Redacción farmacosalud.com
El tiroides está situado en la parte anterior y baja del cuello, en la zona de unión con el tronco humano. Se trata de una glándula que tiene forma de mariposa y su función consiste en generar hormonas tiroideas con el fin de estimular la actividad metabólica del organismo. El cáncer de tiroides es muy poco frecuente al constituir menos del 1% de los tumores malignos. En cifras, en España se diagnostican unos 3.000 casos anuales.
Aunque su prevalencia es baja, desde la Asociación Española de Cáncer de Tiroides (AECAT) se advierte que este cáncer presenta una tendencia creciente hasta el extremo de que en la última década casi se ha duplicado, factor que lo convierte en el tipo de tumor que más crece en incidencia. De todos modos, AECAT puntualiza que este aumento puede tener su origen en la mejora y perfeccionamiento de los métodos diagnósticos.
La extirpación total de la glándula, tratamiento preferente
A grandes rasgos, los tratamientos previstos en tumores de tiroides localizados se basan principalmente en la cirugía, que contempla la extirpación total (tiroidectomía total) o bien parcial de la glándula (las personas sometidas a la extirpación total tienen que tomar pastillas de hormona tiroidea de por vida). También está indicada la administración de yodo radiactivo y tratamiento hormonal.
En casos de metástasis, procede la radioterapia y quimioterapia, según se señala en la literatura médica.
El pronóstico empeora en función de la edad y el subtipo de tumor
De acuerdo con las estadísticas científicas, el pronóstico para este tipo de cáncer es buena en comparación con otros tumores, en tanto que algunos índices de esperanza de vida están cercanos al 100%. Pero estos datos pueden variar en función del subtipo de tumor tiroideo que se haya declarado, puesto que los hay menos y más agresivos. Los menos agresivos son los carcinomas diferenciados de tiroides, mientras que en el otro extremo se sitúan los carcinomas no diferenciados. También influye la edad del paciente: por lo general, a partir de los 50 años hay más problemas para conseguir la curación.