Redacción Farmacosalud.com
Los trastornos del sueño durante el embarazo se caracterizan por episodios de insomnio o somnolencia excesiva. Durante el primer trimestre de gestación, la madre puede experimentar somnolencia excesiva debido a los cambios hormonales y bioquímicos. Esta somnolencia puede progresar a insomnio severo durante el último trimestre a causa de la incomodidad, la distensión de la vejiga y el movimiento fetal. Los trastornos del sueño se presentan en el 75% de las mujeres embarazadas. El embarazo por sí mismo es un factor de riesgo para desarrollar una apnea de sueño (SAHS) ocasional o empeorar el que ya está diagnosticado. Las alteraciones hormonales y metabólicas maternas observadas en los trastornos respiratorios del sueño afectan negativamente en el ambiente uterino, siendo la hipoxemia intermitente el mecanismo más plausible de los posibles efectos adversos en el feto. "El ronquido habitual y el SAHS son factores de riesgo del desarrollo de diabetes tipo 2, intolerancia a la glucosa y resistencia a la insulina", señala la Dra. Mª José Masdeu. A lo que añade: "los trastornos respiratorios del sueño pueden afectar al feto y también a nivel neonatal. Las investigaciones realizadas recientemente sugieren que los ronquidos habituales y el SAHS se asocian con cesáreas no planificadas previamente".
La prevalencia del síndrome de apnea del sueño en mujeres embarazadas es del 8,4% en el primer trimestre y de 19,7% en el tercer trimestre. El 26,7% de las mujeres presentan SAHS leve en el tercer trimestre y el 4,8% SAHS moderada-severa. Los expertos destacan que un mayor Índice de Masa Corporal y mayor edad de la madre aumentan el riesgo de sufrir SAHS en el tercer trimestre según una publicación reciente en la revista ‘Thorax’.
Prevalencia del SAHS: del 11-20% en mujeres embarazadas
Los trastornos respiratorios del sueño se asocian con resultados cardiovasculares adversos en las mujeres. "Los datos disponibles en estudios muestran que la presencia de un SAHS bien sea diagnosticado en base a síntomas o bien con polisomnografía, en la mujer embarazada se asocia a hipertensión gestacional y preeclampsia", explica Masdeu, neumóloga y miembro de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR). "Las limitaciones de flujo de aire durante el sueño son un posible mecanismo de desarrollo de trastornos de hipertensión gestacional. Asimismo, la interrupción del sueño y la intermitente hipoxia y reoxigenación producida por el trastorno respiratorio conllevan un aumento de la actividad simpática, estrés oxidativo, disfunción endotelial e inflamación", añade.
Asimismo, se observa que la prevalencia del SAHS (síndrome de apnea-hipopnea del sueño) en mujeres en edad reproductiva es del 0,7-7%, dato que se eleva al 11-20% en mujeres embarazadas, con mayor prevalencia en las pacientes gestantes obesas, han apuntado fuentes de SEPAR. "El tratamiento del SAHS con presión positiva en la vía aérea (CPAP) es totalmente seguro en pacientes embarazadas. Un correcto cumplimiento de este tratamiento asegura una mejora de la salud respiratoria durante el sueño y una reducción de la fatiga", explica la Dra. Masdeu. "Los cambios en la postura para dormir, controlar el peso y evitar el consumo de alcohol y antidepresivos son también consejos muy beneficiosos para la salud de la madre y el futuro hijo", añade.