En patologías crónicas, como es el síndrome de vejiga hiperactiva, una comodidad posológica y vías de administración que faciliten la terapia mejorarán la adherencia al tratamiento.
El síndrome de vejiga hiperactiva (SVH) se define como una urgencia urinaria, a menudo acompañada por un aumento de la frecuencia urinaria y nicturia, con o sin incontinencia urinaria de urgencia, en ausencia de infección o cualquier otra causa atribuible. En pacientes de edad avanzada también se asocia con otros problemas, como el riesgo de caídas y fracturas.1
En España, la prevalencia de síntomas de vejiga hiperactiva es superior al 50% en personas mayores de 65 años, lo que convierte el SVH en el síndrome crónico más prevalente en este sector de la población.1
Esta elevada prevalencia, junto con el impacto en la calidad de vida de quienes la padecen (afectando al desempeño de las actividades diarias y las relaciones sociales) hace que el SVH constituya un problema de salud importante.2,3 Además, dado que el número de personas con incontinencia urinaria y vejiga hiperactiva aumenta con la edad, y que la esperanza de vida se incrementa de manera progresiva, la proporción de población afectada irá en aumento, pues hasta la fecha no hay medidas preventivas poblacionales establecidas.3
Importancia de la adherencia y el cumplimiento terapéutico
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la adherencia al tratamiento (persistencia + cumplimiento) como el grado en que el comportamiento de una persona —tomar el medicamento, seguir un régimen alimentario y ejecutar cambios del modo de vida— se corresponde con las recomendaciones acordadas de un prestador de asistencia sanitaria. En los pacientes con SVH, la adherencia al tratamiento prescrito supone un desafío, ya que el éxito terapéutico se relaciona principalmente con la persistencia y el cumplimiento de la medicación.4
En el tratamiento del SVH, al ser una patología crónica, la medicación debe mantenerse a largo plazo. No obstante, así como en otras enfermedades crónicas que precisan de medicación a largo plazo, la adherencia de los pacientes al tratamiento es típicamente baja.4
Según los datos del “Análisis Nacional de la Adherencia al Tratamiento en Patologías Crónicas” del Grupo OAT, un 49,8% de los pacientes con SVH no son adherentes.5
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Para esta patología, la base del tratamiento farmacológico son los medicamentos antimuscarínicos. Pese a que son fármacos eficaces, están asociados con varios efectos adversos, entre los que se incluyen sequedad de boca, estreñimiento, somnolencia y visión borrosa, que pueden repercutir tanto en el cumplimiento como en la persistencia de los tratamientos a largo plazo.6
De hecho, en el análisis del Grupo OAT, entre los motivos por los que los pacientes no son adherentes, se destaca la presencia de efectos adversos (fundamentalmente sequedad de boca y estreñimiento); aunque también se incluyen la ausencia de cumplimiento de las expectativas que tienen en relación con la terapia y la duración de los tratamientos.5
No obstante, si bien es cierto que el fármaco es fundamental, en la adecuada adherencia al tratamiento influyen otros dos agentes: paciente y médico.4
En este sentido, la percepción de los propios clínicos es que las estrategias más eficaces para mejorar la adherencia pasan por:4
→ Explicar al paciente su patología, los efectos secundarios y en qué medida puede mejorar el tratamiento sus síntomas sin crear falsas expectativas sobre los resultados.
→ Potenciar una buena comunicación médico-paciente.
Respecto a este segundo punto, un estudio realizado en los Estados Unidos identificó ciertas deficiencias en la comunicación entre facultativos y pacientes en lo referente al cumplimiento del tratamiento. Alrededor de un tercio de los pacientes admitió no cumplir el tratamiento, pero la adherencia solo se abordó en el 17% de los encuentros.7 Si bien puede no ser extrapolable a nuestro medio, reafirma la necesidad de aumentar la comunicación con los pacientes y sus familiares, y dedicar tiempo a ello.
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La ventaja de la vía de administración transdérmica
De acuerdo con un informe de la OMS sobre adherencia a patologías crónicas, una comodidad posológica y vías de administración que faciliten la terapia mejorarán la adherencia a cualquier tipo de tratamiento.8
En el caso concreto del SVH, la vía de administración también se ha demostrado clave para mejorar la adherencia2. El desarrollo y comercialización de la oxibutinina de administración transdérmica (Kentera®, comercializado por Laboratorios Gebro Pharma)9 representa un avance en este aspecto. Y es que, a diferencia del resto de antimuscarínicos, el bajo peso molecular de la oxibutinina y su carácter lipofílico permite su absorción por vía transdérmica, mejorando la biodisponibilidad.2
Con esta vía de administración se evita el metabolismo gastrointestinal y hepático de primer paso, por lo que los niveles de N-desetiloxibutinina (N-DEO) plasmáticos son bajos (metabolito responsable en gran parte de los efectos secundarios anticolinérgicos asociados a la oxibutinina).2
→ Los resultados de un metaanálisis en red publicado que evaluaba todos los antimuscarínicos disponibles confirman que la oxibutinina transdérmica causó menos sequedad de boca que los otros tratamientos.10
Otra ventaja de la vía transdérmica es que la oxibutinina pasa directamente a la circulación sistémica, proporcionando unos niveles séricos mucho más estables.2
En definitiva, la administración transdérmica muestra una eficacia clínica similar a los fármacos de administración oral, pero con una menor frecuencia de efectos adversos, en particular la boca seca, asociándose así a una menor tasa de abandonos del tratamiento.2
Todo ello se traduce en un beneficio clínico y una mejora en la calidad de vida para los pacientes.2
Evidencia científica sobre la mejora de la adherencia de la oxibutinina transdérmica
En los ensayos clínicos en que se evaluó el cumplimiento terapéutico en pacientes con SVH tratados con oxibutinina transdérmica, este cumplimiento fue elevado, con porcentajes entre el 90-95%.11
Respecto a las tasas de persistencia con oxibutinina transdérmica a largo plazo, un estudio en condiciones de práctica clínica habitual (estudio OSCAR) confirmó una tasa de persistencia superior a las publicadas para otros anticolinérgicos y beta-3 agonistas.8
→ A los 12 meses, la tasa de persistencia al tratamiento con oxibutinina transdérmica era del 55,2%.8
Igualmente, otro estudio en práctica clínica habitual, aunque en este caso con población limitada a edades entre 65 y 80 años, evidenció una tasa de adherencia del 84,3% tras un mes de tratamiento (medido en términos de pacientes que cambiaron el parche en el día correcto según la prueba de Morisky Green modificada), lo que puede considerarse alto, teniendo en cuenta la naturaleza no intervencionista de un estudio observacional.1
En estos pacientes de edad avanzada, además, la administración de un parche transdérmico ayuda al cumplimiento al servir de recordatorio visual de que se ha administrado.12
Igualmente, la posología requerida de la oxibutinina transdérmica (2 veces por semana) tiene el potencial de mejorar el cumplimiento, sobre todo en pacientes mayores polimedicados.13
Como ventaja adicional, la formulación transdérmica puede ser útil para mejorar la adherencia en pacientes que presentan disfagia, que requieren alimentación por sonda nasogástrica o con xerostomía.11
En conclusión, la persistencia con el tratamiento farmacológico del SVH es la clave del éxito terapéutico.8
En este este aspecto, la oxibutinina transdérmica ha demostrado ser igual de efectiva que la formulación oral, pero mejora la adherencia, la persistencia y la satisfacción del paciente.14
Ficha técnica de Kentera disponible aquí
Referencias
1.Müller-Arteaga C, Batista-Miranda JE, Zubiaur Libano C, El Khoury Moreno R, Morales Solchaga G, Casas Nebra J, et al. Evaluación de la función cognitiva en pacientes de edad avanzada con vejiga hiperactiva tratados con oxibutinina transdémica. Actas Urol Esp. 2019;43(3):143-150.
2.Esteban M, Méndez S, Salinas J. Posicionamiento de la AEU en la administración transdérmica de fármacos: una evolución determinante en la terapia urológica funcional. Actas Urol Esp. 2020;44(9):571-3.
3.Alcántara Montero A, Pacheco de Vasconcelos SR, Peñato Tarifa F, Martín de Prado MTM. Actualización en la fisiopatología de la vejiga hiperactiva: en el camino hacia un cambio de paradigma diagnóstico y terapéutico (I). Med Gen Fam. 2021;10(4):181-186.
4.Müller-Arteaga C, Adot-Zurbano JM, Esteban-Fuertes M, Cózar-Olmo JM. Evaluación del impacto de una formación específica sobre la percepción del médico en la adherencia al tratamiento del síndrome de vejiga hiperactiva. Disponible en: https://www.oatobservatorio.com/wpcontent/uploads/cfdb7_uploads/1537806089-Evaluaci%C3%B3n-del-impacto-de-una-formaci%C3%B3nespec%C3%ADfica-sobre-la-percepci%C3%B3n-del-m%C3%A9dico-en-la-adherencia-al-tratamiento-del-s%C3%ADndrome-de-vejiga-hiperactiva.pdf. Acceso: 02/2022.
5.Grupo OAT. Análisis Nacional de la Adherencia al Tratamiento en Patologías Crónicas. 2017. Disponible en: https://www.adherencia-cronicidad-pacientes.com/cronicidad/vejiga-hiperactiva-todos-los-niveles-asistenciales-son-basicos-para-su-correcto-abordaje/. Acceso: 03/2022.
6.Gandi C, Sacco E. Pharmacological Management of Urinary Incontinence: Current and Emerging Treatment. Clin Pharmacol. 2021;13:209-223.
7.Hahn SR, Bradt P, Hewett KA, Ng DB. Physician-patient communication about overactive bladder: Results of an observational sociolinguistic study. PLoS One. 2017;12(11):e0186122.
8.Vozmediano-Chicharro M, Blasco Hernández P, Madurga-Patuel B. Tolerabilidad, persistencia y satisfacción. Estudio de cohortes retrospectivas realizado en condiciones de práctica clínica en pacientes con síndrome de vejiga hiperactiva tratados con oxibutinina transdérmica. Estudio OSCAR. Arch Esp Urol. 2017;70(6):561–9.
9.Ficha técnica Kentera®. Disponible en: https://cima.aemps.es/cima/pdfs/ft/03270001/FT_03270001.pdf . Último acceso: Febrero 2022.
10.Herbison P, McKenzie JE. Which anticholinergic is best for people with overactive bladders? A network meta-analysis. Neurourol Urodyn. 2019;38(2):525-534.
11.Salinas-Casado J, Esteban-Fuertes M, Serrano O, Galván J. El valor de la oxibutinina en parche transdérmico en el tratamiento de la vejiga hiperactiva. Actas Urol Esp. 2015;39(10):599-604.
12.Ale I, Lachapelle JM, Maibach HI. Skin Tolerability Associated with Transdermal Drug Delivery Systems: an Overview. Adv Ther. 2009;26(10):920-35.
13.Macdiarmid SA. The Evolution of Transdermal/ Topical Overactive Bladder Therapy and Its Benefits Over Oral Therapy. Rev Obstet Gynecol. 2009;2(2):116-21.
14.Vozmediano-Chicharro M, Blaco Hernández P, Madurga-Patuel B. Insights into the Management of Overactive Bladder with Transdermal Oxybutynin: A Practical Review. Res Rep Urol. 2020;12:321-330.