Redacción Farmacosalud.com
El Hospital General de València ha ampliado su abanico diagnóstico para pacientes con patología de mama gracias a la incorporación de la biopsia guiada por resonancia magnética (RM). “Este procedimiento permite obtener un diagnóstico de certeza (anatomopatológico) de cualquier lesión sospechosa de malignidad que el radiólogo de mama visualice, ya no solo por las técnicas de imagen convencionales (mamografía y ecografía), como veníamos haciendo hasta la fecha, sino también, a partir de ahora, por RM”, explica Javier Sánchez-Bordona, médico adjunto del Hospital General, y responsable del equipo que comenzó el pasado mes de enero a realizar esta nueva técnica diagnóstica. El nombre completo de la técnica es biopsia asistida por vacío guiada con resonancia magnética (BAV-RM) y “consiste, a grandes rasgos, en obtener una muestra de una lesión mamaria sospechosa visualizada tan solo mediante RM, no detectable sin embargo en la mamografía ni en la ecografía”, señala Sánchez-Bordona.
La principal ventaja del sistema de vacío (BAV), frente a la biopsia con aguja gruesa (BAG) clásica, es que permite conseguir muestras de tejido de mayor tamaño, gracias a la combinación del efecto vacío que genera una potente bomba de aspiración, con el efecto de corte producido por un bisturí rotatorio que discurre en el interior de la cánula del dispositivo. Las muestras se van obteniendo de forma secuencial, girando la cánula, y sin necesidad de extraerla de la mama tras cada muestra, a diferencia de la BAG.
Esta técnica va dirigida a pacientes muy concretas, con lesiones de mama sospechosas de malignidad únicamente visualizadas por RM, sin correlación mamográfica ni ecográfica; además, en los casos en los que la filiación histológica de esas lesiones implique un cambio en la planificación de su tratamiento. “Por tanto, es una técnica que van a tener a su alcance todas las pacientes con cáncer de mama, pero que será realizada en casos específicos, tras consenso del Comité de Mama de nuestro hospital”, expone Sánchez-Bordona. Este comité está compuesto por todos los servicios hospitalarios dedicados a la paciente con patología mamaria: Radiodiagnóstico, Cirugía, Anatomía Patológica, Oncología, Radioterapia, Medicina Nuclear y Rehabilitación.
Un procedimiento que dura 60-90 minutos
Este procedimiento, que se inició el pasado 10 de enero, se realiza dentro de la sala de resonancia y el tiempo total de ocupación de la sala es, aproximadamente, de 60-90 minutos. Las contraindicaciones de la prueba son las propias de la realización de una RM, que cada vez son más reducidas, gracias a la mejora de los materiales empleados en las prótesis y al control médico sobre algunos dispositivos (marcapasos, etc.); las relativas a una biopsia (discrasias sanguíneas graves, terapia antiagregante/anticoagulante), y las derivadas del uso de contrastes radiológicos y anestésicos locales, o bien de otro tipo (obesidad mórbida, enfermedad psiquiátrica, etc.).
La realización de esta técnica requiere de una formación específica, además de que el centro cuente con el equipo tecnológico adecuado. Sánchez-Bordona obtuvo una beca de la Escuela Fundación SERAM (Sociedad Española de Radiología Médica), “gracias a la cual pude adquirir los conocimientos prácticos necesarios para implementar esta prueba diagnóstica en nuestro hospital”. “La obtención de esta beca me permitió visitar en Madrid otros centros hospitalarios con experiencia en este método, e instruirme durante una estancia formativa en el Hospital Universitario Ramón y Cajal, en la Sección de Radiología de Mama, con Miguel Chiva y todo su equipo”, destaca el experto. “Además -agrega-, tuve la oportunidad de visitar el Hospital Universitario de Getafe, el MD Anderson Cancer Center de Madrid y el Hospital Ruber Internacional, para un mayor aprovechamiento de la beca en el aprendizaje de la BAV-RM”.
Durante la biopsia, el radiólogo trabaja además junto a un equipo formado al menos por un técnico/a especialista en radiodiagnóstico (TER), un enfermero/a y un/a auxiliar de enfermería.
Primer hospital certificado con los máximos estándares de EUSOMA
Por otra parte, la Clínica Universidad de Navarra -en sus dos sedes de Madrid y de Pamplona- es el primer hospital español que cuenta con la máxima certificación europea de calidad en el Área de Cáncer de Mama, basada en los criterios establecidos por la Sociedad Europea de Especialistas en Cáncer de Mama (EUSOMA).
El proceso para obtener esta certificación, realizado por European Breast Centres Certification (una sociedad sin ánimo de lucro que promueve la atención de alta calidad en cáncer de mama) junto al organismo de certificación ITALCERT Srl, se extiende durante tres años y en él, se evalúan, mediante más de 30 indicadores (desarrollados por EUSOMA), los datos de todos los pacientes con cáncer de mama tratados en el hospital durante ese periodo. Este riguroso estudio incluye todo el proceso que vive el paciente -desde el diagnóstico, el tratamiento (quimioterapia, radioterapia, cirugía…), el seguimiento posterior o las recaídas-, por lo que se trata de una certificación multidisciplinar en la que se valora el trabajo de todos los cirujanos especializados en mama, oncólogos médicos y radioterápicos, radiólogos, patólogos y especialistas de Medicina Nuclear, así como la labor de enfermería, auxiliares, técnicos y grupos de soporte.