Redacción farmacosalud.com
El cáncer de endometrio o cáncer de endometrio-útero es la neoplasia más frecuente del tracto genital femenino y presenta una mortalidad del 30% de los casos detectados, según datos ofrecidos por el Área Sanitaria de Teruel. El cáncer de endometrio, que supone el 13% de los tumores en mujeres, se manifiesta con frecuencia entre los 55 y 59 años. Los casos diagnosticados antes de los 40 años de edad son escasos.
El endometrio es la membrana que tapiza la cavidad uterina, es decir, se configura como la capa interna del útero. Este último es el órgano en el que se desarrolla el embarazo.
Atención a los sangrados vaginales inesperados
El cáncer de endometrio suele dar síntomas en los estadios iniciales de la enfermedad, por lo que el diagnóstico se acostumbra a realizar cuando el tumor se encuentra localizado y no extendido, cosa que facilita la supervivencia de las afectadas. Entre los signos del tumor se encuentran la aparición de hemorragia/s en la vagina de mujeres menopáusicas, y sangrado vaginal anormal en mujeres con menstruación (sangre entre períodos, por ejemplo). Otros signos de la enfermedad son dolor abdominal y pélvico, y molestias durante la micción y el coito.
Las pruebas diagnósticas más habituales pasan por la exploración ginecológica, la ecografía y la llamada histeroscopia, con la que se examina la zona del útero sospechosa de albergar el tumor. En una histeroscopia, se observa la cavidad uterina mediante un tubito endoscópico y se recoge una muestra endometrial para ser analizada.