas y medios de comunicación.
-A su juicio, es urgente declarar la obesidad como una enfermedad, como paso previo a la elaboración de un Plan Nacional dirigido tanto a su prevención como a su correcto diagnóstico y tratamiento. ¿En qué momento se encuentra la elaboración de dicho Plan?
Como saben, el SNS (Sistema Nacional de Salud) contempla en su cartera de servicios la cirugía bariátrica como opción de tratamiento en la obesidad grave, pero no reembolsa tratamientos farmacológicos para personas con obesidad. De hecho, a pesar de los alarmantes datos sobre la prevalencia de sobrepeso y obesidad en nuestro país, y su asociación con el desarrollo de patologías como diabetes, enfermedades cardiovasculares o ciertos tipos de cáncer, entre otras, la obesidad no tiene la consideración de estas otras afecciones. Sin embargo, la UE ha admitido recientemente su consideración como una enfermedad crónica recidivante.
La SEEDO está colaborando, de hecho, con un Grupo de Interés del Parlamento Europeo sobre Obesidad y Resiliencia de los Sistemas de Salud (MEP Interest Group on Obesity and Health System Resilience), constituido en el año 2021, cuyo objetivo final es promover el establecimiento de Planes Nacionales que reconozcan la obesidad como una patología crónica y ayuden a desarrollar estrategias para combatir este problema.
-¿Así pues, hoy en día la sanidad pública española no financia ningún tratamiento medicamentoso para el exceso de peso?
Reiteramos: el SNS, o los sistemas autonómicos, no reembolsan tratamientos farmacológicos para personas con obesidad.
-¿Más allá de la modificación del estilo de vida y de la necesidad de adoptar hábitos alimentarios saludables, qué novedades terapéuticas quisiera destacar en relación con el sobrepeso u obesidad?
Durante mucho tiempo el tratamiento de la obesidad se ha basado en repetir machaconamente el mantra de ‘come menos y muévete más’. Sin duda que ello es importante, como lo es comer sin sal en las personas con hipertensión arterial o reducir la ingesta de hidratos de carbono en aquellas con diabetes. Pero la obesidad es una enfermedad sumamente compleja, crónica, recidivante, que para ser controlada precisa de algo más que dieta y ejercicio.
Así como los pacientes con hipertensión y diabetes disponen de múltiples opciones farmacológicas, debe perseguirse lo mismo para el tratamiento de la obesidad. Afortunadamente, en los últimos años asistimos a la aparición de nuevos fármacos dirigidos al tratamiento de la preobesidad y obesidad. Actualmente disponemos de liraglutide, pero relativamente pronto podremos pautar también el tratamiento con semaglutide y probablemente tirzepatide. Existen también opciones de tratamiento endoscópico y, para los casos más graves, la cirugía gastrointestinal o cirugía bariátrica. Sin embargo, el planteamiento del objetivo debe centrarse en conseguir la disponibilidad de fármacos suficientemente potentes como para evitar la cirugía al mayor número de pacientes posible.
-La nueva Junta de la SEEDO busca, asimismo, la incorporación de profesionales del ámbito de la Nutrición en los equipos asistenciales multidisciplinares.
El tratamiento de la obesidad necesita, efectivamente, de un tratamiento multidisciplinar, en el que desempeñan un papel fundamental los nutricionistas, quienes pueden ayudar a adquirir hábitos alimenticios adecuados y ajustados a las características del paciente desarrollando una aproximación personalizada y de precisión.
Referencias
1. Alonso T, Sobradillo P, De Torres JP. Enfermedad pulmonar obstructiva crónica en mujeres: ¿somos diferentes? Arch Bronconeumol. 2017;53(4):222–227.