Redacción Farmacosalud.com
Ya en 2020 se detectó la convivencia entre el coronavirus SARS-CoV-2 (causante del COVID-19) y el virus de la gripe e incluso del SARS-CoV-2 con determinadas bacterias, explica la portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), la Dra. Ruth Figueroa, quien añade a este respecto que el coronavirus “tiene la capacidad de convivir”. De hecho, desde principios de la pandemia, algunos hospitales se dieron cuenta de la presencia también de la gripe entre sus pacientes, si bien el virus gripal circuló muy poco… de ahí que el nuevo concepto que se ha acuñado -‘flurona’- para conceptualizar la infección simultánea de coronavirus SARS-CoV-2 y gripe no sea ahora mismo “nada nuevo”, afirma Figueroa.
Es más, para la Dra. Figueroa, flurona no debería usarse como denominación científica; como mucho, sería una palabra que sirve para economizar lenguaje en los medios de comunicación a la hora de describir la presencia a la vez de COVID-19 e infección gripal. La SEIMC, en ese sentido, sostiene que flurona no es una variante ni debe generar alarma.
En cuanto a la coinfección de SARS-CoV-2 y bacterias, cabe decir que los patógenos bacteriológicos más habituales de esta ecuación microbiana serían el neumococo y el estafilococo aureus. Aunque el neumococo es muy común en niños, el impacto de esta bacteria cuando coincide con el SARS-CoV-2 repercute más en la población adulta.
La simultaneidad de patógenos hace aumentar la morbimortalidad
Lógicamente, si se juntan o añaden dos virus o un virus + una bacteria hay más riesgos para la salud y, por lo tanto, aumenta la morbimortalidad. De entrada, cabe decir que el virus gripal “es muy potente y causa muchas muertes (tiene una alta morbimortalidad)”, lo que en su momento generó incertidumbre y miedo por lo que pudiera pasar si el SARS-CoV-2 y el agente gripal simultaneaban su presencia, señala la experta. Actualmente se sabe que ambos pueden convivir, pero “afortunadamente” los efectos del COVID-19 se han ido suavizando con la llegada de las nuevas variantes del SARS-CoV-2, recuerda la Dra. Figueroa.
La portavoz de SEIMC, asimismo, recuerda que no sería de extrañar que llegara a detectarse la cohabitación del SARS-CoV-2 con el virus respiratorio sincitial (VRS), un patógeno muy común que genera muchos ingresos hospitalarios y causa muchas muertes. Y no sería extraño porque los virus actúan algo así como con una cierta cortesía intraviral, es decir, “se respetan” mutuamente, apunta.
De todos modos, en un intento de lanzar un mensaje de tranquilidad, la Dra. Figueroa apela a los avances médicos registrados contra el COVID-19, como es la vacunación. Y, si a esa inmunización se le suma la instaurada frente a la gripe, está claro que la doble vacunación “es la bomba” como estrategia preventiva, una vez comprobada “la evidencia” de los beneficios logrados con la inmunización contra el coronavirus, destaca la facultativa.